Ulloa: 'El desenfreno hace que mucha gente caiga'

“Esta caída de Jesús, por segunda vez, nos vuelve a llamar la atención. El peso de nuestros pecados nos hace decaer en una humanidad donde el terrorismo, la venganza, la droga, la prostitución, el adoctrinamiento, falsas creencias y el desenfreno, hace que mucha gente pueda caer una y otra vez”, expresó el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, durante un Vía Crucis en el que participaron personas sin techo.

Ulloa también rezó: “Señor, en medio de las caídas que podamos tener, la experiencia de sentirnos amados por ti, tener manos amigas que nos levanten, sea lo que nos dé la fuerza para no desmayar en ese deseo profundo que hay en cada uno de estos hermanos, de irse convirtiendo cada vez más en signo de tu presencia, en ir redescubriendo la dignidad que tienen como hijos de Dios”.

“El motivo para hacer el Vía Crucis con las personas sin techo es para patentizar la realidad de la pasión de cristo. Recordar en estos días que la pasión de cristo no es algo que pasó en la historia, sino que se sigue actualizando. Lo más importante es la reflexión de lo que ellos viven en su vida diaria y cómo han interpretado el dolor de Cristo a su propia realidad”, dijo.

El recorrido se hizo por las calles del corregimiento de Calidonia, ciudad de Panamá. Los devotos conmemoraron este Viernes Santo —crucifixión y muerte de Jesús de Nazaret—. La actividad religiosa fue organizada por el Centro Juan Pablo II para orar por la paz del mundo y los países en conflicto, explicó el director de la oenegé, Miguel López.

“Este es el séptimo año que se realiza un Vía Crucis con las personas en situación de calle que reciben atención del Centro Juan Pablo II, también las personas trans, trabajadores sexuales y toda la comunidad que atendemos. Este año se une la población del asilo que tenemos”, detalló.

El Jueves Santo, el arzobispo, imitando a Jesús en ser el primero en servir, lavó y besó los pies de doce internos del Centro Penitenciario La Joya, donde celebró la Cena del Señor. “Es la 'puerta de entrada' al Triduo Pascual, es decir, es el 'inicio' del periodo más importante de la Semana Santa en el que conmemoramos la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor”, escribió la Arquidiócesis en sus redes sociales.

Un elenco de 29 reclusos del Centro de Detención de Tinajitas, dramatizó la versión cinematográfica sobre la Pasión de Cristo que dirigió Mel Gibson en su film homónimo, donde se relatan las últimas horas de Jesucristo y su resurrección.

De acuerdo con una reseña de la agencia EFE, los presos, vestidos con unas precarias telas y sandalias de cartón, representaron la obra religiosa en el pequeño patio de la cárcel, luego de semanas de estudio y adquirir nociones básicas de actuación. Para la mayoría, según narraron, interpretar este pasaje bíblico ha servido para “reflexionar” sobre sus delitos y aceptar el “perdón desde el amor”, dejando atrás los “errores del pasado”.

“[La obra] ha enseñado que existe el perdón y Jesús en la Pasión de Cristo nos enseña que él pudo perdonar por amor”, señala Rafael Sáez, de 36 años, que está encarcelado desde hace año y medio por blanqueo de capitales.

“Si el día de mañana, Dios primero, todos salgan de aquí, ojalá siempre tengan ese carisma de Jesús”, dijo Roxana Burns, madre de Sáez.

La Semana Santa es la conmemoración cristiana anual de la pasión de Cristo: la entrada a Jerusalén, la última cena, el Vía Crucis, la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret.