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Bassan: 'El arte es un intento de resolver mi existencia'
- 30/11/2022 09:56
- 30/11/2022 09:56
Para el artista panameño Nessim Bassan, el arte se ha convertido en una necesidad. “Vivo en una perpetua euforia”, reconoce el pintor a La Estrella de Panamá, quien estrenó una exposición este jueves 24 de noviembre en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), la cual recopila sus más de 50 años de trayectoria.
Un transitar que, como el arte mismo, ha sido solitario por momentos. “Pintar es un acto solitario por definición”, explica el pintor, pues se trata del artista y sus materiales en una conversación introspectiva. “Muchas veces puedes tener una idea para hacer algo, pero tu mente se debate entre el sí y el no”, señala.
Este debate constante es la forja donde se fragua la idea tras sus obras, la cual, una vez clara, da pie a que Bassan desarrolle sus cuadros. “Cuando la imagen viene a mi mente ya sé la técnica, el tamaño, el color, el proceso y todo lo necesario”, dijo. “Es como tener un plano de lo que voy a hacer y después el proceso de carpintería”, detalló.
Para Bassan, pintar es algo “hipnótico”, pues no se percata del significado de sus obras, hasta que están finalizadas. “Después de que termino la obra y pongo el título, me doy cuenta de lo que ocurrió”, dijo a este medio.
La carrera de Bassan ha tenido múltiples referentes, desde el pintor Alberto Dutary, quien le dio clases en la escuela, hasta Tomás Messer, quien fuera curador del Museo Guggenheim de Nueva York, quien fue clave para su desarrollo artístico. “Me ayudó a que sintiera que mi arte era valioso”, confesó. El impacto de Messer en la vida de Bassan llega a tal magnitud, que el pintor lo cataloga como “la persona más valiosa en su desarrollo artístico”, pues le ofreció abrirle un estudio patrocinado por el museo en Nueva York, a la edad de 20 años.
Pancho López, curador de esta exposición, define la técnica de Basán como “un bucle de rebuscados caprichos que azarosos llegan a la mente del creador como destellos de genialidad –o quizá de locura–, pero que nos remiten a los mundos inimaginables de lo perfecto”.
“En el arte japonés no hay ningún elemento que sobra”, alega el pintor, quien movido por el arte de la inglés Trixie Briseño desarrollo su técnica. “Cualquier elemento extra en la obra, dañaría todo. Como hay tan pocos ingredientes en mis obras, cualquier cosa adicional resaltaría mucho”.
“El arte es un momento por resolver mi existencia”, afirmó Nessim Bassan, quien relató con alegría para este medio que nunca había encontrado tantas razones para seguir desarrollando su arte, como ahora. “Cada cuadro es una pieza en el rompecabezas de mi vida”, detalló.
Para Pancho López, “pocas obras logran tener la precisión y la elegancia que el artista Nessim Bassan consigue en cada pieza. La sutileza de lo geométrico permite establecer un juego que se da entre la minucia y el detalle, entre la complejidad y la simpleza. Sin embargo, intrincadas conexiones se establecen en cada imaginario que crea. Finas capas de pintura se enciman sobre el lienzo o se sobreponen al papel, logrando que la luz genere su propia magia y sus propios juegos”.
Eso representa la obra de Bassan, que será expuesta a partir de este 24 de noviembre en la sala La Bóveda del MAC, una celebración de su búsqueda de esas “piezas de rompecabeza” que le dan sentido a su persona.