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- 25/12/2021 00:00
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Los parques son creados para abordar las necesidades recreativas de las ciudades en rápido crecimiento, y ofrecer a los habitantes urbanos una experiencia para escapar del estrés de la vida urbana y estar en comunión con la naturaleza y al mismo tiempo entre los habitantes de la ciudad. Además de las diversas experiencias recreativas, brinda grandes beneficios ecológicos y ambientales, con sus árboles que refrescan y limpian el aire y además proporciona un hábitat para la vida animal y especies de aves. Los parques públicos urbanos, tal como los conocemos ahora son una invención reciente, comenzada por los ingleses y los franceses durante el siglo XIX.
Las áreas verdes y parques fueron elementos fundamentales para la modernización de las ciudades, donde además de brindar áreas recreativas para sus habitantes cumplían una función de salubridad pública.
En ciudad de Panamá, durante el siglo XIX, una serie de áreas públicas se transformaron y adecuaron como parques en el sentido moderno; con árboles, jardines, bancas e iluminación. Tal fue el caso del parque de Santa Ana, el parque Catedral y el Paseo de las Bóvedas. En el siglo XX se crearon algunos nuevos con la expansión de la ciudad hacia Calidonia, La Exposición y Bella Vista como el parque de Lesseps, el parque Cervantes y el parque Perú, respectivamente. Todos estos parques fueron de una escala muchísimo menor, comparados con los parques de las grandes metrópolis como Nueva York (Central Park: Olmstead & Vaux, 1858, 341 hectáreas) o París (Bois de Boulogne: Jean-Charles Alphand, 1852, 846 hectáreas).
En 1928, unos años después de haberse fundado el barrio de San Francisco de La Caleta, son designados predios de áreas comunes en espacios exclusivos como campo de golf sobre unos terrenos de la familia Bermúdez Alemán; una iniciativa tanto de panameños como de estadounidenses de la Zona del Canal.
Esta primera localización fue de manera temporal ya que las características del terreno no eran aptas para tal actividad, al ser unos terrenos pantanosos con herbazales. Entre 1928 y 1929 adquieren un nuevo predio que acondicionan como su sede definitiva, reutilizando algunos elementos del paisajismo inglés –característico del diseño de campos de golf– con una casa club edificada en 1932.
Años más tarde, el general Omar Torrijos vivía en el barrio de San Francisco y visitaba ocasionalmente el Club Social. El 9 de agosto de 1973, luego de haberse festejado en varias ocasiones el Día del Niño en dichas instalaciones, Torrijos llega a un acuerdo con los propietarios del Club de Golf para que la finca sea de uso público mediante la expropiación de las 64 hectáreas. Para ese entonces, el alcalde Sergio Rodríguez, a través del Consejo Municipal, realizó la gestión y se estimó un precio catastral de $800,000.00. La transacción final acordada fue de $2.1 millones y tres años para la mudanza del club, que lo hizo hacia el sector de Cerro Viento en 1976. La primera piedra del parque Municipal, también nombrado parque del Niño Panameño y parque Recreativo Infantil, fue colocada en noviembre de 1974. Luego de haberse concretado el acuerdo, hubo una gran celebración el 1 de noviembre de 1973 durante la festividad del Día del Niño presidida por Omar Torrijos, su esposa Raquel de Torrijos y una gran cantidad de niños.
Luego de la adquisición del terreno, el proyecto para la construcción del parque estuvo paralizado por tres años. Existía una percepción de que la popularización de la televisión estaba afectando las relaciones e interacciones sociales. La idea inicial de las autoridades sobre estos terrenos giraba en torno a un gran parque de diversiones, un lugar de esparcimiento que no fuese exclusivo para niños, sino que estimulara la convivencia entre padres e hijos. El programa incluía un área de juegos mecánicos para niños, un sitio para exposiciones y demostraciones artísticas y un gran lago. El lago, junto con grandes piscinas, serviría para mitigar el sofocante sol que sufrían los capitalinos y turistas. Incluso hubo acercamientos con empresas japonesas y estadounidenses para el estudio de factibilidad del proyecto.
La idea fracasó y desde la revista de la Junta Comunal de San Francisco se le denominó “la gran infamia”, debido a que no hubo los recursos económicos para la construcción del parque.
Años después, mediante el acuerdo No.18 del 30 de marzo de 1982, el Municipio de Panamá declara la adquisición del parque a través del general Omar Torrijos y se nombra en su honor 'Parque Recreativo y Cultural Omar' tras su fallecimiento.
Mediante la resolución No. 74 de la Gaceta Oficial del 20 de julio de 1983, el Municipio de Panamá traspasa la propiedad a un costo de $18 millones a la Nación para saldar una deuda con el Gobierno central.
Desde entonces, dicho parque es administrado por el Despacho de la Primera Dama. Mediante el decreto No. 104 del 5 de junio de 1991, siendo presidente Guillermo Endara Galimany, el parque es renombrado Padre Héctor Gallego. En septiembre de 1994 fue rebautizado con su antiguo nombre de 1983, mediante el decreto ejecutivo No. 110.
A lo largo de la historia de este parque han existido presiones para agregar nuevas características o utilizarlo para grandes eventos y usos no recreativos que han amenazado su propósito como un retiro bucólico de la vida urbana. Es necesaria la preservación del parque y la apertura de muchos otros más en toda la ciudad, manteniendo sus propósitos desde la planificación urbana, el paisajismo y la ecología.