Jennifer Lawrence y Malala dan voz a las afganas silenciadas

Actualizado
  • 04/12/2024 15:27
Creado
  • 04/12/2024 15:10
Jennifer Lawrence, una de las productoras del proyecto, comentó a la ‘BBC’ que desde la caída del gobierno afgano en 2021, tras la retirada de las tropas estadounidenses, se sintió ‘desesperada por hacer algo’

Bread & Roses es un documental dirigido por la cineasta afgana Sahra Mani que sigue a un grupo de mujeres, quienes aprendieron a utilizar cámaras para documentar sus propias experiencias, mientras luchan contra el régimen talibán que retomó el control de Kabul en 2021.

Cabe recordar que los talibanes fueron derrocados del poder en 2001, tras una incursión militar liderada por Estados Unidos, pero poco a poco el grupo islamista fue ganando fuerza a lo largo y ancho de Afganistán, hasta retomar efectivamente el control del país a mediados de agosto de 2021.

El filme no incluye narración y adopta un estilo similar al cinema verité, permitiendo que sus protagonistas graben de forma espontánea y sin guion, con el objetivo de capturar una mayor autenticidad.

El título del documental hace referencia a las históricas campañas sufragistas del siglo XX y se asocia con el lema “pan, educación y libertad”, que ha sido utilizado en diversas protestas recientes. Grabado en los idiomas pashto y dari, comunes en Afganistán, el documental documenta los arrestos, encarcelamientos y desapariciones ocurridos durante las manifestaciones contra el régimen talibán.

Lawrence añadió que “las cámaras ayudan a sanar la desesperación”. Además, explicó que era crucial contactar con alguien dentro de Kabul, y al encontrar a Sahra Mani, con quien ya estaba familiarizada por su película A Thousand Girls Like Me de 2018, descubrió que Mani ya estaba recopilando material audiovisual de mujeres en la región. Para proteger la seguridad de las participantes, el equipo de producción les enseñó cómo filmar y ocultar el material en caso de que el talibán revisara sus dispositivos.

La activista Malala Yousafzai destacó que el documental representa “una forma poderosa de resistencia” para las mujeres afganas, permitiéndoles alzar su voz y hacerse visibles frente a los talibanes, que han hecho todo lo posible para silenciarlas. En una entrevista con la BBC, Malala agregó que las restricciones para las mujeres se han intensificado desde el inicio del rodaje, empeorando aún más su situación.

Además, Malala subrayó su creencia de que la presión pública podría obligar a los talibanes a hacer concesiones. “Para resistirlos, debemos hacer todo lo que ellos no quieren que hagamos. Las mujeres deben estar en esas salas. Los derechos de las mujeres deben estar en la agenda. Debemos denunciar el apartheid de género y asegurarnos de que se codifique en tratados, para que los responsables, como los talibanes, rindan cuentas por los crímenes que están cometiendo contra las mujeres afganas”, afirmó.

El documental dirigido por Sahra Mani, se estrenó en el Festival de Cine de Cannes, en donde recibió críticas positivas. Sin embargo, en una reciente entrevista con CBS Mornings, Jennifer Lawrence reveló que casi se abstiene de participar en el proyecto debido a las preocupaciones de su familia y amigos, quienes temían posibles represalias en su contra por el tema tan controversial.

Jennifer Lawrence explicó que su primera reacción ante el proyecto fue apoyar a las mujeres y “hacer lo que los talibanes no querían que hiciéramos”, que era proporcionar acceso y oportunidades a las personas para que pudieran documentar lo que estaba sucediendo en tiempo real.

Por su parte, Sahra Mani destacó la gravedad de la situación de las mujeres en Afganistán bajo el régimen talibán, quienes no pueden trabajar, caminar solas por las calles, cantar, tocar música, filmar dentro del país, o incluso ir a un restaurante a comprar comida.

Lawrence subrayó la importancia de visibilizar estas realidades a nivel mundial y presionar a los líderes políticos para que tomen acción, afirmando que la ONU debe reconocer de manera más decidida el apartheid de género en la región. “No lo veo como algo político. Tengo formación en cine. Tengo formación en contar historias”, agregó.

Se habla a menudo de películas que son urgentes y necesarias, especialmente este tipo de documentales sobre complicadas situaciones políticas. Y si bien es una frase que suena a lugar común, acá hay algo de eso, especialmente si se toma en cuenta que las vidas de las mujeres bajo el dominio de los talibanes en Afganistán continúa así y hasta ha empeorado sustancialmente, como se puede ver en algunas imágenes de locales abandonados al final de Bread & Roses. Un film que, a su modo, es una celebración de la resiliencia ante la más adversa situación imaginable.

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