Empleados y visitantes de la Casa Blanca honraron este 31 de octubre a sus difuntos con una ofrenda del Día de Muertos que estará abierta al público en...
En estos días escribí que aquí tenemos un escenario con dos actos, donde un acto lo lleva Saúl y su grupo obrero y el otro, los jóvenes. Pero que Saúl está usando tácticamente el movimiento de los jóvenes para acrecentar su presión para romper el estatus quo, igualito que lo hicieron en Chile, en Colombia y en Perú, donde luego ascendieron al poder. Pero Saúl está siendo más táctico. ¡Sale hasta en CNN!
En tanto, la dirigencia política no deja de ver mayo de 2024 y cree que manteniéndose escondida, va a lograr ir a elecciones. ¿Quién asegura que habrá elecciones? El país hay que rescatarlo hoy, no en mayo cuando ya sea demasiado tarde.
¿Dónde están los líderes políticos y empresariales sentándose con los jóvenes, con las iglesias, tratando de resolver este problema? Ah, ya sé, ¡escondidos! El gobierno ya no es el factor; el factor es la anarquía que se está apoderando del país. Esa anarquía nos llevará a no tener ni elecciones, pero tampoco libertad de expresión, libertad económica, libertad en todo el sentido de la palabra.
Están los que expresaban en redes que querían una explosión social, bueno ya la tienen. El asunto es que no serán los que cosechen los frutos, porque hay alguien más que está mejor preparado y con un plan concreto.
Hay que exigir a la Corte que se pronuncie ya, y que la Asamblea apruebe una ley de moratoria minera y el Tribunal Electoral colocar una papeleta para que el país decida en referéndum qué hacer con los recursos minerales si explotarlos o no. Y no está demás que se pida Sí o No a una Constituyente.
Mientras la dirigencia solo se pronuncie en redes o de forma individual, Saúl lleva adelante su proyecto que hasta hoy le ha resultado efectivo, porque los jóvenes demuestran el descontento en manifestaciones masivas, pero él y sus colaboradores trancan el país y causan el verdadero efecto en la economía. Sigan escondidos, que hasta ahora Saúl lleva dos y la dirigencia panameña cero y a punto de hacer jake mate.
Soy periodista, pero en esto no puedo ser pasivo. Los jóvenes tienen que sacar a ese nuevo líder, no solo manifestarse en las calles. Amo la libertad que nos da nuestra imperfecta democracia, pero no quiero quedar ni como Venezuela, ni Ecuador, ni Colombia. Quiero que el país vaya hacia el desarrollo, no que retroceda más de lo que estamos. ¡Así de simple!