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- 25/08/2016 02:00
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En un rincón remoto de Colón, al que se llega solamente en un vehículo todoterreno después de atravesar tres ríos, y al que no llega la electricidad, se erige un hogar hecho con muy pocos elementos, la mayoría recolectados del mismo terreno en el que se construye.
Se trata de una ‘casa embarrada contemporánea', como le llama la arquitecta Alejandra Cano, co-fundadora de Sepia Panamá. El deseo de construir una casa de este tipo se inició con su abuela materna, quien siempre quiso una casa embarrada en la montaña, pero nunca se la pudo hacer. Ese mismo anhelo lo heredo su madre y finalmente se está viendo concretado.
La técnica en la que se basa es la de ‘Earthbag house', desarrollada en California y adaptada a los climas tropicales. Después de leerse los manuales, Cano y su socio, el ingeniero civil y geotecnólogo Luis C. Ferreira diseñaron la morada y se dispusieron a armarla poco a poco, utilizando adobe de la finca, arena y piedra del río que la atraviesa y sacos de arroz. El repello final lo harán con una mezcla de quincha, paja, celulosa y harina cocida.
‘Es una técnica muy fácil y barata', señala Cano. ‘Lleva bastante mano de obra, pero cualquiera puede hacerse una casa así si se estudia el manual'.
TIEMPO DE INVESTIGACIÓN
Cuando esta vivienda de Colón, que se encuentra en sus etapas finales sea completada, a los co-fundadores de Sepia les gustaría seguir investigando la técnica.
‘Nos gustaría tomar este proyecto y seguirlo como parte de una investigación', advierte Cano. ‘Queremos hacer cuatro o cinco unidades habitacionales más en la misma finca, cada una con una técnica diferente, para encontrar una que se pueda reproducir fácilmente y llevar a las masas'.
Parte de su meta con esto es trasmitirle a la población que hay otras formas de construir, no solo con bloques y cemento, materiales que no son biodegradables ni sustentables, y que además son calientes. Eventualmente, quisieran desarrollar talleres para enseñarle la técnica a otras personas.
‘Este tipo de casas se construyen con materiales renovables que no van a dejar una huella en el ambiente', señala. Por sus componentes, no solo están mejor adaptadas a su entorno sino que también ofrecen un mayor control de la temperatura interna.
‘Cualquiera que quiera hacerse una casa ecológica de bajo presupuesto podría beneficiarse de esto', asegura.
AL RESCATE DE LA TRADICIÓN
Aunque confiesa que su objetivo como arquitecta es enfocarse en la construcción sostenible y ecológica, Cano admite que esta experiencia también la ha aproximado a las viejas tradiciones que existían en Panamá, como lo era la junta de embarre.
Le parece fascinante todo lo que involucraba, en particular la manera como una sociedad entera ponía de su parte para ayudar al vecino a hacer su propia casa sin costo alguno. Sin embargo, se ha dado cuenta de que la gente que lo practicaba ya está mayor y la tradición está a punto de perderse.
‘Yo nunca estudié en la universidad cómo hacer una casa de quincha, por ejemplo', explica la co-fundadora de Sepia Panamá, quien tiene ahora entre sus proyectos hacer una en Pocrí. ‘Tengo que aprender de los viejitos y me he ido a las casas de ellos para que me expliquen cómo las hacían'.
Como parte de este proyecto, Cano también aspira a rescatar el aspecto cultural y social que ofrece una edificación vernacular.
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‘EGO< Cualquiera que quiera hacerse una casa ecológica de bajo presupuesto podría beneficiarse de esto',
ALEJANDRA CANO
ARQUITECTA