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Proyecto de incinerador de drogas enfrenta desafíos ambientales y técnicos
- 14/09/2023 00:00
- 14/09/2023 00:00
La remodelación de una galera, en el distrito de Arraiján, provincia de Panamá Oeste, para ubicar un incinerador de drogas enfrenta en la actualidad varios obstáculos, en particular relacionados con el estudio de impacto ambiental categoría II.
Para contextualizar el proyecto y los desafíos que enfrenta, es importante mencionar que la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha recomendado rechazar el estudio de impacto ambiental.
La razón principal detrás de esta recomendación es el análisis y valoración del impacto, así como que las medidas de mitigación propuestas se basan en otro estudio de impacto ambiental previamente realizado para un proyecto de construcción de una galera porcina.
Además, la ACP dijo que la actividad propuesta no es compatible con el uso de suelo establecido por la Ley 21 de 1997 de Área Silvestre Protegida.
El proyecto del Minseg se encuentra dentro de la cuenca hidrográfica del Canal de Panamá y dentro de los límites de áreas compatibles con la operación del Canal de Panamá.
El Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha hecho comentarios técnicos adicionales y destaca la falta de servicios básicos en el área seleccionada para el proyecto.
Concretamente, dijeron, no hay alcantarillado sanitario ni suministro de agua potable en la ubicación prevista.
En cuanto a los servicios de energía eléctrica, el MOP informa que si bien hay postes del tendido eléctrico cercanos al proyecto, se encontraban inhabilitados en varios tramos.
Además, el MOP enfatiza la necesidad de monitorear las fuentes de emisión de gases en las áreas cercanas al incinerador.
El Ministerio de Ambiente, por medio de áreas protegidas y biodiversidad, asegura no tener objeciones.
El Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (Idaan) recomienda que para el sistema de tratamiento de aguas residuales debe cumplir con las normas de Copanit y la previa aprobación del diseño por parte de las autoridades competentes.
La subdirección general de Salud Ambiental, del Ministerio de Salud, respondió que en la documentación no se pueden identificar los impactos ambientales que se generan por esa actividad, así que lo primero que se tiene que hacer es replantear con una descripción clara, amplia y detallada la operación objeto de la evaluación ambiental.
El incinerador, que se ubicaría en un área del sector de Cocolí, lugar que antiguamente era utilizado por algunas de las ramas del Ejército de Estados Unidos, se compone de dos cámaras.
En la primera se incinera la materia a destruir y en la segunda se queman los gases que se generan en la combustión.
“Todo el proceso será vigilado y monitoreado permanentemente por un sistema automatizado”, explicó el Minseg.
El monto presupuestado para la construcción de obras civiles y equipamiento es de un $1,5 millón.
El sistema propuesto para la incineración de los narcóticos y otras drogas decomisadas por las autoridades es un incinerador de materiales sólidos de cámara rotativa cuya capacidad de tratamiento está por el orden de las 300 a 500 kg/h.
En la actualidad, las drogas decomisadas son enviadas a Estados Unidos en donde son destruidas por las autoridades de ese país.
En agosto de 2022 se enviaron 42,1 toneladas, mientras que en enero pasado se trasladaron 55,7 toneladas, lo que totaliza 146 toneladas de droga producto de decomisos efectuados en territorio panameño.
El Minseg sometió el estudió de impacto ambiental categoría II para su aprobación.
El proyecto no prevé una etapa de abandono porque la prevención del uso de narcóticos y drogas a través de los decomisos a grupos delincuenciales es una función del Estado que se debe realizas de manera permanente .