Policías vinculados a casos de abuso sexual, entre arreglos de pena y denuncias

El incidente por el que se separó a dos agentes de la Policía Nacional por presuntamente abusar sexualmente de una mujer en la provincia de Coclé, no es el único que involucra a policías.

En los últimos años, varias denuncias han sido presentadas en contra de personal de las fuerzas policiales por conductas indecorosas de este tipo.

Uno de los casos más recientes ocurrió el año pasado, cuando la junta disciplinaria de la Dirección de Responsabilidad Policial (DRP), recomendó la destitución de cuatro agentes en la provincia de Chiriquí por presuntamente abusar de una menor de edad en reiteradas ocasiones.

La denuncia formal fue interpuesta por la madre de la víctima, sin embargo, el Ministerio Público no ordenó ninguna detención en su momento, pues según declaraciones de la menor de edad involucrada, todo fue “una relación consentida”.

La DPR aclaró que la niña no dijo ser menor de edad ni los oficiales preguntaron cuántos años tenía en ninguno de los encuentros sexuales.

En 2021, dos casos de abuso sexual que involucraban a autoridades de la Policía Nacional también salieron a la luz en el mismo mes. Ambos casos ocurrieron en la provincia de Veraguas, el primero en Atalaya y el culpable resultó ser un policía de 29 años, quien había abusado de una menor de edad.

De acuerdo con las declaraciones de la víctima, el policía entró de madrugada a su casa y le tapó la boca mientras la violaba. Sus familiares se enteraron después y decidieron buscar ayuda en las autoridades policiales, sin embargo, estos les aconsejaron interponer una denuncia en el Ministerio Público.

El oficial fue aprehendido y el caso trascendió debido al parentesco de la menor con el director regional de la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senniaf) en la provincia de Veraguas.

Días después, se llevó a cabo la audiencia en el sistema penal acusatorio de Veraguas, en el que se formalizó la imputación de cargos y legalizó su captura por delito de violación. En esta misma ocasión, un juez avaló un acuerdo de pena verbal para una condena de 68 meses de prisión, más cuatro años de inhabilitación de funciones.

El otro caso se suscitó en menos de una semana. Un sargento, de 34 años, fue acusado de abusar sexualmente de su hijastra de 12 años. A este se le imputó el delito de presunto abuso sexual y se le agregó una medida de detención provisional por seis meses en el momento, mientras terminaban las investigaciones sobre el caso.

El sargento residía en el distrito de Montijo y contaba con más de 10 años de servicio en la Policía Nacional.

Hace cuatro años, otro caso de este mismo tipo estuvo bajo la lupa cuando, en un retén improvisado, dos policías detuvieron a una joven para solicitarle los papeles de su vehículo, los cuales no tenía. Según el relato, los agentes insinuaron que podrían evitarle problemas si cooperaba. A continuación, la sujetaron y, tras un forcejeo, uno de ellos la obligó a subir al carro donde la violó, seguido por el otro agente, quien también abusó de ella.

Después de los hechos, los policías la llevaron hasta la puerta de su casa, donde la amenazaron para que no hablara del incidente. Posteriormente, le pidieron su número de teléfono y le enviaron mensajes al día siguiente exigiéndole mantener silencio sobre lo sucedido.

Finalmente, otro caso de abuso sexual que involucra a agentes policiales sucedió en 2006. Las autoridades investigaban la posible implicación de otros agentes de policía en el caso de violación de una menor en el hospital Nicolás Solano de La Chorrera.

Un policía fue arrestado como principal sospechoso, mientras que fuentes judiciales indicaron que podría haber más involucrados en el abuso.