La justicia de Andorra investiga al fundador de Odebrecht

La justicia de Andorra investiga a Marcelo Odebrecht, fundador del gigante brasileño de la construcción Odebrecht, por su presunta implicación en un esquema de sobornos que alcanzó los 237 millones de euros.

Este caso, conocido como causa Pernambuco, se centra en un posible delito de blanqueo de capitales relacionado con la mayor trama de corrupción de América Latina.

La investigación, según publicó el diario ‘El País’ de España, que involucra a la Banca Privada d’Andorra (BPA) y al Meinl Bank de Antigua y Barbuda, se originó en 2015 tras la intervención de la BPA por sospechas de blanqueo.

Según la jueza andorrana, Odebrecht está vinculado a un entramado que sobornó a 145 funcionarios y dirigentes en varios países de América, incluidos Panamá, Ecuador, Perú y Brasil.

Los nuevos documentos, a los que tuvo acceso El País, revelan que Odebrecht utilizó sociedades en Panamá, Austria, Suiza, Portugal y Antigua y Barbuda para facilitar los pagos ilegales. Una de estas sociedades, Klienfeld Services Ltd, y otra panameña, Aeon Group, jugaron un papel crucial en la transacción de los fondos. El dinero se disfrazaba como pagos por servicios inexistentes, lo que dificultaba su rastreo.

Entre los beneficiarios de estas comisiones ilegales, según el diario español, se encuentra Demetrio Papadimitriu, exministro de la Presidencia en Panamá, quien habría recibido al menos 2,1 millones de euros. Otros implicados incluyen exfuncionarios de Ecuador y Perú que también cobraron sumas significativas a través de cuentas en Andorra.

Xavier Jordana, abogado de Odebrecht en Andorra, defiende que su cliente no tuvo intervención en estas actividades y espera que el caso se resuelva pronto, señalando la falta de conclusiones prácticas después de casi una década de investigaciones. La causa en Andorra se suma a otros procesos judiciales que enfrenta la compañía en Brasil y otros países, donde ya admitió haber pagado sobornos por un total de al menos 788 millones de dólares desde 2001.

Las actividades corruptas de Odebrecht han tenido repercusiones significativas en la política y la economía de varios países, resultando en multas por 3.500 millones de dólares impuestas por las autoridades de Brasil, Estados Unidos y Suiza.