‘El amanecer de Janus’, más sobre el mundo de las hermandades

Las logias y grupos fraternales han generado, desde sus inicios una gran curiosidad sobre todo por lo desconocidos que resultan sus propósitos y sus rituales, Y qué podría generar una mayor aura de misterio para una novela negra.

De eso se convenció Amílcar Gotti luego de publicar su primera obra Los secretos del acta, en la que dos jóvenes masones pretender resolver el misterio en la firma del acta de independencia de Panamá. En aquella ocasión, Gotti tenía muy claro que quería hacer un libro relacionado con su antepasado Ernesto Gotti quien perteneció a la orden masónica, pero no esperaba que quienes leyeron esta primera novela, se interesarían tanto, al punto de preguntar al autor ¿qué sigue?

En su segunda novela, El amanecer de Janus, presentada hace algunos meses y que estará a la venta en la FIL Panamá, ha decidido ahondar en misterios que entrañan la logia masonica y otras hermandades que se establecieron en Panamá con la llegada de extranjeros que participarían en la construcción del Canal de Panamá. Y el Canal tiene gran relevancia en la trama ya que Antonio y Roberto, protagonistas de los secretos del Acta deben en esta ocasión, colaborar en evitar un ataque a sus instalaciones.

Durante la promoción de Los secretos del acta, algunos lectores escribieron a Gotti y compartieron imágenes y fotografías de familiares que pertenecieron a la logia, y al recibirlas Gotti se percataba que no se trataba realmente de una logia masónica sino de otras órdenes fraternales que existían en ese momento.

“En Panamá existieron más de 30 grupos fraternales principalmente en la ciudad de Colón, precisamente porque Colón fue puerto de entrada, pro muchos años y a la ciudad llegaban todas las nuevas ideas del Caribe. En Colón nos encontramos con tel templo de la logia masónica en la Avenida Central y calle sexta; vamos a calle cuarta y vemos, por ejemplo, un templo de los Sheperds y si vamos a la Amador Guerrero vemos el templo Forester. Es una realidad que inclusive lo mismo masones, no conocen”, reconoce.

A lo largo de la trama, los protagonistas deberán recorrer muchos lugares relacionados con órdenes fraternales no solamente masónicas y también acudirán a instalaciones militares como bunkers habilitados para la II Guerra Mundial en la zona del Canal.

“En el libro no solamente agrego las fotos imágenes y recortes de periódicos como hice con Los secretos del acta sino que agregó códigos QR, de manera que cuando la historia se desarrolla, por ejemplo, en el Cerro Ancón, hay un código QR que los llevará a una imagen que muestra el sitio donde se ambienta la historia”, cuenta el autor.

Gotti contó con el apoyo del venerable Fabio Galástica, masón que pertenece a varios grupos fraternales de Colón y quien le facilitó valiosa información además de acompañarlo a visitar algunos de estos lugares. “Yo no sabía que existía una lógica masónica china y fue interesante descubrir sus orígenes. Inclusive, me reuní con la profesora Bertalicia Chen, quien ha escrito mucho sobre la comunidad china en Panamá. Estoy presentando inclusive imágenes relacionadas con esa logia; es información que pocos conocemos pero que es parte de nuestra propia identidad”, dice.

La mayoría de estas de esta fraternidades se establecen en Panamá con la llegada de trabajadores de Estados Unidos y de otros lugares de alrededor que se sumaron a la fuerza laboral de construcción del Canal.

“Todos estos grupos fraternales hacían también el rol de cooperativas, de agrupaciones de apoyo a a los trabajadores pues en ese momento no existía la seguridad social ni nada parecido. Ellos pagaban una cuota y en caso de enfermedad, o del fallecimiento de una persona, ese fondo ayudaba con los gastos”, comenta el autor.

Otra realidad es que la mayoría de los grupos masones estaban conformados por hombres blancos exclusivamente, al igual que otras hermandades de origen norteamericano, como reflejo de la cultura segregacionista que reinaba en los estados del sur, de donde provenía la mayoría de ellos. En cambio, logias o hermandades con origen europeo, no tenían esas exclusiones. Por ello algunas hermandades agrupaban a miembros de la población afrodescendiente y se afincaron en la ciudad de Colón y en Panamá, en comunidades como Río Abajo.

Hay que destacar también que no todas las hermandades son masónicas como se suele creer. Algunas de ellas asumieron los símbolos masones simplemente para lograr la protección que ello les ofrecía, sin embargo, no tenían los mismos orígenes ni objetivos.

Para la historia sobre el ataque al Canal, Gotti se apoyó en información aportada por el mayor Felipe Camargo, quien trabajo mucho en los temas de inteligencia junto al General Torrijos y más adelante, con el general Noriega, “Él me hizo llegar muchos documentos y fotos que inclusive nunca han sido publicadas y que están basados en un plan para atacar el Canal, que verdaderamente existió, se planificó pero no logró llevarse a cabo.

De acuerdo con Gotti, la realidad actual nos debe llevar a mirar más lejos de nuestras fronteras el alcance que tienen estas instalaciones. “No estamos viendo el tema geopolítico, Panamá está justo en medio, por eso traigo a protagonistas de China, de Israel de Panamá. Somos una parte crucial de ese juego de ajedrez en la región y muchos de nosotros lo desconocemos Por eso lo exploro un poco en la novela.

Y de estos elementos surgen dos personajes que irrumpen en la historia, dos mujeres nada usuales para los estándares locales.

“Cuando escribí la primera novela, le pedí a mi esposa que la leyera y me diera su opinión. Es la persona más inmediata y en quien confío y es muy crítica”, aseguró.

“Me dijo que estaba muy bien, que su único comentario es que no había muchas mujeres en la historia”, mencionó.

El único personaje femenino de Los secretos del acta era la madre de uno de los protagonistas. Con esto en mente, Gotti se puso como meta la de incluir el elemento femenino y no lo hizo con una sino con dos personajes que llevan un gran peso en la trama: una israelita miembro de la Mosad y una mujer de origen asiático.

“Es interesante la interacción de ellas tanto con Roberto como Antonio -los personajes masculinos que vienen de Los secretos del acta- y creo que a los lectores tanto masculinos como femeninos les van a gustar estos personajes porque son muy interesantes”, acota. Mientras tanto, Roberto y Antonio cuyos orígenes se conocieron en la anterior novela de Gotti, han madurado más, tienen hijos y se han alejado de la Orden y en el transcurso de la historia irán obteniendo más conocimientos sobre la orden masónica y sobre otras hermandades locales.

El autor hace la aclaración de que El amanecer de Janus no es una secuela de Los secretos del acta. No es necesario leer la primera para comprender la segunda. Solamente existe un elemento que se comparte de la historia anterior. “Es una invitación a quienes desconocen completamente este mundo a que se animen y lo conozcan y por otra parte a quienes pertenecen a estas logias a que miren un poco más allá de sus fronteras”, afirma.

Amílcar Gotti estará presente en la FIL Panamá a partir de este viernes 18 de agosto y todo el fin de semana para atender a los lectores de El Amanecer de Janus. Las obras de Gotti estará disponible en el stand de El Hombre de la Mancha, en el stand de Escritores Independientes y el del Ministerio de Cultura, en español y en inglés.