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- 30/11/2024 00:00
- 29/11/2024 18:40
Durante estos nueve años de estudio de las ciencias de la comunicación no verbal, detección de mentiras, lenguaje corporal y análisis conductual para perfilación criminal, tuve la oportunidad de tener a maestros de una trayectoria impresionante que venían de la rama de la criminología, psiquiatría forense, análisis conductual, espionaje y contra-inteligencia de entidades como el FBI y la CIA.
Mi primera experiencia con agentes de estas organizaciones fue en un extenso taller de detección de mentiras con Susan Carnicero y Phillip Houston (CIA), luego vino Chris Voss (FBI); de él recomiendo un libro titulado Rompe la barrera del No.
Conforme iba aprendiendo, logré tomar cursos más avanzados en criminalística y análisis conductual con los agentes Joe Navarro, Mary Ellen O’Toole y Thomas Neer y, terminando 2023, pude estudiar con John Douglas, agente fundador de la UAC (Unidad de Análisis Conductual del FBI), personaje que inspiró la serie de Netflix MindHunter. A casi todos ellos los conocí a través de otra gran perfiladora argentina llamada Laura Quiñonez Urquiza y por el criminalista Vicente Garrido... mis mentores.
En este 2024, recibí una Master Class en “El arte de la contra-inteligencia y negociación”, con Michael Morrell, Dawn Meyerrriecks y Brian Carbaugh, todos exdirectores la CIA.
¿Por qué le hice esa introducción? Simplemente para que tome nota de los consejos que recibí y que estoy a punto de revelarle ya que, con el tiempo, descubrí que todas y cada una de sus masterclass no solo se aplican en temas de investigación, sino también en el mundo de los negocios (sea cual sea) y recursos humanos.
Consejo #1: Toda persona basa sus acciones en pensamientos y contextos que le rodean, por tal motivo, es muy difícil hacer alguna actividad sin que las emociones entren al ruedo y afecten directa o indirectamente un resultado; de hecho, las únicas personas que pueden ser frías y calculadoras a la hora de tomar decisiones, créalo o no, tienen rasgos psicopáticos.
Por ende, antes de tomar una decisión crucial en su vida debe olvidarse de los sesgos como: juicios valorativos (sobre todo si no conoce a su contraparte), interpretaciones predeterminadas (olvídese de los bochinches), bien puede escuchar opiniones grupales, pero evite a toda costa que permeen su propio criterio y le distorsionen la realidad y, por último, procure no tomar “decisiones pendulares”, o sea, honre su palabra y, lo que decida, ¡manténgalo y acepte las consecuencias!
Consejo 2: Use la técnica WAIT (del inglés Why Am I Talking): ¿por qué estoy hablando?, ¿con qué propósito voy a tocar este tema?, ¿cómo me podría afectar a mí o a quienes me rodean?, ¿lo que diré, cambiará la vida de alguien? Steve Jobs ya lo había planeado: “si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy? Cuando la respuesta ha sido “no” durante muchos días seguidos, sé que tengo que cambiar algo”.
De hecho, también se llama WAIT porque traducido significa “espere” y se inspira de la frase: piense antes de hablar.
No existe nada más narcisista y psicopático en el mundo de los negocios y relaciones humanas que tomar decisiones claves, importándole muy poco o nada las consecuencias tanto para usted como para el resto de su entorno.
Consejo #3: Puede usar también la técnica WASTE (del inglés Why Am Still Talking Endless) ¿Por qué sigo hablando sin parar?... a veces solemos escribir o hablar con las emociones desbocadas, dejando a un lado la razón. Aquí, deseo recordarle dos refranes que han pasado de generación en generación: quien mucho habla, mucho yerra y, por la boca muere el pez.
WASTE, traducido del inglés es desperdicio; los estadounidenses le dicen trash talk o sea plática basura y ¡sí!, cuando perdemos el objetivo y nos desviamos de la esencia y razón nos gana la emoción y comenzamos a tirar basura a todos y a todo sin darnos cuenta.
Consejo #4: No comprometa su conocimiento por la forma en la que se desempeña. Muchas personas han perdido oportunidades clave en la vida y hacen que su sapiencia pase a un segundo plano porque no saben leer adecuadamente el contexto y quienes le rodean.
Créame, hay muchos profesionales brillantes y suelen tener más títulos de los que se imagina, pero son brutos emocionalmente hablando, y ello les causa graves problemas en la vida profesional y personal. No tienen idea o no les interesa leer el contexto, descubrir lo que el lenguaje corporal de la otra persona les grita y siguen hundiendo su talento, expertís y reputación. Ello refleja su narcisismo puro.
Consejo #5: Sepa tomar riesgos y decisiones. Aquí la palabra clave es ¡analizar! Personas como Steve Jobs, Bill Gates, Elon Musk, Mark Zuckerberg, Jeff Bezos, Warren Buffett, entre otros, saben tomar los riesgos correctos en los momentos correctos.
Para ello, hacen una lista de pros y contras con respecto a sus decisiones, exploran las opciones viables, analizan las ganancias potenciales versus las pérdidas, construyen un plan basándose en hechos y no en especulaciones y, por último, creen en su potencial y respetan sus propias decisiones aceptando sus consecuencias, porque si se equivocan, de ello pueden aprender.
Consejo #6: Lo que proponga debe ser simple, claro, oportuno, atractivo y accesible para todos, pues si lo que desea comunicar solo lo entiende usted, solo se quedará con usted y con nadie más.
¡Oh, sí! Para ser un profesional de excelencia, primero debe ser un gran analista y lector de conductas, tener la empatía como habilidad clave y, le juro, puede hacer magia si está despuesto a escuchar su entorno y escucharse a usted mismo de vez en cuando.