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La música clásica y los inicios de la educación musical en Panamá
- 03/12/2023 00:00
- 03/12/2023 00:00
La historia de la práctica educativa de la música clásica, las sinfónicas y los conciertos de orquestas en Panamá tiene orígenes muy cercanos a la creación de la república. En el decreto de ley N° 23 del 3 de diciembre de 1911 quedó establecido que el país adoptaría las reglamentaciones del Conservatorio Nacional de Música y Declamación para la educación musical, lo que antepone un precedente para la creación de entidades culturales como la Orquesta Sinfónica Nacional y el Instituto Nacional de Música (INAM), entre otras.
Actualmente, estas organizaciones forman parte de un pilar importante dentro de la cultura y las artes panameñas, con la música como el centro de su creación. Sin embargo, por mucho tiempo Panamá fue una de las pocas naciones de la región sin contar con una orquesta sinfónica u ofrecer una temporada de conciertos, esto se debe a los fallidos intentos antes y después de la formación de la República para formar una agrupación musical y la falta de estímulo estatal en este tipo de actividades.
“Alrededor de comienzos del siglo, las labores musicales eran todavía muy deficientes. Predominaba la actividad de músicos eminentemente empíricos, que suplen con buena voluntad las forradas omisiones en su formación técnica: muchos de ellos no dominaba ni siquiera la lectura musical”, comparte Erik Wolfschoon, en el apartado 'La Música en Panamá' dentro de Enciclopedia de la Cultura panameña para niños y jóvenes, publicado en 1985.
No fue hasta un año después de la independencia de Colombia que Panamá establecería la Escuela Nacional de Música y Declamación, impulsada y dirigida por el músico y diplomático panameño, Narciso Garay, quien contaba con una gran formación musical y anteriormente había sido reconocido por el Conservatorio de Francia por sus habilidades.
Según la biografía oficial del músico, contenida en el libro sobre Orquesta Sinfónica Nacional, del maestro Eduardo Charpentier H., durante sus años como estudiante en París, Garay observó y experimentó diversos métodos de enseñanza musical europeos, lo que después funcionó como inspiración para entender cómo, según él, debía impartirse el estudio de la música en otros países, como Panamá.
El músico concebía la educación musical como un ámbito en el que el Estado debía tener participación. Garay deja claro en 'El Estado y la Música en las Américas', artículo escrito en 1916 para Revista Nueva, que las escuelas de música y los conservatorios musicales debían trabajar de dos maneras: la primera, en beneficio a los profesores, cuando los alumnos pagan a estos o en beneficio de los estudiantes, cuando el gobierno remunera a los profesores.
Con estos conocimientos, Garay y sus estudiantes también organizaron un Círculo Filarmónico en 1906, la agrupación llevó a cabo los primeros conciertos públicos en Panamá y en 1908, la escuela hizo una primera velada en el Teatro Nacional. Para el 7 de agosto de 1909 el público de la ciudad escuchó su primer concierto sinfónico, ofrecido por la orquesta de alumnos y profesores de la Escuela de Música y Declamación.
Un año después la escuela fue elevada a conservatorio, por sus grandes aportes culturales e influencia en el país, sin embargo, a pesar de su rápido progreso y rotundo éxito, el mismo fue abolido en 1918 debido a “maniobras políticas”, dos años después de que Garay dejara la dirección del conservatorio al ser nombrado Secretario de Relaciones Exteriores de Panamá.
No es hasta 1939 que se intenta conformar un grupo musical con el fin de realizar conciertos y otro tipo de actuaciones en vivo para el público panameño. Después de culminar sus estudios de música en Francia, el maestro Herbert de Castro regresó a Panamá a principios de la década con la tarea de divulgar lo que había aprendido de los músicos impresionistas franceses.
De esta manera despertó el interés público en Panamá por las actividades literario-musicales y en 1939 formó una orquesta con 30 músicos en la Unión Musical, un sindicato conformado por músicos residentes en Panamá desde 1934, con el fin de actuar en las funciones de la Academia de Baile, dirigida por Gladys Heurtematte.
Eduardo Charpentier también destaca dentro de Orquesta Sinfónica Nacional que mientras la orquesta de la Unión Musical seguía asistiendo a la Academia de Baile, también realizaron una serie de funciones en el Teatro Nacional ese mismo año, que terminó con dos conciertos en el Aula Máxima del Instituto Nacional sin remuneración económica. Durante todas las presentaciones interpretaron nueve composiciones musicales de origen español y la suite Cascanueces del compositor ruso Peter Ilich Tchaikovsky.
El 22 de febrero de 1941, la orquesta interpretó la 'Sinfonía Tropical', arreglada por el compositor panameño, Avelino Muñoz en la coronación de la reina del Carnaval. La presentación se convirtió en un éxito y sería esta misma función lo que catapultaría a la Unión Musical a convertirse en la Orquesta Sinfónica de Panamá.
Pocos meses después de la presentación, el gobierno de Arnulfo Arias decidió crear la Orquesta Sinfónica Nacional a través del decreto ejecutivo N° 65 del 27 de mayo de 1941, con Herbert de Castro, como su fundador y primer director.
Esta decisión se hizo en reconocimiento al gran impacto en la educación musical del país que tuvieron a través de los años las agrupaciones musicales y otro tipo de instituciones culturales dedicadas a la música o la enseñanza de esta disciplina. Se buscaba también que los músicos profesionales tuvieran más oportunidades de demostrar sus capacidades.
“Ya con carácter oficial, la orquesta contó con cuarenta y seis unidades con autorización de compensación económica módica. Con la creación de esta organización se dio paso al avance en el desarrollo cultural del país en cuanto al arte musical se refiere y se llenó una necesidad artística hondamente sentida en Panamá”, señaló Charpentier en su libro.
Al mismo tiempo de la oficialización de la Orquesta, el Conservatorio Nacional de Música reabrió sus puertas bajo la dirección del violinista panameño Alfredo de Saint Malo, señala el INAM en su recuento histórico institucional.
No es hasta más de diez años después de esta reapertura que el Conservatorio pasa a llamarse Instituto Nacional de Música y adquiere una estructura de estudio apropiada con el decreto de ley N° 32 del 9 de julio de 1953.
Además, el decreto creó otras escuelas de música con diferentes especialidades: Escuela de Iniciación Musical, Escuela Profesional de Instrumentos Musicales, Escuela Profesional de Canto, Escuela de Composición, Dirección Coral y Orquestal y Escuela Normal de Música Escolar para primaria.
En la actualidad el INAM es dirigido por Eric Alan Dixon Chiam y atiende a 350 estudiantes en sus diferentes niveles con la ayuda de 38 maestros.