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Construyendo el perfil de la mujer política en Panamá
- 20/10/2023 00:00
- 20/10/2023 00:00
Aunque el porcentaje de participación femenina en la Asamblea Nacional ha tenido una ligera evolución en los últimos años, pasando de un 18% en 2017, a un 22,5% en la actualidad, con 16 diputadas mujeres del total de 71, según un estudio de Espacio Cívico, diversos referentes femeninos de la política panameña consideran que es necesario hacer más.
Las diputadas Ana Giselle Rosas (Cambio Democrático), Corina Cano (Movimiento Liberal Republicano Nacionalista), la diputada suplente Walkiria Chandler D'Orcy (libre postulación) y la exdiputada Ana Matilde Gómez (libre postulación), se reunieron para conversar sobre los desafíos e importancia que tiene desarrollar mujeres políticas en el país, en un evento organizado por Espacio Cívico.
“La combinación de ambos géneros es un complemento para tener políticas públicas que abarquen a la población en general”, dijo Gómez. Una postura que es respaldada por Rosas, quien añadió que la participación política no es opcional, pues las mujeres representan el 50% de la población, lo que conlleva la responsabilidad de generar políticas públicas que respondan a las necesidades de esa ciudadanía.
Es por eso que las cuatro plantean una serie de consejos para el empoderamiento femenino dentro de la política.
La diputada Rosas plantea que dentro de los colectivos políticos hay mujeres que se han acostumbrado a estar “tras bastidores”, consiguiendo votos y haciendo activismo, algo que, si bien es importante, les evita desarrollar todo su potencial y aspirar a una candidatura propia.
Esto representa un gran desafío, pues según Chandler D'Orcy, es necesario que las candidatas desarrollen su “autoestima o autocuidado” para poder “mantenerse en la carrera”, a pesar de los desafíos.
La diputada Cano argumentó que muchas veces las candidatas piensan que tienen que hacerlo todo solas, algo que termina mermando su desarrollo político.
Este punto es compartido por la diputada Rosas, quien explicó que “participar activamente en política requiere entender que en la medida que podamos gestionar equipo, tendremos más oportunidad de éxito, pues a veces queremos hacerlo todo nosotras solas: administrar, hacer el discurso, buscar financiamiento, y se nos olvida la importancia de armar equipos”.
“Debes tener a alguien que te acompañe en todo el recorrido, como precandidata, como candidata, y una vez llegues al cargo, porque es un camino muy difícil para llevarlo sola”, ponderó Chandler D'Orcy.
En este sentido, la diputada Cano destaca el rol que tiene la familia en el desarrollo de lo político. “Es posible trabajar en la política y cuidar de la familia”, dijo, explicando que la presencia de sus allegados ha sido clave en todo el camino.
Aun así, Rosas considera que hay mujeres que no van a tener ese respaldo, por lo que es necesario que lo generen en otros entornos.
La exdiputada Gómez aseguró que uno de los desafíos más grandes que enfrentan las mujeres en este ámbito proviene de las propias mujeres, pues hay algunas que se “hacen eco” de los estigmas masculinos y terminan por atacar el progreso político de otras mujeres, al priorizar los aspectos físicos y el “caer bien”, por encima de las ideas.
Todas las entrevistadas coincidieron en la necesidad de capacitar y profesionalizar la labor política, para motivar a las nuevas generaciones de mujeres a involucrarse en el desarrollo social de sus comunidades y país.
En este sentido, Chandler D'Orcy ve necesario que haya un “cambio de mentalidad” en las nuevas generaciones, el cual debe empezar en los colegios. “Hay que empezar desde los colegios diciéndoles a las mujeres: 'sabes que tú puedes ser la principal, tú puedes llegar a un cargo de elección popular”.
La exdiputada Gómez mencionó que esa capacitación debe ser continua e incluir aspectos como la recolección de fondos y el desarrollo financiero. “No nos capacitan para pedir dinero para la política, que no es dinero para la mujer, y muchas veces somos sometidas a humillaciones del tipo, 'si te doy tanto lo vas a gastar', porque piensan que nosotras somos malas administradoras. Hay un estigma general de pensar que la mujer y las finanzas no combinan”.
“En teoría, la presencia de la mujer debe hacer un balance solamente por el hecho de que nosotras somos la mitad de la población, está la mitad del pensamiento, que es distinto al pensamiento del hombre; la neurociencia ya lo tiene probado. No tenemos una estructura siquiera cerebral igual, entonces no pensamos de la misma manera, por lo tanto, para tener una sociedad más inclusiva, más justa, más correcta, más humana, la combinación de ambos géneros es un complemento para tener políticas públicas que abarquen a la población en general”, concluyó la exfuncionaria.