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Sobrepoblación, ¿mito o realidad?
- 01/05/2023 00:00
- 01/05/2023 00:00
Mientras que el gobierno de Egipto lanza campañas de planificación familiar como 'Dos es suficiente', para intentar “cambiar la forma de pensar” de una población que está acostumbrada a tener muchos hijos, Corea del Sur ha invertido más de $200.000 millones para intentar convencer a las personas de tener más descendencia y tratar de aumentar la cifra de 0.78 hijos por mujer, en 2022, que registra el Banco Mundial y que lo convierte en la nación con la tasa de natalidad más baja del mundo.
Estos contrastes han hecho que el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa) y YouGov, firma internacional de investigación de mercados y análisis de datos basada en Internet, hayan lanzado recientemente los resultados de una encuesta que recopila la opinión de personas procedentes de ocho países sobre el tema poblacional.
En el caso de Brasil, Egipto, Estados Unidos, Francia, India y Nigeria, la postura que predominó era que la población mundial es “demasiado elevada”. Mientras que, en opinión de los japoneses y los húngaros, quienes forman parte de países con baja natalidad, la tasa de natalidad es “demasiado baja”.
La realidad de Hungría, por ejemplo, llevó al gobierno del primer ministro, Viktor Orban, a anunciar en 2019 que exoneraría a las mujeres que tuvieran más de cuatro hijos de pagar impuestos sobre la renta, de forma vitalicia, en lo que se conoce como el plan Orban.
Se trata de una iniciativa que pretende subir el porcentaje de natalidad de la nación húngara, de 1.4% a 2.1%, en 2030. A esto hay que sumarle que a las parejas jóvenes se les ofreció un préstamo de $36,000 sin intereses, que serán cancelados una vez tengan tres hijos.
Si consideramos que la cifra establecida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que un territorio tenga una población estable es de 2.1 hijos por mujer, realidades como las de Corea del Sur, Japón (1.3), Singapur (1.1), Puerto Rico (1.2) y otros dejan en duda los planteamientos de aquellos que consideran que el planeta está sobrepoblado.
A pesar de estas realidades, quienes sostienen que el planeta está sobrepoblado, alegan que el cambio climático, la degradación ambiental, la escasez de alimentos, la reducción de la mortalidad y el aumento de la esperanza de vida, son prueba suficiente para justificar la necesidad de una reducción poblacional.
Datos del informe de la ONU, World Population Prospects 2022, estipulan que la esperanza de vida subió a 72.8 años en 2019, casi nueve años más que en 1990 y se espera que para 2050 llegue a 77.2.
Aun así, el propio informe asegura que, aunque la tasa de fecundidad cayera de forma repentina, la población mundial seguiría creciendo.
“El incremento (poblacional) se produciría incluso si la natalidad en los países que hoy registran tasas de fecundidad elevadas se redujera de inmediato en torno a dos nacimientos por mujer, puesto que para 2050, la mayor parte del aumento de la población se habrá producido como consecuencia del impulso que genera el crecimiento de tiempos pretéritos. Que los gobiernos tomen más medidas encaminadas a reducir la fecundidad no frenará apenas el ritmo de crecimiento de aquí a mediados de siglo”, plantea el documento.
Cuando se habla del aumento descontrolado de la población se suele señalar a los países menos adelantados como responsables del incremento poblacional, pues suelen tener las tasas de natalidad más alta.
“Los países menos adelantados y las personas que han sufrido pobreza y desplazamientos en su peor versión tienden a llevar las de perder en la 'solución' demográfica implícita”, que proponen aquellos que buscan “frenar la sobrepoblación”, alega el informe de la Unfpa
“Visto desde una perspectiva global, gran parte del 'problema' del crecimiento demográfico mundial se achaca al cuerpo de los habitantes pobres de África Subsahariana y Asia, que son quienes menos contribuyen a la destrucción a escala planetaria del medio ambiente y el cambio climático”, añade el organismo.
En relación con las altas tasas de natalidad que se observan en estas regiones, el grupo Survival International, que trabaja con pueblos indígenas con el propósito de defender sus derechos sobre la tierra, explica que la densidad poblacional de África es solo una mínima parte de la del Reino Unido y que, en el tema alimentario, Estados Unidos consume, en promedio, 40 veces más alimentos, energía, artículos de consumo y otros elementos, que el habitante promedio del continente africano.
Los datos evidencian que el problema de la escasez poblacional que sufren muchas naciones pueden ser subsanados con un incremento migratorio, al cual, muchos de los países con poca natalidad se niegan.
Retomando el caso de Hungría, el plan Orban se creó porque el gobernante de esa nación ha sido muy enfático en la importancia que tiene“ ”no depender” de la inmigración.
“No necesitamos niños (de inmigrantes admitidos). Necesitamos niños húngaros”, dijo Viktor Orban, durante el lanzamiento de la iniciativa. Hungría tiene un porcentaje de inmigrantes cercano al 6%.
Una realidad que se repite en Corea del Sur, donde solo el 3.33% de su población era inmigrante para el 2020.
“A lo largo de los próximos decenios, la migración se convertirá en el único factor que impulsará el crecimiento demográfico en los países de ingreso alto, a medida que la cifra de fallecimientos se incremente paulatinamente hasta superar el número de nacimientos”, pondera la Unfpa.
Es por ello que el “problema” de la sobrepoblación está más relacionado con un tema de distribución, que con las cifras de natalidad de los países.