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- 03/02/2020 00:00
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Miguel José González Tello, así aparece el nombre en su cédula de identidad personal, pero él escoge el apellido materno para que lo identifique, a sus apenas 23 años de edad, a la profesión que decidió: ser pintor y ser famoso. Tello pertenece a ese grupo de jóvenes artistas que despiertan el interés con sus nuevas creaciones. ¿Quiénes son estos nuevos pintores?
En su mayoría, poseen una buena preparación superior universitaria, proviene de familia trabajadora, hablan desinteresadamente de política (panameña e internacional), orgullosamente presumen comprender el mundo artístico, pinta sin haber frecuentado escuelas de artes plásticas; pese a todo esto, aceptan el reto comercial, encontrándose hoy en las tarimas mercantiles y sin saberlo, se encuentran forjando el presente artístico panameño.
He presentado a través de Café Estrella a varios de ellos —en este espacio de cada lunes— quienes en su mayoría hacen parte de esa nueva juventud talentosa, que interpreta la contemporaneidad sin dogmas ciertos, permitiéndoles liberar sus pinceles a nuevas posibilidades.
Los Coconut's Pty no hacen parte del otro filón de exponentes jóvenes panameños que se encuentran adormecidos por la “dictadura de los curadores”, que tratan de inyectar ajenas disciplinas para encerrarlos, bien amaestrados, en salas de museos; curadores “Divos” que se escudan detrás de la validez de las artes contemporáneas, domesticando discípulos bajo sus narcisistas visiones de cómo debe ser el arte en esta actualidad. Por imposible que nos parezca, ellos también hacen parte de nuestra realidad artística.
Los Coconut's Pty tampoco son ese grupo de pintores, que, con titánicos sacrificios han estudiado en las mejores escuelas de artes plásticas de Panamá, que tratan de organizarse en colectivos o asociaciones para buscar espacios donde expresar sus inquietudes, alejados del mundo comercial… también para ellos existe un lugar en las expresiones artísticas de Panamá, por esos proponemos a menudo algunos de ellos.
Es así que, continuamos con la presentación de esos jóvenes que de una u otra man era, escriben la historia de nuestra plástica Nacional. Para tal propósito hemos invitado a Tello, un brillante joven de la generación de Los Coconut's Pty, que desde ahora nos inquieta con sus obras y su original manera de expresar sus ideas sobre las artes. Paso a transcribirles nuestro cordial coloquio:
De niños, siempre buscamos saciar la curiosidad que tenemos ante el mundo que nos rodea. En mi caso, fue a través del dibujo. Me llamaban mucho la atención los libros ilustrados que encontraba en casa, y las portadas de películas clásicas dibujadas a mano.
Mis estudios fueron en la Escuela Secundaria Pedro Pablo Sánchez en la Chorrera, donde me gradué de bachiller en Ciencias como un estudiante regular, mas siento que lo que hizo la diferencia en mí, fueron las actividades extracurriculares: pintar después de clases e investigar.
Una de las falencias de mi colegio, era que la biblioteca no tuviera libros de arte clásico o de poesía contemporánea, buena música clásica, cine, o de fotografía en blanco y negro.
Debo decir que, el ser bachiller de Ciencias, aportó a mi curiosidad ese toque sistemático e investigativo, de lo que sea que quisiera aprender del arte; una de mis materias favoritas estando en el colegio, era la física, y mi gran amor, la filosofía. Siempre pensando en las interrogantes que se hacían Sócrates y Platón.
Esto fue lo que hizo que investigara un poco más, primero sobre la historia en general, para después aprender sobre la historia del arte, los periodos que la formaron y cómo se trabajaba la pintura clásica, lo que para mí es un proceso que se nutre de romance.
De los pintores neoclásicos, William-Adolphe Bouguereau tiene la capacidad de causar sensaciones distintas en el espectador, tensión, tristeza, alegría —eso es lo que me atrapa de su obra— la emoción que puede causar una mirada dentro de la composición.
De Gottfried Helnwein, lo que me fascina es que, dentro del hiperrealismo, causa con una pincelada minuciosa, un significado más profundo que manifiesta una crítica social. Como también Antonio López, Rembrandt y los panameños Brooke Alfaro y Kansuet.
Neoclasicismo y Realismo, ambos me gustan por la fidelidad que tienen a la realidad; igual que el impresionismo que provoca conmociones al alma… y claro está, también se presta para dar un significado o crítica constructiva a una situación que se esté dando.
Es una búsqueda constante por entablar una conversación inconsciente, sub real y emocional, entre el espectador y el modelo. Mezcla de conocimientos antiguos y contemporáneos, dicho de otro modo, una irreverencia demoledora.
Totalmente. En mi caso, a los 16 años pude viajar por primera vez a Europa gracias a un premio que me otorgó la Fundación Olga Sinclair. El hecho de ver obras que sólo podía observar en libros y poder consumir arte de primer mundo, cambió mi percepción de la vida.
El círculo del arte se nutre constantemente de la sociedad y la sociedad es cambiada a cada momento por las influencias artísticas.
Creo que hay propuestas muy interesantes, que la tecnología ha diversificado y expandido las fronteras del arte. Lo único en lo que no estoy de acuerdo con los postulados del arte, es que cualquiera derivación del arte no puede ser un medio para justificar nuestras carencias intelectuales en otras áreas del conocimiento humano.
Las expresiones artísticas en contraposición deberían ser el canal para transmitir nuestros ideales y formas de percibir nuestro entorno.
Lo que pienso es que, como país aún no somos lo suficientemente humildes para aceptar que tenemos una carencia en ciertos campos y no somos capaces de ser interdisciplinarios. Sin embargo, como país debemos destacar nuestras tradiciones y costumbres para no olvidar nuestros orígenes.
Debemos tener museos del estado con arte de todo el mundo. Uno de mis grandes sueños es poder ver el Museo Reina Torres de Araúz abierto.
Pienso que es una búsqueda constante por la valoración de las artes como sentido de educación emocional e intelectual.
Sí, creo que el crecimiento que ha tenido Panamá en los últimos 10 años en todas las áreas del arte en general: música, canto, actuación, fotografía y pintura, ha sido grande.
Más que un espacio donde un joven artista pueda exponer, lo que se debería desarrollar en Panamá son los museos para consumir arte, tener colecciones permanentes de artistas mundiales y una gran colección de grandes maestros panameños.
Mi futuro inmediato está en búsqueda constante de la perfección en mi obra, seguir trabajando con la galería que me representa—Galeria Habitante—, y en marzo continuaré mis estudios de arte en la Barcelona Academy of Art. Pretendo seguir expandiendo el mercado de mi obra en EEUU y Europa.
Creo que es un diálogo constante con la obra. Antes de empezarla hago bosquejos de cómo quiero ver la obra por temas de la composición; pero también es cierto que en el proceso me he topado con el hecho de saber que le falta algo que no he puesto en el boceto principal, añadiéndolo o quitándolo de la obra.
Nuestros mejores deseos para que Tello logre sus sueños. Para ustedes, queda nuestra invitación para que el próximo lunes, nos acompañen con otros artistas de la generación de los Coconut's Pty, que están sacudiendo a nuestro Panamá. Consumamos el hermoso arte panameño.