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- 29/09/2008 02:00
- 29/09/2008 02:00
PANAMÁ. Luego de una semana llena de zozobra debido a el anclado paquete de rescate financiero, cuyo epicentro de angustia se ubicó en Wall Street y los mercados mundiales, los líderes republicanos y demócratas del Congreso de Estados Unidos, finalmente consensuaron un principio de acuerdo sobre el plan.
Lo terminaron la madrugada de ayer, pues tenían como meta anunciar el acuerdo antes de que abrieran las bolsas en Asia, conscientes de que el retraso del programa de ayuda podría llevar a una caída libre de los mercados.
Para hoy lunes, se tiene previsto que la Cámara Baja vote la ley y que el Senado lo haga el miércoles, debido a que mañana no habrá sesiones por la fiesta del año nuevo judío.
El acuerdo detalla que el Departamento del Tesoro tendrá a su disposición un máximo de 700 mil millones de dólares para comprar deuda de mala calidad a bancos, planes de pensiones y gobiernos locales.
De estos, $250.000 millones podrán usarse inmediatamente y otros $100.000 millones si el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, determina que los necesita. Sin embargo, el Congreso podrá retener los otros $350.000 millones si no está satisfecho con el desempeño del programa.
Además el acuerdo establece que: los contribuyentes recibirán derechos de compra de acciones (warrants), con lo que se beneficiarán si las empresas que reciben la ayuda se recuperan. El gobierno de EEUU limitará los ingresos de los directivos de las compañías participantes en el programa. Los jefes de las empresas en quiebra no podrán recibir beneficios multimillonarios cuando son despedidos, los cuales se conocen en el argot financiero estadounidense como “paracaídas dorado”.
El gobierno también elevará los impuestos a empresas que paguen a sus directivos por encima de $500.000 al año.
Se establecerá un consejo de supervisión del programa, que incluirá al presidente de la Reserva Federal, el presidente de la Comisión del Mercado de Valores, el director de la Agencia Federal de Financiación de Viviendas y el secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano.
El gobierno podrá renegociar los términos de las hipotecas que adquiera para ayudar a los propietarios de viviendas con problemas a pagar las letras a fin de evitar el desahucio y el Secretario del Tesoro tendrá la opción de requerir que los bancos compren seguros para cubrir su cartera de títulos vinculados a las hipotecas.
Pero los expertos estadounidenses ven otras consecuencias, ni siquiera los $700 mil millones serán suficientes para paliar los problemas económicos en Estados Unidos, si la propuesta de rescate financiero del gobierno fracasa en aplicarse, como ocurrió con acciones previas similares durante las dos últimas décadas.