¿Miedos retrógrados o dudas justificadas?

Actualizado
  • 17/12/2023 00:00
Creado
  • 16/12/2023 16:37
No habrá ningún sistema ChatGPT-4 que pondrá una mordaza al razonamiento y a la creatividad humana, porque en ellos no entra en función solo el órgano del celebro, sino también el corazón y los sentimientos.

En las redes sociales se ha visto, varias veces reportada, una viñeta donde dos señores de mediana edad intercambian un diálogo más o menos de este tono: - ¿Te asusta el aumento de la inteligencia artificial? - No, me asusta el aumento de la estupidez humana.

Más allá del chiste, no se puede negar que la IA se está volviendo cada día más “inteligente”, y los seres humanos cada vez más “estúpidos”.

Las comillas, en el caso de la IA se refieren a que, gracias a los millones de millones de algoritmos utilizados por las máquinas, la misma está más cerca de imitar y aplicar las formas de razonamiento del celebro humano.

Las comillas, en el caso de “estúpidos” referido a los seres humanos, se refieren a que las personas, por responsabilidad de sus bagajes culturales cada vez más pobres, aproximados, fragmentarios, están menos capacitados para elaborar conceptos e ideas, e inclusive discursos u opiniones coherentes sobre asuntos de mediana complejidad.

En diversos países se han hecho estudios sobre población escolarizada joven, los cuales han arrojado datos extremadamente preocupantes: porcentajes bastante altos de ellos (no reporto las cifras exactas porque no hay uniformidad en los estudios, y además obviamente varían de país a país, e inclusive de región a región dentro de un mismo país) no están en condición de entender un texto escrito, ni hacer simples operaciones matemáticas.

Sin temor a equivocarnos, pero, podemos afirmar que, según los cálculos más optimistas, entre un 20% y un 40% de los jóvenes escolarizados no alcanzan las competencias mínimas ni en el área textual-lexical, ni en el área lógico-matemática.

Estos jóvenes, sin embargo, obviamente, actúan, intercambian informaciones, participan en la vida social, laboral y política en sentido amplio. Sacando sus instrumentos o apoyos cognoscitivos de medios cada día más forjados por la IA.

¿Con cuáles consecuencias?

Estos fenómenos que hemos apenas esbozado ameritarían atentos análisis de la filosofía y de la sociología por las problemáticas ético-sociales que inducen, y de la economía por las evidentes pérdidas de puestos de trabajo que provocan.

Para vislumbrar las posibles, entre las tantas, fallas del conocimiento manipulado por la IA, entremos un poquito más en detalle en el campo de las traducciones.

Se puede “meter” en Google un texto en cualquier idioma y en fracción de segundos obtener la traducción en la lengua deseada. Hace un tiempo esas traducciones estaban plagadas de errores hasta la ridiculez, pero están mejorando mucho –gracias casualmente a los millones de millones de algoritmos antes mencionados- En la actualidad, el sistema ChatGPT-4 otorga traducciones más atendibles, que requerirían solo un veloz control por parte del traductor.

Bien, ¿qué ocurre si el traductor no tiene el criterio y la formación cultural para entender el contexto del argumento, o simplemente no tiene las suficientes informaciones adicionales?

Un ejemplo sencillo, encontrado personalmente: recientemente, en red, aparece la noticia de la muerte de Romilda Bollati, nacida en 1932, hija de los barones de Saint-Pierre, musa de Cesare Pavese, el atormentado escritor italiano muerto suicida en 1950. La Bollati fue una mujer muy relevante en la vida cultural de la Turín del siglo XX; sus veladas en el palacio de familia reunían a industriales, políticos, intelectuales, escritores y artistas famosos. Entre otras múltiples actividades, fue propietaria de una casa editorial prestigiosa. La última cosa que hizo Pavese antes de su fatal gesto fue escribir una carta a la Bollati, mujer muy estimada por él, con la cual había tenido un breve amor.

En la versión española de noticias acerca de Cesare Pavese aparece la siguiente información: “antes de suicidarse... escribió una carta a la última de sus muchas amantes, Romina Bollati, bailarina de Saint Pierre”.

No es difícil imaginar la confusión generada por similares apresuradas informaciones, copiadas y “pegadas” por acelerados estudiantes en sus investigaciones... Son como bolas de avalanchas que, en sus caídas precipitosas en las laderas de una montaña, se vuelven cada vez más grandes, irrefrenables y perniciosas.

La opinión de los expertos

Geoffrey Hinton, clase 1948, conocido como “el padre de la inteligencia artificial” se ha recientemente retirado de Google con sorpresivas críticas hacia su misma “criatura”, notificando a la comunidad científica los posibles riesgos derivados de un desarrollo incontrolado de la IA.

“Estamos observando -dice Hinton- que sistemas como el ChatGPT-4 ya están en condición de superar ampliamente la cantidad de conocimientos que puede acumular una persona... estos sistemas ya están en condición de formular razonamientos sencillos... viendo la velocidad con la cual se desarrollan, creo haya llegado el momento de preocuparnos acerca de su utilización.”

Matt Clifford, Presidente de la Agencia de Investigación del Reino Unido, subscribiendo las palabras de Hinton, afirma “Hay una enorme potencialidad en estas tecnologías, pero es urgente que el mundo invierta en sistemas para garantizar la seguridad y el control de la IA”. Por su parte, Demis Hassabis, cofundador de Google DeepMind, ha declarado: “Creo que una inteligencia artificial comparable con la inteligencia humana no sea lejana”.

Sin controles de algún tipo, la ciencia y de tecnología pueden ser aprovechadas para ventajas de muy pocos, y a desventaja de los intereses de la colectividad que recogería solo las migajas de esos “grandes avances”, y todas las pesadas consecuencias colaterales negativas.

Hollywood y la IA

Recientemente hubo, entre operadores de alto nivel de la industria cinematográfica, una masiva huelga motivada por diversas inconformidades, entre otras, el rechazo al uso excesivo de la IA en la elaboración de los productos fílmicos.

El público gusta de los efectos visuales, cada vez más “excepcionales”... y la industria, por supuesto, los utiliza cada vez más (las ganancias mandan) hasta límites francamente discutibles y hasta necrófilos... como reconstruir un actor muerto y hacerlo actuar con personajes vivos. También actores famosos como George Clooney o Tom Hanks, se declaran dudosos acerca del uso de la IA: por el aumento de desigualdades y discriminaciones, y por la disminución del valor artístico y unicidad de la obra.

La IA puede crear escenografías, elaborar historias, diálogos y “hacer” la dirección. Ya se han hecho ensayos de este tipo. Logran imaginar ustedes ¿qué tipo de productos, todos similares y repetitivos, puedan salir?...

¿Qué destino le toca a nuestro celebro?

El desarrollo tecnológico no puede pararse, y nadie se queja por la utilización de máquinas o instrumentos que disminuyen la fatiga humana monótona o repetitiva, pero... cuando se trata del nuestro celebro... ¿acaso no es verdad que si no lo utilizamos se atrofia?

La IA aporta a mi razonamiento la posibilidad de utilizar infinidad de datos, pero NO ES el razonamiento, que sigue siendo mío.

Cuando la escritura surgió, superó, e hizo desaparecer al mundo que se expresaba con dibujos y manufacturados. También la escritura fue y sigue siendo, una tecnología compleja y articulada, muy difícil de aprender y practicar.

Me quedo con esta idea que me parece optimista: no habrá ningún sistema ChatGPT-4 que pondrá una mordaza al razonamiento y a la creatividad humana, porque en ellos no entra en función solo el órgano del celebro, sino también el corazón y los sentimientos. Y los sentimientos están hechos de otras materias que las maquinas no podrán nunca poseer: carne, sangre, sudor, lágrimas... y sueños.

La autora es Doctora en Materias Literarias de la Universidad de Bologna, Italia. Ha sido docente de Sociología y Lengua Italiana en la Universidad de Panamá.

Pensamiento Social (PESOC) está conformado por un grupo de profesionales de las Ciencias Sociales que, a través de sus aportes, buscan impulsar y satisfacer necesidades en el conocimiento de estas disciplinas.
Su propósito es presentar a la población temas de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.
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