Festival de Cine Ícaro, un estandarte de la cultura centroamericana

Ya han pasado 16 años desde que el Festival de Cine Ícaro de Panamá inició su misión de reconocer las expresiones audiovisuales de América Central, pero para Roberto King, quien lleva apoyando el evento desde sus orígenes, “todavía queda un gran camino por delante”. “Nuestras producciones cada vez están teniendo una mayor calidad y, aunque siguen en desarrollo, tienen el potencial de entretenernos y hacernos reflexionar, como cualquier otro cine de autor”, comenta el director del festival.

El evento, que se realizará del 2 al 7 de octubre, en Panamá, y del 9 al 13 de octubre en David, Puerto Armuelles, Changuinola y por primera vez en Almirante, estará proyectado 19 producciones. Se trata de obras provenientes países como: Panamá, Costa Rica, El Salvador, México y España, que se dividen en largometrajes y cortometrajes, tanto animados, como de 'acción real'.

Entre las producciones que serán proyectadas están: el corto animado Mao Lucky (de Luis Carlos Caballero), el corto documental 1989 (de Massiel Robles) y el largometraje documental Chuchu y el General (de Joaquín Horna Dolande).

La directora Nacional de Cine, de MiCultura, Sheila González, comentó en conferencia de prensa que este festival es un “vehículo para la integración regional”, pues permite a las audiencias “ver la realidad que se vive en los países de la zona”.

King dijo a este medio que, aunque el cine centroamericano ha “tenido un desarrollo más lento”, en comparación con otros países de la región, es un escenario “rico en realidades e idiosincrasia”, que permite a los creadores generar ideas únicas.

Se trata de un tipo de cine que se ve condicionado por la “carencia de recursos económicos”, que obligan a los creativos a tener que concretar su visión con elementos prácticos, lo que le da un estilo propio al resultado, producto de la “perseverancia de los cineastas”.

Pese a los limitados recursos, el director del evento considera que es fundamental que estas piezas se lleven de forma gratuita a la población, con el propósito de “competir contra el cine industrial”, pues al no tener los recursos de divulgación ni exposición de una “gran producción”, se requiere de buscar otras alternativas.

El problema, según King, es que esto puede terminar generando un efecto contrario al que se busca, pues la población termina por ver estas producciones con cierto “estigma”. “El público necesita acercarse, nadie puede saber si algo es bueno o malo sin antes experimentarlo, pero hay muchos prejuicios sobre lo que debe o no debe ser el cine”, considera.

“Hay personas que creen que una cinta es buena solo porque viene de Estados Unidos o Italia y que, catalogan como malo, algo que viene de América Central, solo por su origen y eso no es correcto”, agrega.

Es por ello que el productor piensa que es fundamental que se desarrolle un “proceso de divulgación”, que permita romper con esos preconceptos. “Las producciones centroamericanas están aumentando su calidad constantemente, pero es un proceso, en el cual es importante el apoyo del público”, señala.

Este evento contará con diversas capacitaciones internacionales, que son abiertas al público, entre ellas un taller de asistencia de dirección cinematográfica, un taller de guion, de gerencia de locaciones cinematográficas y de postproducción.

Otro punto a destacar es la selección de 10 producciones nacionales que serán enviadas a competir en el Festival Ícaro de Guatemala, a finales de este año. Algunas de ellas son: En el Aire (Roberto Thomas-Díaz), Eso no Rima (Roberto Villafañe) y Las Hijas (Kathia Zuñiga).