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Ese día del 9 de septiembre de 1973, la señora Basilia Pinto, de familia oriunda de Veraguas, da a luz a un niño, hijo del capitalino Federico Benalcázar, a quien nombra Alexis. La familia hace crecer a esta criatura en los populosos multifamiliares de Villa Guadalupe del corregimiento de San Miguelito. Pese a los turbulentos cambios familiares, al Alexis recordar su presencia en la escuela primaria Estado de Israel y después en el Instituto [José] Dolores Moscote, lo hace con extraordinario placer, remarcando con mucho énfasis que: “Crecí en San Miguelito, pero nunca perdí mi norte”. Sus ojos brillan de alegría y termina diciendo: “Y no soy maleante” -sonríe frunciendo el ceño.
Amable lector, el artista que hoy nos acompaña es un producto de la tenacidad por alcanzar metas y superar obstáculos. Además de hacerlo con extraordinaria capacidad, produce obras en el periodo en el que una anestesiada memoria, es fatiga de reconocer, en aquella vanguardia artística del cual Alexis Benalcázar es un extraordinario exponente.
El Departamento de Expresiones Artísticas (DEXA) de la Universidad de Panamá, creado el 17 de noviembre de 1969 bajo la dirección de la profesora Aurea Torrijos Herrera, crea talleres múltiples para las artes visuales. Estos talleres fueron soporte para cimentar las artes experimentales en Panamá. En ese entonces, eran atrevidos exponentes que desafiaban lo establecido, Raúl Ceville, Aguilar Ponce y Emilio Torres, con dos importantes exposiciones: Ambientes 1971 en la Universidad de Panamá y las instalaciones para el Instituto Panameño de Artes el 18 de agosto del mismo año; puntas que anunciaban un nuevo renacer.
La sala expositiva del Dexa- Galería de Arte -, fue inaugurada el 25 de enero de 1972. Sus directores, Aguilar Ponce y Daniel Richards, abren a la posibilidad de producir artes experimentales, mezclando todas las expresiones artísticas en bloques bien determinados. El tercer director de la Galería DEXA, que la empuja con más vigor, es Ricardo Mata. Entonces, en 1976 se abren las experiencias hacia el video y a las ambientaciones artísticas, bajo la firme conducción de D. Richards cuyo “Grupo de arte experimental en movimiento” fue conformado por “Merejo” Zaldívar, Rodrigo Jaén y D. Richards hasta hacer nacer Erotika 77, la fusión del arte se hace realidad por los artistas visuales provenientes del teatro, la música, la danza y otros. Participaron Sonia Fergunson, Dolores Panzón, Julio Araúz, Armando Villamil. Inmediatamente nace en el año 1978 hasta 1991 el grupo experimental de Ars Natura, conducido por R. Jaén y “Merejo” Zaldívar.
Pero regresemos a Alexis.
“Su niño Alexis debe hacer terapia, porque es muy inquieto”. Así sentenciaron las maestras, de manera que el padre Federico Benalcázar tuvo que llevarlo a la doctora Aguirre, quien le da a Alexis un tablero entero para él; allí deja a todos boquiabiertos, pues llena todo el tablero de dibujos de dragones echando fuego por la boca, pájaros, mariposas, y tuvo que ser detenido ya que su capacidad para el dibujo era sorprendente y muy preciso, pese a que nunca había recibido lecciones de arte.
Fue entonces cuando las maestras lo inscriben en los concursos de dibujo y gana su primer certamen. El premio que recibió el impúber Alexis fue un Diccionario Enciclopédico Larousse, regalo que devoraba cada noche. Su padre, al ver el interés por la historia y las artes, le regala la Enciclopedia Dime, de la cual Alexis recuerda a memoria el primer capítulo Dime por qué y el quinto Dime y Cuéntame.
Alexis frecuentaba el [José] Dolores Moscote y entre los banquillos vendía a escondidas un semanario que consistía en carpetas decoradas por él con sarcásticas caricaturas, ironías de personajes de la escuela y de la vida pública. En ese periodo soñaba junto a las comunidades roqueras reunidas en Obarrio en sitios como el Galáctica. Se gradúa y entra a la Escuela de Bellas Artes de la Facultad de Arquitectura, teniendo como profesores a Berta Polo, Guillermo Mezza, Edgar y Miriam Hernández y Rafael Martí. Allí, Benalcázar se siente más fuerte siendo miembro activo de la escuela, hasta que la Escuela de Bellas Artes pasa a la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Panamá, reforzando su educación académica con Antonio Madrid, Zar Duarte, Daniel Villaguirre y Rodrigo Jaén (1993-2000). Cabe remarcar su cercana amistad con el maestro Adriano Herrerabarría.
Una tardecita, el pintor Benito Santana y Alexis fueron al conversatorio que brindaba Alfredo Sinclair. Ahí, el maestro Sinclair mencionó (entre tantas cosas) la catarsis en las artes, y a Alexis le queda dando vueltas esa palabra. Terminado el conversatorio, se van a calle 12, a la cantina Ciudad Verano y planifican el manifiesto para el movimiento artístico Katarsis. Ese grupo fue constituido por los jóvenes en compañía de Jorge Wirth y Rosario Carles... y en un segundo momento se une el maestro Rodrigo Jaén.
Este primer grupo creado por Benalcázar y Santana tenía como idea integrar las diferentes expresiones artísticas dentro de los contextos sociales; con la entrada y anteriores experiencias de R. Jaén el movimiento toma nuevos vigores, exponiendo en República Dominicana, en la Galería DEXA, en el Centro de Arte y Cultura, y también se unen a movimientos internacionales de Arte Postal, a la poesía visual y demás. El movimiento Katarsis en sus presentaciones expone un arte profundamente experimental, utiliza nuevos lenguajes con un enfoque de impacto visual dentro de la sociedad, sin unificarse en un estilo común. Poco a poco, el grupo incorpora a otros artistas y colectivos como Adonai Rodríguez, entre otros.
Amable lector, quisiera dejar en las palabras de Alexis parte de la conclusión de este texto y bajo su voz les transcribo sus palabras:
“Percibo una visión figurativa y surrealista de lo que podemos definir como una ciudad verde, donde el ser humano interactúa con el medio ambiente, donde sueños y vivencias quedan plasmados en recuerdos, memorias e intervenciones en nuestra naturaleza.
Tener una gran cantidad de recursos naturales es una bendición, donde lo urbano está paralelamente cercano a lo silvestre, vivir en una barriada rodeada de naturaleza me ha hecho reflexionar sobre todas las personas que estuvieron viviendo por estos lugares antes que yo...”.
Alexis Benalcázar es un artista que nos deja en herencia lecciones de gran valor, que el artista se hace bajo la ardua fatiga y metódica disciplina, no importa la procedencia de nuestra cuna. Que no podemos ocultar la riqueza dejada por muchos artistas que han escrito con mucha valentía la historia de las artes en Panamá. Y que somos custodios de un gran patrimonio creativo, que reivindica su conservación y su divulgación a las nuevas generaciones.
Un caluroso gracias a Benalcázar por brindarnos esta noble oportunidad de apreciarte con fraterno cariño.
Muy agradecido.