El faro

Actualizado
  • 27/04/2019 02:00
Creado
  • 27/04/2019 02:00
Por aquel sendero angosto, rodeado por las zarzas,. Llego andando hasta el faro.

Por aquel sendero angosto, rodeado por las zarzas,

Llego andando hasta el faro.

En otro tiempo me hubiesen traído de vuelta las señales,

Pero las señales hace mucho que cesaron.

Conozco bien el pomo gastado de la puerta,

El número exacto de escalones

Y al frío que en algunas temporadas construye sus nidos en la piedra.

Contemplo a la luz arrojarse una y otra vez sobre las aguas,

Como si un hombre saltase desde un puente

Con la certeza de que al hundirse en la corriente

Volverá a estar de pie en el borde de la altura.

Y aun así saltase, saltase,

Y saltase,

Con una sonrisa triste templada sobre el rostro.

Frente a mí, el mar revolviendo las vísceras del mundo.

De muy lejos llega la melodía de las hojas,

Los dedos de la noche jugando con las cuerdas.

No sé por qué me trae la memoria la historia de aquel hombre

Que tuvo el deseo de domesticar la hierba,

Ordenar a un campo entero tenderse encima de la tierra,

Solo con pronunciar una palabra.

Semejantes dones son raros,

Pero para algunos pocos son posibles,

Y hay quien ignora que la belleza no crece en lo carente de dolor.

Imagino al hombre, muchos años después,

Temblando en la negrura de la cueva.

Empuñando la tea, como si en ese trazo de fuego

Quedase el último pedazo de su vida.

Su mano hurgando en la garganta de la bestia,

La sangre corriéndole hasta el torso

Y el don latiendo, ya al contacto de sus dedos,

Y las fauces, brillando,

A punto de cerrarse.

MAGDALENA CAMARGO LEMIESZEK

Poeta

Nació el 1 de julio de 1987 en Szczecin, Polonia. Obtuvo el Diplomado en Creación Literaria de la Universidad Tecnológica de Panamá en el 2007. Actualmente, realiza estudios de Lengua y Literatura Española en la Universidad de Panamá.

Recibió el Premio Nacional de Poesía Joven Gustavo Batista Cedeño en el 2008 con su poemario Malos hábitos y, en el 2012, con el poemario El espejo sin imagen .

En el año 2015, su libro La doncella sin manos obtuvo un accésit en la 69 edición del Premio Adonáis de Poesía, de Ediciones Rialp.

En el 2018, obtiene por tercera vez el Premio Nacional de Poesía Joven Gustavo Batista Cedeño con el poemario El preciso camino hacia la nada .

Además de haber participado en varios encuentros literarios nacionales e internacionales con su obra, esta ha sido incluida en diversas antologías y traducida al catalán, al polaco, al ruso y al inglés.

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