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Unos sesenta árboles del corregimiento de Ancón deberán ser podados o talados con carácter de urgencia. Cincuenta y ocho de ellos se encuentran sobre la avenida Omar Torrijos Herrera. Los otros dos, en el área de Diablo y Paraíso.
Son árboles viejos, enfermos y peligrosos, concluyó un grupo de especialistas tras una inspección realizada a petición de la Administración de Bienes Revertidos, encargada del mantenimiento de las zonas verdes de esta área de la ciudad.
La inspección se dio tras la tragedia ocurrida este martes en la zona de Los Ríos, cuando un árbol cayó sobre el automóvil en el que se encontraba un niño de nueve años.
Fuentes consultadas por este diario informaron que el árbol estaba en observación desde hacía más de dos años. Los vecinos habían solicitado que se podara o tumbara.
‘No sabemos por qué no se actuó', indicó Ennio Arcia, de la Alcaldía de Panamá, y parte del grupo de especialistas forestales que participó en la inspección.
LOS ÁRBOLES NECESITAN CUIDADOS
No todas las especies son adecuadas para las zonas urbanas
Los árboles maderables, como el de corotú y el caobo no son apropiados para las ciudades.
Se requieren árboles de menor tamaño y menos frondosidad, como robles, jacarandas, etc.
El árbol, que estaba enfermo, terminó de caer por el exceso de agua que saturó el suelo; además, su enorme copa funcionó como una vela que ejerció presión hasta tumbarlo.
No es la primera vez que ocurre un hecho como este en la ciudad de Panamá.
En noviembre de 2009, en el Hospital Santo Tomás, otro árbol cayó sobre un joven médico ocasionándole la muerte inmediata.
En aquella ocasión, también se trató de un corotú.
‘Las especies maderables como el corotú, que fueron sembrados con frecuencia en la ciudad de Panamá y en las áreas revertidas hace varias décadas, no son apropiados para las zonas urbanas', sostiene Carlos Gómez, secretario de la Asociación de Ingenieros Forestales de Panamá.
Según Gómez, las raíces del corotú tienden a podrirse, con el agravante de que es una especie muy alta y de tronco grueso.
Lo mismo sucede con los caobos sembrados a lo largo de la Avenida Balboa, que datan de la administración de Arnulfo Arias, en la década del 50.
‘Cuando paso por la vía España, siempre me quedo pensando.... son árboles muy viejos, están acorralados... hay que darles mantenimiento', advierte el ingeniero forestal.
‘La presencia de los árboles es vital en una ciudad. Esta experiencia triste debe servirnos como tomar las medidas correctivas. El tratamiento de los árboles urbanos requiere criterios científicos', advierte Gómez.
La Alcaldía de Panamá actualmente elabora un inventario de los árboles de la ciudad para determinar su estado y condiciones de salud. Ya se finalizó el proceso en los corregimientos de Calidonia y Bella Vista. Próximamente, en San Francisco y Bethania.