Acato y no cumplo

Actualizado
  • 28/07/2019 02:00
Creado
  • 28/07/2019 02:00
Aullido de loba

No, señores, esto no es una broma. Esto que han leído es la transcripción exacta de una circular de la Policía Nacional de Panamá. Yo ya no sé si reír o llorar.

Esta ha sido una semana cargadita de estupideces, los honorables se han dedicado a distraer nuestra atención de los temas importantes alentando la xenofobia y el patrioterismo, y yo prefiero enfocarme en esto que ha estado rondando por las redes desde hace un par de días. Es real.. Y a mí me parece tan grave que aún no me explico cómo no han expulsado ipso facto de la fuerza al que firmó esta nota.

‘18 de julio de 2019

DINOP-19 CIRCULAR N° 003-19

PARA:

Jefes de: Zonas Policiales y Servicios (8va. Z.P. Oeste, 12va, Zona Policial Canal, GAS UCM)

Comisionado Domingo A. Espitia P.

Director Nacional de Operaciones

ASUNTO: Asistencia a Eucaristía dos veces al mes.

SEÑORES JEFES:

A través de la presente, tengo a bien comunicarles que el primer y tercer domingo de cada mes, se estará realizando a las 9:00 horas la Eucaristía en la Iglesia San Miguel Arcángel, ubicada en la sede de la Policía de Ancón; para tal efecto, cada jefe es responsable de que asista la mayor cantidad de unidades y deberán reportar el suscrito la cantidad que los estarán representando en cada misa.

Cúmplase.' (sic)

Yo entiendo que la constitución panameña reconoce la mayoría católica, aunque estoy convencida de que deberíamos revisar si esa mayoría se mantiene a estas alturas, pero también sé que a la omnipotente iglesia no le conviene esa revisión a la baja. En cualquier caso, la constitución también recoge la libertad de culto.

Libertad. De culto.

Una vez más, y como sé que la mayor parte de los que me leen no tienen neuronas capaces de hacer sinapsis más que para enarbolar argumentos ad hominem , empezaré por ahí, que no, señores, que no soy atea. Y no, señores, no soy agnóstica.

Una vez echado por tierra ese argumento pendejo, volvamos al asunto: arrear a la gente a ir a misa. Obligar a rendir culto a un dios es una de las acciones más miserables y bajunas que puedo imaginar. Sí, obligar, a eso están empujando con esa circular a los jefes: ‘cada jefe es responsable de que asista la mayor cantidad de unidades y deberán reportar el suscrito la cantidad que los estarán representando en cada misa' (sic).

No me vengan con que los policías pueden negarse a ser abarrajados, sí. Igual que los mártires cristianos podían negarse a adorar la estatua del emperador. Pero además, ¿para qué se negaban? ¿¡Qué les quitaba o les ponía eso!? Rendir culto a un trozo de mármol, eso no es nada malo, ¿no? Si en sus corazones sabían que su dios era Yahvé, ¿por qué se arriesgaban a terminar en las fauces de los leones? Tampoco los criptojudíos a los que denunciaban ante la Inquisición y obligaban a comer tocino deberían haberse negado, total, ¿qué daño les iba a hacer un mordisquito?

Ustedes, señores creyentes en la verdadera fe, dirán que estoy mezclando churras con merinas, y yo les digo que mezclar la fe con cualquier otra cosa es una aberración.

Dios es íntimo, y se debe reflejar en tu vivir cotidiano, en no manejar por el hombro, en no rebuscar, en no pagar coima, en no violar a tu hija o a tu sobrina. La religión verdadera no se funda en grandes gestos grandilocuentes, sino que se expresa como nos dice Mateo 6: 5-6. Deberían leer el Nuevo Testamento, al fin y al cabo, es la palabra de su dios.

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