Los secretos de una servidora

‘Valeria’, nombre que usa para trabajar, llegó de Colombia gracias a una ‘amiga’ que conocía a alguien que tenía contactos en Panamá. Ma...

‘Valeria’, nombre que usa para trabajar, llegó de Colombia gracias a una ‘amiga’ que conocía a alguien que tenía contactos en Panamá. Mandó una foto por correo y la aceptaron. Pagó su pasaje y aterrizó en Panamá. No entró como ‘alternadora’, sino como turista. Por eso en unos meses tendrá que volver a su país y luego regresar.

No todas llegan con un lugar de trabajo seguro. Algunas se aventuran a viajar hasta el país y luego empezar a buscar ‘empleo’.

‘A las que bailan les dan la habitación gratis, comenta Valeria. A las otras les cobran el cuarto. La cifra está en cerca de los $110.

Por cada 15 minutos que pasen con un cliente, ellas se llevan la mitad del dinero que se cobra en el lugar; es decir, $10. Por cada bebida que un cliente les compre les dan $1.

ALCANZAR LA META

Aun cuando empresa y alternadora firman contrato por un periodo de tiempo definido (puede ser 3 ó 6 meses), si una sexoservidora no logra atraer a su cama muchos clientes, la empresa le puede pedir que desaloje su cuarto y se busque un nuevo burdel donde trabajar. Al parecer no es tan común, pero ‘ha habido casos’, dice Valeria.

A pesar de todo, ‘ es mejor trabajar en un lugar de estos que en la calle, es mucho más seguro y, a pesar de todo, hay menos competencia’.

CADA 28 DÍAS

Cuando una de las trabajadoras sexuales está en plena menstruación, el local les da dos días de descanso. Si el sangrado dura más, eso ya no es asunto del negocio.

‘Esos dos días libres no podemos salir a la barra durante las noches, nos tenemos que quedar aquí adentro en nuestros cuartos’.

DESCANSO

‘El local nos otorga un día libre a la semana, pero casi ninguna lo toma porque estamos aquí para hacer dinero’, comenta Valeria.

El local cierra a las 3:00 a.m. de domingo a jueves y a las 4:00 a.m. viernes y sábado. Hasta las 9:00 a.m. se vuelven a abrir las puertas. En el día siempre llega alguien que quiere que lo atiendan. A las 5:00 p.m. tenemos que estar aquí para empezar a trabajar oficialmente, comenta la muchacha de Cali.

los exámenes

‘Una vez a la semana vamos al centro de salud para que nos hagan el examen del VIH. Es horrible, una cansada de trabajar toda la noche y ahí estamos. Haciendo fila para que nos atiendan. Al Centro de Salud de Pueblo Nuevo no sólo vamos nosotras, también se atienden las que trabajan en Le Palace y otros lugares. Los resultados nos los entregan siempre una semana después, cuando volvemos’, narra la alternadora.

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