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Entre letras y tradiciones:
la huella de Dora Pérez de Zárate


- 09/03/2025 00:00
- 08/03/2025 17:18
Alrededor de dos docenas de obras literarias y folclóricas fueron escritas por ‘Eda Nela’, seudónimo tras el que se escondía una de las mujeres que más contribuyó a la conservación del folclor nacional y dejó una profunda huella en la literatura de Panamá: Dora Pérez de Zárate, destacada educadora, escritora, poetisa y folclorista.
Nacida del matrimonio entre José Matilde Pérez y María Moreno, oriundos de la comunidad de Sabanagrande en la provincia de Los Santos, inició su vida profesional trabajando como maestra en esta misma comunidad.
Mientras tanto, en la ciudad de Panamá se codeaba con figuras como Rogelio Sinán, Otilia Arosemena de Tejeira y Rodrigo Miró en las reuniones del grupo El Crisol, en el que se reunía para hablar de cultura y literatura. Es en estas mismas reuniones conoció a quien sería luego de años de noviazgo su esposo, el doctor y folclorista Manuel Zárate.
Trabajó como guionista en el departamento de producción del Sistema Estatal de Radio y Televisión (SerTV), donde produjo numerosos programas dedicados al folclore nacional.
En el ámbito educativo, fue docente de Folclore Nacional en la Universidad de Panamá durante diez años a partir de 1961. Más tarde, impartió las cátedras de Folclore Nacional y Español en la Universidad Católica Santa María La Antigua.
Además de su gran trayectoria en la conservación de las tradiciones nacionales, Dora fue ganadora en dos ocasiones del Premio Ricardo Miró, uno de los premios más importantes de la literatura panameña.
La primera vez fue con ‘La niebla al amanecer’, en 1954, al quedar en segundo lugar en la sección de teatro. Y la segunda vez que ganó este premio fue 12 años después con el ensayo ‘Nanas, rimas y juegos infantiles que se practican en Panamá’, con el que ganó el tercer lugar de esta categoría.
Otra de sus obras destacadas fue ‘Añojal’, publicada en 1979, en este la autora recoge poemas de su propio repertorio de otras épocas. En la presentación de esta obra destacó que los mismos debieron aparecer en uno de sus otros libros ‘Parábolas’, “ pero que en la hora de la selección habían sido desechadas; [son] poemas últimos que vagaban por los cajones del archivo en busca de compañía y hay otros aún, tan desesperados por la ausencia que quizás también algún día salgan a la luz”.
Por su parte, el doctor Alfredo Figueroa Navarro, se refiere a ‘Añojal’ como “su testamento de lucidez”. “[Este libro es una] concisión oriental, recia exploración interior, búsqueda melancólica del ser que permanece frente al tiempo y al espacio que cambian, sorprendente vitalidad ante la aceptación de la ancianidad y de la muerte, rústica candidez y ansia pedagógica por dejar huellas que se entiendan y golpeen transparentemente”, destacó sobre la obra de la pionera de la literatura y el folclor panameño.
Al dedicar gran parte de su vida al estudio y promoción del folclore panameño, junto a su esposo, Manuel F. Zárate, también impulsó eventos como la Semana del Maíz y el Festival de la Mejorana en Guararé, festividades que celebran y preservan las tradiciones culturales de Panamá.
Tras el fallecimiento de su esposo en 1968, creó la Semana Folclórica Manuel F. Zárate en su honor, evento que se celebra anualmente y que destaca diversas expresiones culturales del país, como bailes, cantos y vestimentas tradicionales.
En su primera edición, contó con el respaldo del entonces Instituto Panameño de Turismo, que actualmente es la Autoridad de Turismo, y de la reconocida antropóloga panameña Reina Torres de Araúz.
La Semana Zárate se celebra cada año en la semana que incluya el 22 de junio, fecha de nacimiento de Manuel Zárate. Según Dora, “La Semana Zárate es un espacio para enseñar, difundir y se ha convertido en una verdadera cátedra del folclore”,
En el ámbito literario, Dora Pérez de Zárate es recordada como una de las primeras exponentes de la vanguardia en la poesía panameña, junto a figuras como Ofelia Hooper.
Esta gran figura del folclor y literatura del país, falleció el 29 de marzo en 2001. Tras conocerse la noticia, personas de los ámbitos en los que Dora se había convertido en una figura importante manifestaron su profundo pesar por la pérdida de esta destacada escritora.