Dagoberto Yin Carrizo,el cantor de mi patria

  • 17/08/2020 00:00
Aristides Ureña Ramos ofrece un encuentro cercano con Yin Carrizo. Una amena tertulia para comprender el entorno histórico que permitió el desarrollo de un intérprete genial de la música popular panameña

“Una noche en Ocú, yo perdí el corazón, una linda ocueñita trigueña y bonita me lo cautivó. En sus ojos yo vi, estrellitas de luz y besé su boquita fragante y rojita una noche en Ocú”, era un extraordinario día cuando la reluciente pluma de Joaquín Chin Carrizo Núñez (1913/1973) -con la dulzura que emana del suelo istmeño- escribía estas linda tonadas. Versos conmovedores para la interpretación de su primo Dagoberto Yin Carrizo, dotando a la historia de la música popular panameña una joya preciosa de incalculable belleza.

Yin Carrizo, 'El cantor de la patria', compositor y pintor.

La tierra “Comarca de los Manitos” como dijera en su obra (1965) Rodrigo Núñez Quintero (1906-1966) seguía produciendo melodías, textos literarios, tonadas de alto valor cultural.

Este lunes de Café Estrella, nos acompaña Yin Carrizo en una amena tertulia que nos permitirá subir para mirar desde lo alto del lucernario de esta narración, para que comprendamos el entorno histórico que permitió el desarrollo de este genial intérprete de la música popular panameña. Es así que iniciamos nuestra conversación.

¿Cuándo nació Yin Carrizo?

Nací un 5 de octubre del 1939 aquí, en la ciudad de Ocù.

Usted es el fruto de la unión de una gran familia interiorana. Hábleme de sus ancestros.

Sí, soy fruto de cuatro grandes familias ocueñas: por parte paterna, los Carrizo-Díaz y Los Medrano-Mirones, por parte materna. Con raíces muy profundas en este hermoso distrito de Ocú.

¿Cuál es el instrumento musical que aprendió por primera vez?

Desde pequeño me enamoré de la armónica – “el pito” como se dice por acá - fue el primer instrumento musical que logré dominar, con él (el pito) pude amenizar varias veladas y ocasiones de diversión; después aprendí el acordeón. Cuando uno aprende a improvisar con la armónica y con una buena predisposición a la música, se aprende con más facilidad el acordeón.

¿De qué parte de su familia viene el amor por la música?

De ambas familias, te explico: mi pueblo ocueño es un pueblo de mucha cultura, y en las familias no faltaban las ocasiones para las reuniones donde aparecían las guitarras e instrumentos musicales; como tampoco quedaban ausentes las tonadas del folklore y de música culta, pues eran familias con mucho apego a la música… y mi familia era una de esas.

Hábleme de su sueño por ir a estudiar pintura a Florencia.

¿Florencia? claro que sí. Antes de irme para la Escuela Normal, se me abrió una posibilidad para que yo fuera a estudiar pintura en Florencia, Italia, debido a que siempre soñé ir allá.

Dagoberto Yin Carrizo,el cantor de mi patria

Con frecuencia se hablaba - en tertulias familiares y entre amigos- de ese genio de la pintura Leonardo Da Vinci que hizo maravillas en Italia y en el mundo, y que vivió en Florencia; se decía que había academias que te enseñaban a pintar con excelencia y esos cuentos me entusiasmaban mucho.

Siempre he pintado desde niño, por ahí tenemos algunas obras que realicé… pero ese sueño de ir a estudiar en Florencia, así como vino, poco a poco se desvaneció y entonces me dediqué a la música... pero nunca abandoné la pintura.

Su llegada a la Escuela Normal de Santiago para estudiar y ser maestro. ¿Cómo influyó en usted?

Entrar en la Escuela Normal, me inspiró mucho. Apenas llegué, entré como acordeonista en el Conjunto Folclórico que había organizado la Profesora Mati García, allí colaboraba con las composiciones musicales y con la labor de recuperar la música folclórica de nuestros pueblos. Con ese conjunto hicimos varias giras y presentaciones.

En la Escuela Normal, fui alumno del profesor Alberto Olivardía Torres (1920-1975) que dictaba clases de Educacion Artística. Muchas veces el profesor Olivardía se ponía a pintar (en el salón de clases) con técnica al óleo; yo trataba de robar con la mirada “aquí y allá”, algunos secretos de esa técnica para realizar mis pinturas, para que, al regresar a Ocú en mis tiempos de ocio, pudiese pintar.

¿Como nació la pieza 'Viva Panamá'?

Nació en La Normal, tenía 13 años y estaba en el conjunto Típico. Para ese periodo había muchas luchas estudiantiles y movimientos que debatían sobre los problemas que agobiaban a nuestro país, la ocupación de la Zona del Canal y nuestras ambiciones por conseguir nuestra soberanía. Ese ambiente me ayudó a dar respuesta a la petición que me hizo el conjunto folclórico, de hacer una pieza que fuera representativa del orgullo panameño y de la Patria.

'Viva Panamá' es la inspiración a la nación querida. Para mí. lo más bonito del mundo es mi tierra, mi gente, la bandera y la patria unida soberana y libre.

Yin… sobre el conjunto 'Urracá' y Samuel Ramos ¿qué me puede decir al respecto?

Samuel Ramos Madrid (1906/1991), un gran músico, compositor, un maestro en todos los sentidos, muy querido. Toqué con él en muchas agrupaciones ya que Samuel tuvo muchos grupos musicales que amenizaban en Santiago y fuera de la provincia.

Para las celebraciones de las fiestas de La Virgen de la Merced, por los lados de Las Lajas y Remedios (Chiriquí), el conjunto de Samuel era muy pedido y yo estuve tocando con ellos por esas lejanas tierras.

Te cuento, yo inicié muy temprano -figúrate, con lo de Samuel Ramos tenía solo 14 años, pero iba poco a poco tomando experiencia; la música que tocábamos era variada, hasta que terminé con esas agrupaciones… fue así que decidí hacer mi propio grupo y crear mi primer conjunto musical llamado 'El Quinto Patio', mi primer grupo musical… y después con el tiempo 'Viva Panamá'. Fueron momentos importantes porque el modelo que estábamos proponiendo era distinto a las de la orquesta. Poco a poco fuimos creciendo musicalmente, imponiendo un género musical hecho en Panamá, dándole un nuevo valor a la música popular panameña.

'Nos vemos para el San Juan'. Muchos nacimos bajo esas bellas tonadas. ¿Cómo nació la pieza?

Dedicada a los pueblos que llevan el nombre de San Juan, si buscas en la historia del nombre de cada pueblo o caserío lejano, se va a llamar San Juan.

Las celebraciones del San Juan en Panamá son un momento de encuentro y para honorar al Santo Patrón, como también ocasión para que las familias se reúnan, para regresar a los pueblos de origen. Eso me inspiró para hacer esta canción.

'Nos vemos para el San Juan' es el sentir de toda esa generación que tuvo que emigrar hacia la capital en busca de mejores condiciones de vida, para después regresar a sus pueblos a renovar los votos de pertenencia a sus raíces, bajo la protección del Santo Patrón.

Yin ¿cómo debemos llamar a esta música: típica o pindín?

Aristides prefiero no opinar, porque respeto el sentir de todos aquellos que tratan de dar sus razonamientos sobre esto.

Pero seguramente tiene una idea respecto a este tema, oriéntenos desde su indiscutible experiencia.

Típica popular panameña pienso que sea la más apta. Es respetuosa y da cabalidad al trabajo de muchos músicos creadores y amantes de nuestras tradiciones.

A estas alturas del campeonato ¿se siente satisfecho?

Sí, mucho. He alcanzado muchas metas y muchos logros… mi música ha viajado fuera de los confines panameños, me ha dado una profesión y me siento satisfecho por haber servido a mi país. Agradeciendo a Dios todopoderoso por su ayuda y sostén en los momentos difíciles y por haberme dado la posibilidad de tener una sólida familia. Soy un hombre satisfecho y agradecido a todos ustedes.

Reflexiones finales

La comarca de los Manitos, es una región muy bien narrada en Cuentos (1955) por el hermano mayor de Rodrigo; José María Núñez (1894/1990), tierra de personajes de alto calibre intelectual, donde la fertilidad de olvidados personajes supo construir los pilares de nuestra idiosincrasia nacional. El abono primordial de ese territorio, proviene de históricas familias que supieron fecundar aquellos principios que, a través de una valorización de la cultura popular, propusieron los modelos de los cuales hoy somos acreedores.

Es así que Dagoberto Yin Carrizo, que muchos llamaron 'el romántico del acordeón', es uno de esos importantes personajes, que nos deja la versión más bella de nuestra cultura popular, donde su pedestal, lejos de vulgaridades y artificiosos modernistas, nos hace soñar, repitiéndonos las dulces tonadas que hacen honor a nuestra música popular, desde lo más profundo de su ser, cantándonos: “En sus ojos yo vi, estrellitas de luz”.

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