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- 01/12/2024 00:00
- 30/11/2024 17:49
Hasta mediados de noviembre de este año, las autoridades contaron 295.000 migrantes que emplearon el cordón humanitario vigilado por el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) en la selva del Darién que divide a Panamá y Colombia. El número representa una disminución de migrantes por la ruta en comparación con 2023, cuando se registró el paso de 520.000 personas en su camino hacia Estados Unidos.
Los vuelos de deportación que lleva a cabo Panamá, mediante el financiamiento de Estados Unidos, aunado a las intensas lluvia que predominaron en noviembre, fueron factores que contribuyeron a la reducción de personas que usan Darién como ruta. El director de Migración, Roger Mojica, nos ofrece un balance de la situación y las perspectivas para el próximo año.
A partir del 1 de julio, por instrucciones del presidente de la República, el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) bloqueó una serie de pasos y se autorizó una ruta. Tal vez esta ruta no sea la más segura, sino la menos peligrosa. En ese sentido, el Senafront realizó una serie de patrullajes para poder garantizar a los migrantes que transitan por esa área una mayor seguridad y evitar que sean objeto de los flagelos que se estaban presentando en nuestra frontera.
Aparte de los procesos que estamos haciendo en las estaciones de recepción de migrantes, según las cifras, el paso de migrantes ha disminuido un 39 % en comparación con el año 2023.
Efectivamente, las medidas han surtido efecto. También recuerda que estamos haciendo un proceso de repatriación con base en el Memorando de Entendimiento con Estados Unidos. Ya llevamos más de 30 vuelos, casi 1.400 personas deportadas o expulsadas. Eso manda un mensaje a los interesados en pasar por Darién, de que estamos deportando a Colombia, Ecuador, India, Vietnam, que fue uno de los últimos vuelos extracontinentales. Eso manda un mensaje de que Panamá está haciendo algo y es para disminuir la voluntad de migrar.
El Senafront mantiene vigilancia estricta en estos puntos que se bloquearon y nos da la certeza de que se mantiene así. Definitivamente, podrán surgir nuevas rutas. También se habla de que se aumentó una nueva ruta marítima hacia Nicaragua, pero por nuestro país no están pasando, y eso es lo que nos interesa.
El delito es dinámico. Es como el gato y el ratón, que actuamos en razón de lo que haga el otro. Parte del trabajo que estamos haciendo nos dice que sí existen nuevas rutas marítimas, pero no están pasando por nuestra jurisdicción. Sale más costoso a la persona, pero lo están pagando y se están yendo a Nicaragua. Tengo información de que la isla de San Andrés también tiene gran cantidad de migrantes que están llegando y utilizando esta ruta hacia Nicaragua para continuar a Estados Unidos.
Sí. La información que tenemos es que quien está gestionando este flagelo de la migración irregular y trata de personas es toda una concatenación de situaciones que beneficia mayormente al Clan del Golfo.
Colombia tiene todas las intenciones. Nosotros nos hemos reunido en reiteradas ocasiones con los cancilleres y vicecancilleres de ambos países; hay una intención, pero ellos tienen su situación particular. Nosotros tenemos un problema, pero si ves desde el punto de vista de Colombia, ellos tienen un problema mayor por ser frontera con Venezuela y por la cantidad de personas de esa nacionalidad que tienen en Colombia. Ellos tienen programas y algunas situaciones de atención, pero realmente lo que nos afecta a los panameños es que están de manos atadas, porque esa es un área dominada por el Clan del Golfo.
No te podría afirmar eso, pero básicamente no tienen mayor injerencia porque tienen una situación particular de seguridad. Ya hablando desde mi perspectiva, ellos tendrían que tomarse militarmente el área, estabilizarla, para después tomar acciones concretas.
Nos mantenemos igual. Yo había tenido bastante avances con el director de Migración de Colombia, Fernando García, pero se dio una situación particular que renunció. No nos hemos reunido con los homólogos de hoy día de Colombia. La información no está caminando.
Así es. Nosotros sabemos los que llegan, pero no podemos saber los que salieron.
Ahí estamos avanzando. Lo importante es que Panamá está tomando medidas. Estamos haciendo lo que corresponde con base en la defensa de su integridad territorial, con base en su legislación interna y es lo que nos corresponde. Siempre se le ha hecho un llamado a la comunidad internacional, porque este es un problema que concierne a otros países, pero nosotros estamos haciendo nuestra parte.
Hasta el 21 de noviembre, la cifra que teníamos registrada, por ejemplo, es de más de 295.000 personas. El mes de noviembre ha cerrado con una diferencia significativa por el tema de la lluvias y porque los ríos están crecidos. Fueron aproximadamente 9.000 personas, cuando el mes anterior tuvimos 22.000. Tenemos una baja considerable.
Podríamos compararlo con el año pasado y tendríamos de 190.000 a 200.000 personas menos que transitaron por Panamá este año.
Todo tiene mucho que ver. El clima por un lado. Las medidas que está tomando el Senafront de los patrullajes constantes, el programa de deportaciones que estamos haciendo. Todas esas acciones en conjunto han desalentado a los migrantes a viajar por la selva de Darién. Con los vuelos que estamos haciendo a Ecuador y Colombia hemos visto una disminución de esas nacionalidades que no están llegando.
No podemos tercerizar los vuelos a otro país. Al no tener relaciones diplomáticas no podemos hacer nada con los venezolanos. Tenemos que vivir con esa realidad y esperamos que en algún momento, si cambia la situación, podemos tomar otro tipo de medidas.
Sí, es probable que hayan ingresado por el Darién. Nosotros hemos detectado algunas personas que pertenecen al Tren de Aragua, el Clan del Golfo, o diferentes grupos terroristas. Hemos aumentado la capacidad de detección biométrica en el Centro de Recepción de Migrantes de Lajas Blancas. Estamos tratando de hacerlo a la mayor cantidad posible, pero eso depende del flujo y de las capacidades que tenga el personal en ese sentido.
Pero, mira, me reuní con mis homólogos de Costa Rica y con ellos estamos trabajando en el flujo controlado. Yo les mando los listados de todas las personas que verificamos aquí, para que ellos puedan verificar a las personas y continúen el proceso. La idea es que entre ambos países aumentemos la verificación biométrica.
No te voy a hablar de porcentajes, pero es a la mayor cantidad posible. En algún momento aspiro a que lleguemos a un 100 %. Estamos adquiriendo el equipo a través de programas. Estamos mejor que antes; pienso que estamos haciéndolo a 20 % o 25 % de los migrantes. Próximamente nos estará llegando un contenedor para ponerlo en Lajas Blancas, que será el lugar donde se va a obtener la biometría. Eso nos va a aumentar la capacidad.
Son fondos reembolsables. Un vuelo a India o Vietnam sale más o menos en $800.000. Llevamos dos vuelos extracontinentales. De los fondos que hemos recibido, pongamos que ya llevamos consumidos en vuelos $2.1 millones y vamos a continuar porque hemos programado aproximadamente tres vuelos semanales.
Nuestra intención es hacerles un llamado para regularizarse. Hemos tomado algún tipo de acciones para facilitar a los migrantes su regularización. Por ejemplo, Panamá ha realizado una serie de procesos de regularización y siento que a la gente no le ha interesado. No han tenido los fondos o han interferido otras situaciones que les impide renovar sus procesos. Puse el descuento del 50 % de la multa por estadía vencida y se acercaron algunas personas. También estamos permitiendo que se regularicen aquellos que desde hace muchos años llegaron al país y que tienen sus papeles vencidos. Les estamos dando la oportunidad de que los renueven. Precisamente, el presidente José Raúl Mulino nos está dando la instrucción de hacer un proceso de regularización extraordinaria y en ese sentido vamos a proceder con aquellas personas que están en Panamá y que tienen más de un año de estar vencidos sus papeles.
Esto no va a permitir que nuevas personas vengan a aprovecharse del programa que estamos haciendo. Deben tener un año vencido y lo voy a verificar con el movimiento migratorio.
Va a ser por dos años con requisitos sencillos. Ya después, cuando vayan a renovar para los seis años, deberán ser contribuyentes, ya sea cotizante o brindar su declaración de renta para recibir permanencia por seis años. Y después, para aplicar a la residencia permanente, es decir, que han pasado ocho años viviendo aquí, tendría que tener un arraigo. La idea es que todos tributen como el resto de los panameños.
Yo pienso que no. Panamá no es una alternativa en el sentido de facilitar mucho más allá de lo que ya hemos hecho. Nuestro aporte como país va a ser a aquellos que ya están en el flujo controlado. Yo creo que la población y el país no tienen la capacidad. Hay una tasa de desempleo considerable y se toma en cuenta ese factor al momento de tomar este tipo de medidas. No vamos a ser un país de acogida.
Yo tengo tres proyectos. Sistematización de los procesos, digitalización de los archivos y la emisión de carnés con máquinas industriales como la que utiliza el Tribunal Electoral. Lamentablemente, como no estaban registrados en el banco de proyectos al inicio de 2025, tenemos que correr a registrar los proyectos. Nosotros tenemos el dinero para hacer eso. Confío en que el primer semestre de 2025 podamos tener avanzada la adquisición del equipo.
Lo que queremos es adelantar parte del proceso desde una computadora. Que adjunten los archivos y que la institución los analice para que cuando tengan que venir a Migración sea por una cita en la que se aprobará o negará la solicitud.
Efectivamente, el descontrol te permite todo eso. La sistematización te blinda todas esas prácticas. Lo que queremos es que el interesado pueda ver su proceso en el sistema. Hemos tomado una serie de medidas tratando de evitar todas esas cosas. A mí me llega cualquier cantidad de personas que quieren conversar conmigo para que les ponga a alguien que los atienda. Pero eso es tráfico de influencias. No lo hago. Les pido que metan su proceso. Hemos puesto una fila para abogados. Pero, de igual forma, les he pedido que si encuentran algún obstáculo en el camino, de temas de corrupción, que me digan y yo intervengo. Pero de lo contrario, prefiero que las cosas sigan su curso normal.
Todas las semanas tengo gente pidiéndome citas. Pero de corrupción hasta ahora nadie me ha dicho.
Son cualquier cantidad de trámites. Cada trámite debe hacerse sistematizado. El sistema de archivos que tenemos está colapsado. Yo no sé cómo encuentran un archivo porque son cajas y cajas que al final parecen infinitas. Ahora que tengamos el sistema podemos ir subiendo los archivos viejos y nuevos de forma paralela. De hecho, se estaba haciendo en administraciones pasadas, pero entiendo que por falta de mantenimiento al software, toda la información que se levantó estaba en un sistema y no tenemos acceso a eso.