Integrantes de la caravana migrante en el estado de Chiapas, en el sur de México, denunciaron este jueves 21 de noviembre que las autoridades les bloquearon...
- 31/07/2020 00:00
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El soportal es un espacio cubierto frente a la entrada de las casas o edificios, delimitado por columnas hacia la línea de calle y protegido de la intemperie, normalmente por espacios útiles en su piso superior. En esencia es un una acera amplia y protegida de la intemperie. Al proteger del sol y la lluvia son excelentes para el clima de Panamá, y particularmente de Colón, en la costa atlántica. Por mucho tiempo la norma de desarrollo reñía con esta tipología y todavía hay conflicto entre las directrices de conservación y las de renovación urbana.
El centro de la ciudad de Colón tiene destacados atributos, como su larga vereda arbolada, sus manzanas de forma regular con una rica vida pública de peatones en las aceras y parques. En toda la provincia hay importantes sitios de valor patrimonial natural, cultural e inmaterial: paisajes naturales hermosos, como la desembocadura del río Chagres; fortificaciones en San Lorenzo y Portobelo; las recetas caribeñas como el bon, plantintart, y arroz con coco, entre muchas otras, bailes congos, música y muchas manifestaciones culturales. Allí nacieron Irving Saladino, Julio Dely Valdés y Alonso 'Panama Al' Brown. A lo largo de la historia, Nombre de Dios, Portobelo y después Colón desempeñaron cada una un papel complementario a la economía de tránsito de ciudad de Panamá. No es buena práctica ignorar el potencial y vocación de nuestros socios.
Colón es la ciudad terminal del Canal de Panamá en el océano Atlántico. Es la segunda ciudad que más contribuye al producto interno bruto. Su economía se centra en la operación del Canal, los puertos, la Zona Libre de Colón.
En el censo de 2010 pasó de ser el tercer distrito con mayor población a ser el cuarto, cuando La Chorrera lo rebasó. Sin embargo, es la segunda ciudad con mayor cantidad de población fuera del área metropolitana del Pacífico. Es la provincia con mayor concentración étnica afrodescendiente, que representa el 29% de su población. También hay una cantidad importante de grupos inmigrantes de gran parte del mundo que comenzaron a llegar desde la construcción del ferrocarril.
Estos datos censales están ya viejos y se requiere tener nuevos, aunque no se conoce la fecha del próximo censo. Se proyecta hacer de toda la ciudad un puerto libre. Sin embargo, su población es pobre y sus edificios están en muy mal estado.
Por muchos años, gobiernos sucesivos han prometido mejorar el desbalance entre el aporte de la ciudad de Colón a la economía nacional y la precariedad de su tejido urbano y social. Algunos esfuerzos recientes incluyen: a) el proyecto de vivienda Altos de los Lagos, a varios kilómetros del centro; b) una mejora en los alcantarillados; c) el parque Paseo Marino; d) la instalación de bombas para mejorar el sistema de drenaje pluvial, a raíz de inundaciones recurrentes en los últimos años; e) el nuevo aeropuerto construido en 2013; y f) la autopista Panamá-Colón en 2009.
El monto de inversión pública en la renovación urbana de Colón en los últimos cinco años supera los $900 millones. Parte significativa de este monto fue para obras adjudicadas al consorcio accidental Nuevo Colón, conformado por Odebrecht y CUSA, en la Renovación Urbana de Colón. En el último quinquenio, la inversión privada y pública en la ciudad de Colón y sus alrededores alcanzó los $3,300 millones, principalmente en el sector de energía y puertos. Sin contar unos $6,000 millones que invierte un proyecto minero en áreas rurales de la provincia.
Colón fue fundada en 1850 por la Compañía del Ferrocarril de Panamá. La isla de Manzanillo se conectó con tierra firme a través del ferrocarril, con la ventaja de poder intercambiar carga y pasajeros entre trenes y barcos. Desde entonces, los rellenos del contorno de la isla han ido creciendo.
En 1880 la Compañía Universal del Canal Interoceánico, francesa, compró la mayoría de las acciones del ferrocarril. Tras la adquisición de los activos de la compañía del canal por EE.UU., los terrenos de Colón quedaron bajo la custodia de los estadounidenses desde 1904. Fue en este período que pavimentaron las calles y construyeron acueductos y alcantarillado sanitario y pluvial.
En 1943 la tierra del casco urbano colonense se traspasa a Panamá. En 1948 la Ley No. 18 crea la Zona Libre de Colón. En 1962 Colón asume la recolección de sus residuos sólidos, que había seguido a cargo de los estadounidenses. Antes se le había traspasado el acueducto, alcantarillado y su administración.
Desde cierta óptica, la historia urbana de Colón se puede resumir como la habilitación progresiva, desde 1850 hasta el presente, de terrenos a través del drenaje y relleno de cenagales y el litoral. En su desarrollo temprano y durante la mayor parte del siglo pasado, por la configuración regular de su tejido urbano en un trazado de cuadrícula, los drenajes de aguas de lluvia y de aguas servidas eran con declive por gravedad en tramos directos hacia el mar, principalmente a lo largo de amplias avenidas que corren en eje aproximadamente norte - sur.
En el estudio 'El centro histórico de Colón: conócelo y protégelo', se observa cómo, hasta 2005, todavía la parte sureste de la isla tiene un canal despejado para que las aguas salgan al mar. Esto comenzaría a cambiar a partir de entonces, cuando los rellenos de France Field comenzaron a acercarse progresivamente a cerrar este canal.
En 1973 el gobierno militar promulgó la Ley No. 93, para regular los arrendamientos y crear la Dirección de Arrendamientos en el Ministerio de Vivienda. Esta ley tenía la intención de atender los reclamos del movimiento inquilinario y controlar los abusos de los dueños de inmuebles hacia sus arrendatarios, sin embargo, el efecto fue de dar tanta protección a los inquilinos que cambió completamente el balance de poder en la relación. La ley, a través de figuras como la 'tácita reconducción' de los contratos de alquiler, hacía prácticamente imposible los lanzamientos y por tanto resultó en el impago masivo de las rentas. Al no poder extraer los alquileres, los dueños dejaron de dar mantenimiento a los inmuebles y los inquilinos tampoco lo hicieron. Esto se conoce como descapitalización inmobiliaria, cuando el conjunto de edificaciones de un lugar pierde su valor.
En 1974 se declaró por Decreto No. 29 el área de Renovación Urbana de Barrio Norte, a la cual se sumaron otros sectores en 1981 y 82. El objetivo de las áreas de renovación urbana es facilitar que se puedan remplazar o renovar edificios y mejorar la calidad de vida de un vecindario para la población local. De las cinco áreas de renovación urbana, dos están completamente comprendidas dentro del Conjunto Monumental Histórico del Casco Antiguo de Colón, establecido por la Ley No. 47 de 2002, y las otras tres traslapan con él, en mayor o menor parte, esto presenta una tensión entre la flexibilidad que otorga la renovación urbana para construir vivienda de interés social y la protección que deben tener los conjuntos monumentales históricos.
En 1979 se acogió por acuerdo municipal el Plan normativo de la ciudad de Colón, elaborado a partir de las normas de desarrollo urbano de la ciudad de Panamá. Estas normas provenían de un modelo importado y no partieron de considerar tipologías como el soportal, existente en algunos lugares del Casco Viejo y en Colón. Al establecer la obligatoriedad de la llamada 'línea de construcción', es decir, que la edificación debía iniciar a cierta distancia del lindero del lote.
Esto no permitía la construcción de nuevas edificaciones con soportales que dieran continuidad al paisaje urbano de amplias aceras techadas bajo columnatas. El plan normativo de 1979 se mantiene vigente, sin embargo, desde 2016 la continuidad de galerías techadas o soportales está protegida a través de la Resolución N° 92-16 de la Dirección Nacional de Patrimonio Histórico: “Por la cual se dispone a reglamentar el procedimiento administrativo para la puesta en valor del conjunto monumental histórico el casco antiguo de la ciudad de Colón”.
En 2010 se elaboró un plan de Ordenamiento territorial del distrito de Colón, que buscaba actualizar y adecuar estrategias y normas de desarrollo, considerando aportes del plan metropolitano y de los planes para la región interoceánica promulgados por la Ley No. 21, ambos de 1997 y nuevos análisis. Sin embargo, a la fecha no se ha formalizado algún instrumento de ordenamiento a partir de ese plan.
La urbanización progresiva de humedales, el deterioro de los sistemas de alcantarillado, sumado a la deficiente gestión de desechos y residuos sólidos resultaron en severas inundaciones. Como resultado de esto, según la base de datos DESINVENTAR, las inundaciones son el tercer tipo de evento con mayor recurrencia en el distrito de Colón, en el periodo entre 1986 y 2017, tras los incendios y colapsos estructurales.
Más recientemente la construcción del proyecto de vivienda Altos de los Lagos, a kilómetros del centro de la ciudad, y el cambio de uso del colegio Abel Bravo a otros usos, evidencian una pérdida de población en el centro de Colón. Considerando lo anterior, se puede decir que, en las últimas cuatro décadas, los esfuerzos de las autoridades no han logrado adecuadamente planificar y ordenar el territorio, con miras a un mejor desarrollo. La población y el patrimonio edificado de la ciudad y provincia de Colón merecen mejores resultados.
Para un desarrollo exitoso en la ciudad de Colón, es necesario orientar las estrategias al mejoramiento local de las condiciones para la población, sin desplazamientos. Esto se podrá lograr a partir de: la renovación de la infraestructura; mejora en los servicios básicos; vivienda asequible; actualización y mejora de la zonificación; un plan integral de movilidad urbana sostenible para el área metropolitana del Atlántico; equipamiento y puesta en valor de los espacios públicos para la recreación y el turismo; programas de actividades culturales, comunitarias y urbanas; y el rescate y conservación del patrimonio colonense.
Muchas de estas cosas se requieren hacer en todas las ciudades del país, pero como mínimo, se debe acercar el nivel de inversión que recibe Colón, en virtud de su productividad, así como ocurre con otras ciudades fuera del área metropolitana de Panamá.