Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
- 21/09/2024 00:00
- 20/09/2024 19:14
En cuanto a los problemas agropecuarios, por ser el sector agropecuario panameño uno de los más complejos, necesitados de reformas, nueva conciencia y tecnología. Estimamos que, en el ámbito técnico, no deben escatimarse esfuerzos ni recursos para aplicar a la producción las tecnologías más avanzadas, así como para propender a una profundización de la investigación científico-técnica aplicada al sector agropecuario, con planes paralelos de capacitación campesina. Toda política agropecuaria debe ir destinada, no sólo al aumento de la producción, sino también a la preservación de los recursos naturales, de manera que las explotaciones agrícolas y pecuarias no pongan en peligro el medio ambiente.
De otro lado, debe hacerse del campesino panameño partícipe de los beneficios técnicos y de los aumentos en la producción, dándole para ello facilidades crediticias, asistencia técnica y orientación social.
Las organizaciones campesinas de producción son la respuesta más adecuada al atraso agrario, porque así es más fácil y menos costoso el acceso a los beneficios y adelantos técnicos, al tiempo que se puede hacer de ellas empresas comunitarias de autogestión que capaciten a los campesinos para alcanzar más altos niveles de vida.
La reforma agraria debe orientarse a evitar el latifundismo, la ociosidad de la tierra, el minifundismo, el nomadismo y el absentismo, para lograr que la tierra cumpla su función social.
Afirmamos que la Fuerza Pública tiene una importante misión que cumplir en la vida nacional como garante de la tranquilidad y la hacienda, así como de la vida del panameño. Debe estar al servicio de la defensa de la integridad territorial, y en todo momento supeditada al poder civil, por lo que no es tolerable que pierda su carácter profesional y se convierta en órgano deliberante en la política del país.
Por ello, luchará porque se establezca un estatuto profesional a fin de distinguir claramente cada una de las armas que requiera el país; señalándose específicamente los deberes y atribuciones, así como las sanciones al incumplimiento de estos, tipificando delitos y señalando penas por la sedición militar, la insubordinación y otros que, por razón del carácter militar del sujeto activo, exigen una sanción más ejemplar y un juzgamiento más riguroso.
Consideramos que la mujer panameña debe tener igualdad de oportunidades y facilitársele también igualitariamente su superación personal y profesional, de manera que pueda continuar contribuyendo de manera absoluta al desarrollo nacional.
Aspiramos a que la juventud panameña sea esencialmente crítica y democrática, comprometida en la lucha por la libertad y la liberación, a fin de que se desarrolle integralmente en el seno de la sociedad con todas las oportunidades necesarias para cristalizar un ciudadano nuevo, comprometido de manera independiente en la solución de sus problemas generacionales.
Aspiramos a que los medios de comunicación, como instrumentos de manifestación de todas las ideas e instrumentos de formación de opinión, sean medios de amplia y absoluta difusión de todas las ideas y pensamientos, sin cortapisas ni condiciones, sujetos sólo a responsabilidad por irrespeto y abuso.
Perseguimos incentivar la formación y constitución de toda clase de órganos de información libre, veraz y de formación, propugnando para ello la ampliación y subvención de publicaciones y demás medios de comunicación privados, del Estado, profesionales, gremiales, de partidos políticos y de las organizaciones cívicas, a fin de que la libertad de expresión no sea una simple declaración abstracta, sino que se concrete proporcionándose los elementos materiales y económicos necesarios a su realización práctica.
Velaremos porque los destinatarios de tales medios de comunicación conserven íntegro su derecho y libertad de escoger, manteniendo para ello el pluralismo informativo y su libre acceso y participación en los medios de comunicación, a fin de garantizarle su derecho de respuesta y de protesta.
Finalmente, dentro del marco de una auténtica democracia, propugnaremos por la existencia de un estatuto especial del periodista, con miras a que no se impongan trabas al libre acceso a la profesión, tratando de asegurarles una verdadera independencia económica y profesional y el derecho al secreto profesional, para que puedan llevar una existencia digna y libre con la posibilidad de mantener su libertad de juicio y de decisión, así como su capacidad de discernimiento.
En lo interno, nos integraremos con personas o grupos identificados con los propósitos acordados y los lineamientos civilistas de un Estado democrático y de derecho y que se define como un auténtico y genuino gobierno de leyes.
Lucharemos por un hombre nuevo, en una sociedad nueva, capaz de desarrollar un modelo político fundado en la realidad del país y que se propone alcanzar su liberación nacional.
Aspiramos a lograr una sociedad panameña sin tiranías, sin despotismos, sin explotaciones, sin hambre, sin temor, sin miseria, sin alienaciones, de manera que el hombre panameño tenga la certeza de que vive en libertad, en una patria políticamente libre y económicamente justa.
Lo que anhelamos es que este documento descanse en infraestructuras humanas vivas, inquietas, preocupadas por el presente y el destino del país. Lo que nos interesa es que este documento sea parte de la mística de nuestro pueblo y entendemos que para ello es necesario luchar por todo lo que aquí se expone. Son los hombres y los pueblos que tienen una mística, que no es otra cosa que el convencimiento de que están llenos de una motivación o que están convencidos de que sus convicciones tienen que realizarse en una sociedad.
Sólo los hombres que actúan y los pueblos que actúan con ese criterio pueden llegar, algún día, no solamente al gobierno, sino al poder y al cambio de sistemas, si el movimiento, el partido o la organización lo considera como objetivo fundamental.
Si nos ponemos a pensar que anualmente hay 25.000 manos más que reclaman trabajo, y que se agregan; si nos ponemos a pensar que anualmente hay menos trabajo; que va decreciendo el trabajo que se brinda; si nos ponemos a pensar que dentro de 20 años tendremos la población duplicada; si nos ponemos a pensar que el campo se está desolando al buscar la ciudad; si nos ponemos a pensar en la deuda pública panameña.
Sin ser un apologista del pesimismo, yo pienso que lo que debemos hacer aquí esta noche es un acto de profunda meditación en torno a lo que debemos hacer. En otras palabras, hacer política con imaginación.
De allí que lo fundamental en estos momentos es que todos los panameños dejemos la frivolidad, dejemos lo que podríamos llamar la actitud contemplativa, dejemos lo que podríamos llamar la actitud de falta de fe en el político y en los partidos. Es necesario que el panameño recobre su pulso de meditación en torno al presente y al futuro.
Si los panameños no nos podemos de acuerdo en que el paso inmediato es la lucha por la democracia, jamás nos pondremos de acuerdo entonces, porque aquí no habrá consenso en la lucha por el poder.
Son dos cosas completamente distintas, este es un puente de dos etapas: la primera etapa es la democracia, la segunda etapa es el poder. Luego que hemos logrado a través de una asamblea constituyente que es el único instrumento idóneo, real y auténtico, no veo otro para llegar a instituciones democráticas, para acabar las actuales instituciones autocráticas que hay en la Constitución del 72. Luego que logramos esas instituciones democráticas, entonces pasaremos a la lucha por el poder.
Pero, en la lucha por la democracia podemos identificarnos todos si tenemos el convencimiento de que es la lucha por la democracia y diferenciar que no es la lucha por el poder.
En la hora que corre Panamá, lo que interesa es que los sectores populares, democráticos, antimilitaristas, antiimperialistas, todos en un solo haz de voluntades, unifiquemos fuerzas y veamos de qué modo podemos luchar por la democracia en Panamá y después que hemos dado contra el suelo al militarismo rampante panameño y se cae la dictadura, entonces que cada oveja coja su pareja en la lucha por el poder.