‘La Corte tiene que votar con conciencia y responsabilidad'

El cardenal José Luis Lacunza consideró que es hora de que la justicia panameña se ponga ‘los pantalones de mayor de edad' en el caso del expresidente Ricardo Martinelli.

‘No quisiéramos que esto fuera una burla a la justicia, creemos que este caso es emblemático para la justicia de este país, y es necesario que la justicia se ponga los pantalones de ‘mayor de edad' para afrontar algo que puede ser decisivo para el futuro de la justicia', manifestó el cardenal, durante la rueda de prensa que realizó la Conferencia Episcopal Panameña para hablar de distintos aspectos del país.

‘Ojalá que la Corte Suprema de Justicia, cuando tenga que votar, lo haga con plena consciencia y responsabilidad y no para quitarse una ‘papa caliente' de las manos', agregó Lacunza, en referencia a la reunión del pleno de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) para analizar un amparo de garantías que presentó la defensa del exmandatario.

El cardenal dijo que los magistrados de la CSJ tienen que ser conscientes de que deben jugar su papel y, sobre todo, hacerlo pensando en la comunidad panameña.

Las palabras de Lacunza se dieron en medio de versiones de que el Pleno de la CSJ está dividido en cuanto a si admite o no el amparo de garantías que presentó la defensa de Martinelli.

La Conferencia Episcopal realizó su segunda Asamblea Plenaria Ordinaria Anual entre el 2 y 6 de julio pasados. Al concluir, emitieron un comunicado leído en la conferencia de prensa en el que hacen referencia a temas como la política, la justicia y la realidad de la Iglesia católica.

Los líderes de esta Iglesia abogaron por una justicia oportuna y equitativa para todos; que respete los procesos, se reduzca la mora judicial y se lleven a cabo los juicios para definir la imputabilidad o la inocencia de quienes se encuentran en el limbo jurídico porque no han sido llevados ante los tribunales.

A juicio de la Conferencia Episcopal, urge que el sistema de justicia consolide su imparcialidad, su oportunidad al momento de juzgar y su legítima autonomía.

Es preciso que quienes ejercen la justicia sancionen de manera justa a quienes transgreden la ley, aplicando las penas proporcionales al delito cometido y a su circunstancia específica, señala el comunicado.

En cuanto al tema político, la Conferencia considera que el gran pendiente sigue siendo ‘rehabilitar la política' porque ha sido denigrada por las denuncias de corrupción o por haberse alejado de su principal función que es servir a los intereses del pueblo.

Además, señala que es evidente la ausencia de debates con argumentos y el incremento de confrontaciones con agresividad.

‘Hoy observamos una mayor polarización entre las personas y fuerzas políticas, que se caracteriza por expresarse cada vez con una mayor agresividad. Pareciera que el afán desmedido de lucro, el mercado sin reglas éticas, el individualismo, la búsqueda de poder sin controles, son los elementos que se posicionan en el centro de la política y de la sociedad', señala el comunicado.

También la Conferencia Episcopal menciona la necesidad de crear las condiciones para promover una auténtica convivencia humana, a través de un diálogo constructivo, bien informado, transparente, que busque los consensos y la participación de la población, y permita encontrar alternativas de solución a los problemas sociales, económicos, políticos, culturales, ambientales, sin imponer verticalmente una solución.

Igualmente, el comunicado apunta que en la Iglesia están convencidos de que a través de la formación y participación organizada se logrará incidir en las políticas públicas desde la ciudadanía. ‘Nos comprometemos a desarrollar acciones para construir una cultura más participativa, representativa y respetuosa de la dignidad humana en todos los ámbitos de la democracia', acota.

Los líderes religiosos, además, consideraron que se debe trabajar cada vez más en la formación ciudadana.

En el plano económico, hablaron de un ‘evidente desamparo' en el que ha quedado un amplio sector de la economía, como es el caso de los productores, donde se ha puesto el capital por encima de la persona, produciendo un abandono de la tierra y la pérdida de la cultura del trabajo.

Todo esto, a pesar de que desde hace años el país ha iniciado un proceso de apertura con la intención de promover el desarrollo de la economía, a través de convenios.

‘Este hecho nos lleva a señalar con preocupación que poner en cuestión nuestra soberanía alimentaria, representa para el país una gran inseguridad a futuro', señalaron.

La Conferencia Episcopal Panameña instó a la sociedad a ‘no tener miedo' de sumarse a la Jornada Mundial de la Juventud, que será la mejor y mayor inversión que se puede hacer como nación a favor de la juventud.