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- 17/06/2021 00:00

La escena del cine de animación es un territorio fértil para plasmar ideas e historias que no serían posible en la vida real. Es un espacio para volcar la creatividad de forma libre y expresar comentarios sociales, humanos y reales en un pantallazo de fantasía y surrealismo. Hace 20 años, Walt Disney Animation Studios dio el salto a un nuevo género en su colección de cintas: la ciencia ficción, y fue con Atlantis: El imperio perdido (2001) que la Casa del Ratón dio un paso de fe para una nueva audiencia.
El largometraje estuvo a cargo de la dirección de Gary Trousdale y Kirk Wise, quienes trabajaron juntos en la dirección de cintas reconocidas como La bella y la bestia (1991), y El jorobado de Notre Dame (1996), también dentro del sello de Disney. La historia basada en la mitología alrededor de la desaparecida isla de Atlantis se centra en el joven cartógrafo y lingüista Milo Tatch (Michael J. Fox en inglés, José Antonio Macías en español) quien emprendió un viaje para descubrir los restos de la civilización hundida en el mar, con la ayuda del único documento histórico que contiene sus coordenadas, llamada el Diario del Pastor, y un equipo de élite, pero descubrirá que en Atlantis nada es lo que parece.
Pese a que la cinta no fue la mejor de su año, al visitarla nuevamente, quienes la conocieron en su juventud o niñez, podrán tener una nueva perspectiva de los avances tecnológicos y de historia que envuelven la historia de Milo y los atlantes liderados por la princesa Kida (Cree Summer en inglés, Nailea Norvind en español), además de los hitos que logró dentro de la Casa del Ratón. Atlantis fue la primera cinta de Disney en centrarse en la ciencia ficción (que luego sería seguida por El planeta del tesoro en 2002), utilizar tecnología de imágenes creadas por computadora (CGI, por sus siglas en inglés) durante la mayor parte de su creación y no contener canciones, lo que durante la época del Renacimiento de Disney (1989-1999) había sido la salvación de la productora y lo que la posicionó en altos estándares cinematográficos.

Aun cuando Atlantis fue una de las últimas películas que se atrevió a desafiar los límites de Disney con diversas curiosidades (último personaje que aparece fumando en escena, muertes explícitas, explosiones, violencia, el héroe no tiene características obvias), contó con música característica de James Newton Howard (Mujer bonita, El fugitivo) y reunió a diversos personajes únicos, fue considerada una cinta que no cubría la madurez suficiente para los adultos, ni la inocencia para los más pequeños.
Su fracaso en taquilla llevó a que la productora de Mickey Mouse cancelara un proyecto, ya comenzado, de una serie basada en la vida de Milo como habitante de Atlantis junto a Kida. Los episodios que ya estaban terminados se convirtieron en la secuela de la cinta, Atlantis 2: El regreso de Milo, que fue distribuida directamente a DVD y no recibió buena aceptación por los fanáticos de la original.

En 2001, el mundo de la animación dio a luz a muchas cintas icónicas para la cultura popular, tales como: Shrek (Dreamworks Animation Studios), El viaje de Chihiro (Studio Ghibli) y Monsters, Inc. (Pixar). Pero, la llegada de Atlantis dejó un legado que Disney no ha podido repetir, basado en la audacia de intentar algo diferente sin importar lo que sea la “receta del éxito”.
En Atlantis conocemos un lado especial de la dirección narrativa que buscaban Tab Murphy (El jorobado de Notre Dame, Tarzán), Wise y Trousdale, dando mayor tiempo en escena a los personajes secundarios, brindándoles historias de trasfondo que profundizaron las razones de sus acciones y sus momentos tanto cómicos como emotivos. La colaboración entre los personajes, incluyendo al villano, el carismático comandante Rourke, dio a Atlantis un respiro de aire fresco, al presentar una gama de personas reales, con conflictos morales y buscando sobrevivir en una sociedad distinta a la que conocemos hoy (la cinta se ambienta en 1914), dispuestos a luchar sin dejar a un lado su humanidad.
Si bien la cinta no es perfecta y presenta diversas fallas de continuidad y en la animación de escena a escena, sigue manteniéndose como una escuela de aprendizaje cinematográfico.

En la actualidad, fanáticos de la cinta se han pronunciado en diversos foros de internet con la posibilidad de hacer un remake de la película animada y traerla al plano del live action, como ha hecho Disney en sus últimas cintas (Cruella, Mulan), sin embargo, Trousdale comentó al sitio especializado Movieweb en 2020: “En mi opinión objetiva, la película animada sigue siendo mucho mejor, todas lo son. He escuchado la insistencia de internet, pero Disney dejó en claro durante la convención D23 donde anuncian sus próximas cinco películas, que Atlantis no está en el paquete”.
Por su parte, el co-director Kirk Wise anotó: “He escuchado que los fanáticos la aman, y han dicho que quisieran ver una versión de acción viva, pero no he recibido información directa de Walt Disney Studios, por lo que creo que no estará en sus planes”. Y aunque la idea de tener un Milo Tatch o una Kida de carne y hueso suena atractiva para la gran pantalla, el legado de su versión original sostiene las infinitas posibilidades y metas que se logran a través del arte de la animación.