Lacunza renuncia a su cargo de obispo de David

Actualizado
  • 15/02/2024 10:10
Creado
  • 15/02/2024 06:53
El papa Francisco nombró como sucesor de Lacunza al padre Luis Enrique Saldaña Guerra

El cardenal José Luis Lacunza renunció a su cargo como obispo de la Diócesis de David, informó la mañana de este jueves 15 de febrero la Nunciatura Apostólica en Panamá.

“El Santo Padre ha aceptado el retiro del cardenal Lacunza cerca de cumplir sus 80 años, el próximo 24 de febrero”, indica la Nunciatura Apostólica en un comunicado difundido este jueves.

De acuerdo con la representación de El Vaticano en Panamá, el papa Francisco nombró en reemplazo de Lacunza al padre Luis Enrique Saldaña Guerra.

Saldaña Guerra se desempeñaba como ministro provincial de la provincia Franciscana Nuestra Señora de Guadalupe en Centroamérica y Panamá.

Este nombramiento, de acuerdo con el comunicado, fue publicado este 15 de febrero en el Boletín de la Santa Sede en la ciudad de El Vaticano, a las 12 horas (6:00 a.m. hora de Panamá).

Saldaña Guerra comunicará en su debido momento, el día, lugar y hora de su ordenación episcopal y por consiguiente la toma de posesión canónica de la Diócesis de David.

Lacunza presentó su renuncia porque este 24 de febrero cumple 80 años.

Esta renuncia se conoce 15 días después que el cardenal fuera reportado como desaparecido por la Diócesis de David. Lacunza desapareció el 30 de enero y 48 horas después se presentó la denuncia ante las autoridades policiales y judiciales.

Lacunza fue localizado el 1 de febrero en Jaramillo, una comunidad del distrito de Boquete en buenas condiciones físicas solo dijo estar un poco desorientado.

De acuerdo con la Policía Nacional, los análisis de las cámaras de videovigilancia permitieron orientar las investigaciones de este caso hacia Boquete.

El 4 de febrero Lacunza se disculpó antes de finalizar la misa que ofrecía en la catedral San José de David, provincia de Chiriquí, donde era obispo.

“Antes de terminar quiero ofrecerles mis disculpas y pedirles perdón por el disgusto que les causé los días pasados. Sé que pasaron un mal rato, algunas derramaron abundantes lágrimas, no me las merezco, les digo sinceramente, pero las agradezco y agradezco sobre todo sus oraciones”, dijo el cardenal.

Más delante aseguró que “fue una trastada, estúpida, que no las hice cuando tenía 15 años y la he hecho ahora cuando voy a cumplir 80”.

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