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- 07/05/2020 00:00
- 07/05/2020 00:00
El Afrofestival Internacional de Panamá no se celebrará este año, pero sigue siendo un evento que busca romper con los estereotipos históricos de la cultura panameña. Por ocho años se han exaltado todas las representaciones folclóricas que durante siglos desarrollaron los negros en Panamá.
Hemos visto en sus actos culturales las danzas congas de Portobelo, los diablos de espejos, la pollera darienita, el baile del palo de mayo de Bocas del Toro, los turbantes, el calypso, las túnicas de Colón, y mucho más.
Se trata de una serie de eventos culturales que rompen con las modalidades que instauraron los creadores de la República, que trataron de imponer que lo blanco era lo bueno y debía servir de ejemplo para las siguientes generaciones.
Para eso se valieron de los libros de historia que exaltaron a figuras como Balboa, un español que se hizo célebre por descubrir el Mar del Sur.
Su figura fue resaltada en la moneda, en monumentos, y hasta los estadounidenses siguieron el juego y bautizaron a su principal poblado, en el lado Pacífico, con su nombre.
Por otra parte, Colón, con la efeméride del 12 de octubre, fue elevado a la esfera internacional. Mientras que personajes como Bayano, Pedro Prestán, el cholo Victoriano, el líder del arrabal de Santa Ana, Buenaventura Correoso, fueron ignorados en las páginas de los libros de historia, y hasta en las nomenclaturas de las calles de la ciudad.
Hace 20 años por decreto de ley se estableció que el 30 de mayo sería el Día de la Etnia Negra. Por eso el festival afro se celebra con fuerza, emoción, y una alegría que ha calado tanto en escuelas como en las calles, gracias al esfuerzo de los organizadores que no se han conformado con un día, o una semana para sus eventos, logrando que se extienda durante todo el mes de mayo para que participe el país entero.
La creadora y coordinadora general del festival, Kayra Harding, destaca que desde siempre ha tenido como lema “Por un decenio de igualdad y equidad”, con la finalidad de resaltar la herencia afrodescendiente y su valioso aporte a la cultura panameña.
Los negros llegaron a Panamá en distintas épocas. Los hubo esclavos, del tiempo de la colonia española. Recordemos que el istmo fue un mercado exportador de esclavos hacia Suramérica. De aquellos tiempos son los cimarrones, que escaparon hacia Pacora y Chepo donde desarrollaron manifestaciones culturales que mezclaron con las tradiciones blancas.
La construcción del ferrocarril, en el siglo XIX, aportó miles de antillanos, lo mismo que los años del canal francés y qué decir de los comienzos del siglo XX cuando los estadounidenses retomaron la empresa colosal.
Esas migraciones dieron forma a las ciudades terminales de Colón y Panamá, y moldearon al hombre panameño moderno; claro está, con la mezcla producto de la migración de los interioranos.
Gerardo Maloney, sociólogo, escritor, cineasta y poeta, además una figura destacada en el Movimiento Social Afropanameño por sus aportes cívicos, académicos y culturales, ha resaltado esas épocas con escritos y también ha participado en los eventos del Afrofestival durante varios años.
Selvia Miller, profesora de la Universidad de Panamá en Colón, señala que la participación de figuras de la cultura negra, tanto nacionales como internacionales, envía un mensaje a todos que debemos estar orgullosos de nuestro pasado, de nuestras tradiciones.
Tradicionalmente, el Afrofestival ha presentado charlas, conferencias, talleres, una feria artesanal y un desfile de moda afro, así como la participación de delegaciones de la cultura negra pertenecientes a países como Brasil, Colombia, Honduras, Jamaica, Cuba, Venezuela, y otros.
Harding, que también es escritora de temas en los que denuncia el racismo, insiste en que la cultura negra es parte intrínseca de Latinoamérica, y que este evento ha logrado sacarla a la vista de todos. “Cada una de las cosas que hacemos tiene un por qué y las nuevas generaciones tienen que conocerlas y apropiárselas”.
El Afrofestival ayuda a promocionar eventos comunitarios que han llegado a ser parte del calendario cultural de la ciudad, como el desfile afroantillano de Río Abajo, una fiesta gastronómica, musical, y de vestidos, que llena de orgullo a todos.
Además el desfile de Colón, con su calypso, recuerda a todos que esta ciudad tiene un pasado ligado a la lengua inglesa, donde también se recuerda al África.
El Afrofestival reúne manifestaciones que jamás podrán ser olvidadas. Harding añade que volverá a celebrarse en 2021, Dios mediante.