Ciencias espaciales y desarrollo sostenible en Panamá

Actualizado
  • 30/06/2023 00:00
Creado
  • 30/06/2023 00:00
La soberanía tecnológica es crítica para generar nuevas oportunidades y cerrar las brechas entre los países. Panamá está construyendo un “ecosistema” para aprovechar los beneficios de la tecnología espacial
El nanosatélite CubSat podrá obtener, descargar, almacenar y entregar información de Panamá.

Incursionar en los avances espaciales y en la industria astronáutica puede parecer una meta muy ambiciosa para un país pequeño como Panamá. Sin embargo, en las dos últimas décadas se ha ido estructurando un “ecosistema” propicio para este tipo de actividades.

Entre los años 1999 y 2004, la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) fomentaba las observaciones del cielo en eventos abiertos al público, en conjunto con la Asociación Panameña de Aficionados a la Astronomía (Apaa). Con los años se fueron organizando diferentes grupos de aficionados.

En 2004 la Embajada de Francia donó un telescopio Meade a la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP) y en abril de 2011 se inauguró el Observatorio Astronómico de Panamá (OAP) en los terrenos del Centro Regional de la UTP en Coclé.

La observación de la Tierra es útil para identificar riesgos y tomar decisiones respecto a la agricultura, seguridad alimentaria, salud pública y gestión hídrica.

A partir de 2017, la Senacyt empezó a impulsar la Olimpiada Panameña de Ciencias Espaciales (OliPaCE) para incentivar a los estudiantes de todas las regiones educativas a interesarse más en materias como matemática, física, astronomía, astronáutica y ciencias afines.

A través del Programa de Utilización del Espacio para el Desarrollo Nacional (Pueden), liderado por el OAP, se espera potenciar la economía, el desarrollo tecnológico basado en el espacio, la investigación científica, la innovación, la cooperación internacional y oportunidades educativas.

El 15 de junio pasado, en un acto celebrado en la UTP, se anunció que Panamá desarrollará y pondrá en órbita el primer nanosatélite panameño en 2025.

Ciencias espaciales y desarrollo sostenible en Panamá
CubSat

El satélite panameño será un cubo de 10 cm de longitud, 10 cm de ancho y 10 cm de largo. Su diseño será complejo y robusto para soportar las condiciones extremas del ambiente espacial, las altas vibraciones durante la fase de lanzamiento, la presión y cambios de temperatura extrema. Deberá ser capaz de realizar las tareas programadas, comunicarse con la estación terrestre y transmitir datos específicos. Su vida útil orbital será de unos seis meses.

En su interior contará con un sistema de comunicación, transmisión y recepción  de telemetría. Tendrá sistemas de control para la orientación y estabilidad, y de comando y manejo de datos. Otros subsistemas darán soporte a los componentes, entre ellos, el de estructura y el térmico.

Ciencias espaciales y desarrollo sostenible en Panamá

La carga útil, considerada el corazón del satélite, determinará la información que proporciona el dispositivo desde el espacio. Un sistema de identificación automático  se encargará de captar las señales para procesarlas y enviarlas a Tierra permitiendo la localización.

Con el proyecto “CubSat Panamá: PanSat”, se busca allanar el camino para crear y desarrollar capacidades nacionales en el sector satelital, y explotar el potencial que tienen las ciencias espaciales para el desarrollo socioeconómico del país.

La primera fase consistió en la capacitación del recurso humano panameño dentro del proyecto 'Desarrollo e implementación de tecnología espacial en la logística y la agricultura nacional (Ditelan)', presentado en 2019 por la UTP, el Instituto para la Formación y Aprovechamiento de los Recursos Humanos (Ifarhu) y la Autoridad de Innovación Gubernamental (AIG).

Dr. Rodney Delgado, director de la Dinace de la UTP.

El Ifarhu otorgó becas a egresados de la Universidad de Panamá y de la UTP para estudiar maestrías de especialización en aplicación de información satelital, instrumentación satelital, y tecnología satelital, en Argentina.

“Nos embarcamos en un viaje en 2020 al Centro Espacial Teófilo Tabanera en Córdoba, Argentina. En medio de una pandemia y con todas las dificultades, cursamos nuestras maestrías y adquirimos los conocimientos necesarios para el proyecto satelital”, explicó la ingeniera en electrónica y de telecomunicaciones Neyra Poveda, quien cursó la maestría en instrumentos satelitales y se encarga de la parte de comunicación y la carga del satélite.

En los últimos cuatro meses, una docena de profesionales ya formados ha realizado el estudio de factibilidad de la carga útil, análisis de generación y consumo de potencia, análisis de configuración estructural, parámetros orbitales, flujo de datos científicos, toma de decisión sobre el sistema técnico y otros.

Profesionales capacitados para el proyecto satelital

Los resultados generales de la primera fase se presentaron al equipo de la Universidad Sapienza de Roma, que tiene un convenio de cooperación científica y cultural con la UTP. Y el 15 de junio se presentó la segunda fase en dicha universidad.

En la segunda fase, el nanosatélite “CubSat” será capaz de obtener, descargar, almacenar y entregar información satelital panameña.

La colaboración del Instituto Italo-Latinoamericano (IILA) y de la Universidad Sapienza de Roma, Italia, ha sido instrumental. Esta alianza permitirá no solo la construcción del satélite, sino también la formación del recurso humano. En este contexto, se realizó el primer encuentro técnico donde participó el equipo de la Dirección Nacional de Ciencias Espaciales (Dinace) de la UTP y el Dr. Paolo Marzioli, investigador de ingeniería mecánica aeroespacial de la Universidad Sapienza de Roma.

Autoridades
Detalles

Panamá ratificó, en abril de 2023, el “Tratado sobre los principios que deben regir las actividades de los Estados en la exploración y utilización del espacio ultraterrestre, incluso la luna y otros cuerpos celestes”, creado en 1967. Se espera que el país elabore su política nacional espacial.

La UTP, la Senacyt, la Cancillería y la AIG han impulsado el proyecto 'Copernicus Data Center-Panamá', que consiste en crear las competencias sobre la observación de la Tierra y compartir datos geoespaciales a nivel de Latinoamérica y el Caribe para mejorar la gestión y conservación del ambiente. Con este fin, Panamá alojará, en la Ciudad del Saber las instalaciones del Centro Regional de Datos del Programa Espacial de la Unión Europea.

La tecnología permite monitorear los objetos cercanos a la Tierra y su potencial riesgo. También se pueden obtener datos exactos, fiables y de manera continua para la toma de decisiones en temas como la vigilancia de la salud pública, agricultura, seguridad alimentaria y gestión hídrica.

“Observar la Tierra desde arriba es tan importante como hacer investigación en biología marina o conservación de especies y ecosistemas terrestres. Nos permite identificar riesgos, hacer predicciones ambientales y prepararnos en materia de desastres”, comentó el Dr. Eduardo Ortega Barría, secretario nacional de la Senacyt.

Durante la presentación del CubeSat, el Dr. Rodney Delgado Serrano, exbecario de la Senacyt, astrónomo y astrofísico que dirige la Dinace, señaló que “ningún sueño es demasiado grande, ninguna meta gigante, y ningún reto demasiado desalentador para la comunidad de la UTP, ni para el pueblo de Panamá”.

“Este proyecto nos convierte en el tercer país de Centroamérica y el Caribe en desarrollar un proyecto de tal reto satelital y de innovación. Esta acción propone cerrar la brecha entre los países que van a la vanguardia en tecnología espacial y genera oportunidades de aprendizaje disruptivo a nuestros estudiantes”, dijo la ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos.

El administrador general de la AIG, el Ing. Luis Oliva, dijo que se necesita mucho capital humano y la sensibilización de los estudiantes “porque el futuro se está construyendo con los muchachos que están hoy en la secundaria y en las universidades”.

“Tengan la capacidad de soñar, de creer que podemos cambiar el destino de nuestro país y aportar valor a lo que hacemos. Podemos generar los cambios que necesita la sociedad”, concluyó el Dr. Delgado.

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