Acceso y vida: las calles que demandan las personas con discapacidad

Actualizado
  • 20/02/2023 00:00
Creado
  • 20/02/2023 00:00
La falta de estructuras seguras coartan el libre tránsito de las personas con discapacidad en el país. José Herrera cuenta su experiencia, los retos que esto implica en su vida y las tareas que Panamá tiene pendientes en esta materia
La Fundación Vida Independiente vela por la libertad y autonomía de las personas con discapacidad

En abril de 2017, José Herrera se bañaba en un río en Penonomé. Se subió a un árbol y al lanzarse, cayó encima de una piedra. Esto le generó una lesión craneoencefálica y un coágulo en la masa encefálica del cerebro, provocándole una movilidad reducida y una discapacidad física motora lo que impide el movimiento en la mitad inferior de su cuerpo.

“Lo primero que noté fue que no podía controlar mi cuerpo, ni sentirlo”, recordó en una conversación con La Estrella de Panamá. En la clínica, le hicieron una tomografía computarizada que permitió a los doctores entender la gravedad del accidente y trasladaron a Herrera a la Sala de Urgencias.

“Si no recibía atención inmediata, podía sufrir un derrame por el golpe en mi cráneo”, dijo.

Estuvo hospitalizado cuatro meses, luego regresó a su hogar donde tuvo reposo en cama por dos meses hasta que fue trasladado al Hogar de la Esperanza en Veracruz, un hospital de rehabilitación donde permaneció un año y dos meses, recibiendo fisioterapia intensiva y cursos para manejar una vida independiente luego de su accidente.

Las personas con discapacidad luchan contra las barreras arquitectónicas que impiden el libre movimiento

Desde ese momento, se moviliza con la ayuda de una silla de ruedas aunque ha expresado el gran reto que esto implica debido a la falta de espacios seguros.

“Las estructuras no cumplen con los parámetros y normativas que dicta la ley ni el manual de acceso”, dijo. “Siento impotencia al ver esta situación ya que no podemos gozar del acceso a varios lugares y llevar una vida independiente”.

Sin embargo, el también político y Secretario Nacional de Inclusión para Personas con Discapacidad de la Juventud y político panameño, no quiere quedarse de brazos cruzados. En los últimos años, se ha unido a fundaciones, instituciones y diferentes personas para elevar su voz, por los derechos de las personas con discapacidad en Panamá.

En las calles

Gracias al poder de las redes sociales, José Herrera conoció a Marcos Peñaranda, un arquitecto panameño que se interesó por el problema que enfrentan muchas personas con discapacidad en el país, en cuanto a la poca libertad de movilidad y la falta de estructuras seguras en las calles.

El manual de accesibilidad especifica las medidas a tomar a la hora de construir

Juntos realizaron un video que hasta el momento tiene casi 40.000 visitas en Instagram al que titularon 'Varquitectura – Inclusión'.

La palabra 'varquitectura' hace referencia a un término del mundo del fútbol que se refiere al video arbitraje, un sistema de asistencia arbitral cuyo objetivo es evitar errores humanos que condicionen el resultado de un partido.

En cuanto al video, Peñaranda desea retratar la realidad que enfrentan las personas con discapacidad al momento de querer desplazarse de manera independiente.

Para esto, llevó a Herrera a un sitio donde a poca distancia, se podían ver obstáculos como: rampas con inclinaciones que dificultan el movimiento seguro de las sillas de ruedas, rampas con escalones y postes, autos mal estacionados que obligan a las personas con discapacidad a lanzarse a las calles, aceras destruidas llenas de piedras y más.

“El problema es que se ha ignorado por completo la seguridad y bienestar de las personas con discapacidad”, dijo en una conversación con el diario.

“Las instalaciones se deben acomodar a las necesidades de las personas con discapacidad, para mejorar el libre desplazamiento, teniendo una vida digna e independiente”, comentó Herrera. “Este video no se hizo para culpar a nadie, sino para concienciar y tomar acción ante el problema”.

Herrera explicó que el video ha sido una forma de alzar la voz ante el problema y ver las soluciones. “En una ocasión tuvimos la oportunidad de asistir a la Asamblea Nacional, donde no existía una rampa acomodada para nuestro movimiento. Presentamos la queja y el 5 de enero se nos facilitó esto”.

El manual de medidas

La Secretaría Nacional de Discapacidad (Senadis) cuenta con un manual con el fin de “ser un referente obligatorio en el diseño de los proyectos urbanos, arquitectónicos y gráficos; estableciendo de manera técnica-científica, las adecuaciones de los espacios, que faciliten el acceso a las personas con discapacidad”, según establece el texto.

Dicho manual, establece las medidas a tomar en el momento de manejar proyectos de construcción para personas con diferentes tipos de discapacidad como visual o motriz.

En cuanto a las aceras, plantea “colocar descansos a cada 6.00 m. Estas áreas serán del mismo ancho o mayor al de la acera”.

Para la accesibilidad al entorno urbano, se aconseja tener en consideración los flujos de circulación, la iluminación, la señalización, la correcta ejecución de los pavimentos (que estos no presenten roturas, grietas, o piezas sueltas que impidan el libre desplazamiento) y más.

El manual también menciona la obligación de moderar la velocidad de vehículos en las zonas urbanas para la movilidad de peatones en el entorno.

Aconseja tener superficies uniformes, planas, antideslizantes y sin escalones. Agregando a esto, las aceras deben ser continuas sin diferencia de nivel, escalones, o rampas,

En el caso de las personas con discapacidad visual, establece proyectar cambios de texturas en el piso como guías de dirección y advertencia.

El Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot), explicó que los espacios de estacionamientos accesibles deben tener dimensiones de 4.00m x 5.00m cada uno.

En base a esto, el arquitecto Peñaranda comentó que “existen las leyes y medidas que se deben cumplir en papel, pero a la hora de construir, nunca se toman en cuenta”.

En una conversación con el medio, Iris González, directora de Senadis explicó que actualmente se están tomando cartas en el asunto para “velar por las políticas públicas y la accesibilidad universal en materia de discapacidad”.

“Estamos organizando un plan para mejorar el entorno de uso público de las personas con discapacidad”, agregó Jorge Villalba, director de Equiparación de Oportunidades, en una conversación con La Estrella de Panamá.

“Queremos eliminar las barreras arquitectónicas en Panamá y permitir una libre e independiente movilización para todos”.

“Se está trabajando con mesas conformadas por profesionales en el área, a nivel de todas las instituciones de Gobierno, gracias al apoyo del Banco Mundial”, explicó González.

“Estamos buscando que Panamá sea un país accesible al 100% y que cualquier gobierno que venga posterior a este, continúe el plan”.

Este plan será presentado al público en el segundo semestre del año, y se dejará con un modelo piloto para reflejar la funcionalidad del mismo y poder lanzarlo en el primer semestre del 2024.

Por el momento, ambos funcionarios explican que en lugares como la Cinta Costera y el Parque Omar, ya cuentan con medidas para permitir el libre tránsito de las personas con discapacidad y se está logrando lo mismo con las playas de Veracruz. “Es un trabajo que toma su tiempo, pero se está logrando”, comentó Villalba,

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