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- 20/03/2022 00:00
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Las organizaciones constantemente andan en la búsqueda de formas de mejorar sus procesos y cumplir con sus objetivos de negocio, bien sea centradas en desarrollar capacidades organizacionales o impulsando el valor de mercado.
En muchas de ellas optan por implementar “agilidad”, como mecanismo para entregar de forma temprana y continua propuestas de solución a sus clientes.
Para una empresa ser ágil tiene mucho más que ver con el viaje, que con una meta en sí misma.
Si bien hay valores comunes dentro de la agilidad como el foco, coraje, compromiso y franqueza, por ejemplo, a nivel de equipos resalta uno en particular: la madurez; este rasgo en un contexto ágil se demuestra a través de la capacidad de entrega continua de incrementos potencialmente utilizables, como consecuencia de la voluntad de aprender de sus integrantes por medio de las experiencias obtenidas en cada iteración, la flexibilidad para adaptarse, y la generosidad de respetar las diferencias y los puntos de vista de los demás por medio de la búsqueda de descubrir mejores maneras de desarrollar productos o servicios.
Un equipo maduro asumirá la responsabilidad de su autogestión en lugar de culpar a los demás. Tomará una visión experimental del entorno y actuará de manera disciplinada, en lugar de anárquica. Entenderá su propósito, ya que, por su propia naturaleza, se encuentran en un viaje constante de inspección y adaptación. La retrospectiva es parte de sus hábitos, ya que es normal dar un paso atrás para revisar y volver a aprender los principios básicos y “por qué” hacemos las prácticas que usamos (reunión diaria, planificación de la iteración, refinamiento, prototipado, métricas de flujo, etc.). En otras palabras, un equipo maduro está alineado a los valores que promueven resultados extraordinarios.
Un proceso de coaching puede apoyar el equipo a desarrollarse y a madurar en su conjunto, no solo de forma individual, sino como un todo; se puede trabajar con el equipo para identificar, entre otros, el propósito de equipo, la seguridad psicológica, el tiempo que dedica al aprendizaje y co-crear con el equipo formas de trabajo y relaciones más efectivas
¿Cómo impulsar la madurez de un equipo?
Aquí les comparto algunas ideas que pueden seguir para impulsar la madurez de un equipo de manera efectiva:
1. Identifique en qué nivel se encuentra su equipo: No hay reglas escritas en piedra, pero existen propuestas muy interesantes como las de Rob Eringa o Patrick Lencioni para determinar las características actuales del equipo.
2. Determine en qué áreas enfocarse: Una vez que haya identificado en qué nivel se encuentra su equipo, considere qué acciones puede tomar para avanzar a la siguiente etapa. Facilite el proceso para que el equipo liste cosas que pueden mejorar y evalúe qué incentivos pueden necesitarse para apoyarles.
3. Implemente los cambios: Asegúrese de que entiendan por qué estos cambios son importantes comunicándoles su objetivo final.
4. Haga visible el progreso: Utilice sus indicadores clave de rendimiento para medir el progreso de su equipo a intervalos regulares y frecuentes. En mi práctica utilizo la gestión basada en evidencias, también puede considerar el uso de OKr.
5. Repita: Una vez que haya alcanzado un nuevo nivel, repita. Comience por lograr que su equipo sea capaz de identificar lo que necesitan para continuar progresando. Luego, promueva la priorización, favorezca los cambios y potencie al equipo para que sea capaz de medir su progreso.
El autor es Enterprise Agile Coach y miembro de ICF Capítulo Panamá