Informe de la DIJ revela vínculos de municipios y juntas comunales con grupos criminales

Actualizado
  • 12/01/2022 00:00
Creado
  • 12/01/2022 00:00
En esta segunda entrega desmenuzamos cómo una organización criminal tuvo nexos con instituciones locales
Oficinas principales de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ) de Panamá

Un informe de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), que tiene más de 580 páginas, describe cómo unos “simples delincuentes” que operaban en una comunidad del sector de Felipillo, conocida como Manzana Cero, en el corregimiento de Pacora, lograron construir en 10 años una “empresa criminal” con una marcada influencia en la política.

El documento hace referencia a cómo esta organización criminal guardaba relación con personajes de la política, juntas comunales y municipales. Según la DIJ, esta información fue obtenida mediante colaboración con otros estamentos de seguridad y destaca que la relación de las instituciones locales con el grupo criminal era para evadir el control de las autoridades y poder realizar sus operaciones de custodia y transporte ilícito hacia sectores fronterizos con Costa Rica.

El informe de inteligencia permitió establecer las rutas de las operaciones de los grupos criminales en los sectores del Pacífico como La Palma hasta el golfo de Panamá (Punta Alegre, Gonzalo Vásquez, Chimán y Chinina).

También Chepo, en el puerto Coquira. y Pacora, en el Río Chico. En los sectores poblados del Caribe, desde Puerto Obaldía hasta Guna Yala, en Cangadi, Mandiyala, hasta llegar a los poblados del distrito de Chepo.

Se trata de un “plan de búsqueda de información” preparado por los aparatos de inteligencia del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), que se originó de los acontecimientos que rodearon el decomiso de la sustancia ilícita, lugar del hecho y la aprehensión de los actores, el cual coincide con las rutas para el ingreso de cargamentos de droga por el litoral Pacífico de Panamá, donde se vincula al grupo criminal denominado Manzana Cero.

A este grupo llamado Manzana Cero, según el informe de la DIJ, se le autodenomina con los nombres de HP o Clan Agua, y algunos de sus principales cabecillas fueron detenidos como resultado de la operación Damasco. Entre ellos figuran los nombres de Carlos Roberto Aguilar Becerra alias 'Robert', Franklin Ariel Acevedo alias 'Franklito', Victoriano Becerra Aguilar y Teresina Lineth Vigil Pérez, hermana del diputado Elías Vigil, elegido por el circuito 8-10 que cubre los corregimientos de Pacora, San Martín y la 24 de Diciembre.

Sobre estas personas, la Policía Nacional emitió una alerta para calificarlos entre los más buscados y por ende se ofreció una recompensa de $70 mil para dar con su captura.

En el informe de inteligencia de la DIJ se confirma que alias Robert y Teresina Vigil mantienen una relación de noviazgo, tal como se indica en una entrevista dada por las autoridades a la señora en mención para esclarecer un hecho ocurrido el 17 de marzo del 2018, en donde Robert fue víctimas de lesiones personales.

El informe hace alusión a una reunión en un hotel donde se facilitaron las condiciones para encubrir actos de corrupción patrocinados por operarios de dicho negocio de alojamiento.

En esa reunión, el grupo criminal HP, objeto de investigación en el informe de inteligencia de la DIJ, buscaba nexos con otras organizaciones criminales “ya que es difícil para un individuo o persona disponer de la infraestructura y de los medios adecuados para satisfacer esta demanda. Siendo así, es necesario que varios individuos se asocien y organicen a fin de poder cubrir o gestionar el amplio mercado de bienes ilícitos en el mercado ilegal”, detalla el documento.

A Teresina Lineth Vigil Pérez se le vinculada directamente con el evento del hotel, porque según los agentes de inteligencia policial fue quien realizó los pagos de reservas y se destaca que los ocupantes, identificados como líderes de pandillas, fueron ocultados con la colaboración de trabajadores del hotel.

También el informe describe cómo un grupo de simples delincuentes se convierte en una organización criminal capaz de armar una estructura de andamiaje logístico que les permitió enviar grandes cantidades de estupefacientes a varios países de Centroamérica, tales como Panamá, Costa Rica, República Dominicana, Nicaragua y México.

La DIJ cita en el informe un trabajo de inteligencia de la Dirección Nacional de Inteligencia Policial (DNIP), que le dio seguimiento a este grupo criminal y que data del año 2010.

Esta información de la DNIP fue preparada para el 5 de julio del año 2020 y se apoya de una fuente de colaboración que reveló que este grupo comenzó sus actividades en los sectores de Manzana Cero, Felipillo, siendo unos simples gatilleros que iban a cualquier acto delictivo que les generara ganancias, y actualmente se han hecho de sumas de dinero muy representativas producto del narcotráfico y de la eliminación de gran parte de los grupos rivales con que se peleaban el sector.

Dicho trabajo de inteligencia destaca que al momento de desarrollarse la operación Damasco, esta organización criminal tenía el control en el sector de San Martín, Carriazo y Utivé.

La fuente anónima que suministro los detalles de las operaciones del grupo al Ministerio Público dijo que alias Franklito y alias Robert y sus hermanos se han hecho de sumas de dinero muy representativas producto de estas actividades delictivas. “En l0 años han pasado de ser unos delincuentes más del sector, a tener un poder adquisitivo que les ha llevado a modernizar de una manera exponencial las residencias que mantienen a lo interno de Manzana Cero, y han construido en diferentes lugares del sector de La Mesa, casas muy lujosas”, detalla la investigación de la DNIP transcrita en el informe de la DIJ.

Esta información aportada por los estamentos de seguridad indican que los integrantes de este grupo han adquirido fincas, algunas muy costosas, y otras que han logrado adquirir a través de acercamientos con personas que han sufrido hurtos de sus reses y que han llegado al “hartazgo” por haber perdido parte de lo que les ha costado trabajar.

La agrupación criminal mantiene estos bienes bajo la propiedad de personas que les colaboran al prestar su nombre para que, de ser investigados, sea imposible que se señalen como dueños de las mismas y así no perder sus inversiones, según describe el documento.

El informe de inteligencia de la DIJ se enfoca en el sector este de la ciudad de Panamá, específicamente en el corregimiento de Pacora y la comunidad de Felipillo, lugar donde existen diversos grupos criminales dedicados al pandillerismo, que se han venido incrementado entre los años 2012 y 2013 tras la movilización de precaristas que invadieron parte de la comunidad conocida en esa época como José Isabel Blandón, posteriormente conocida como la comunidad Dos Mares.

Estos precaristas provenían de otros sectores de la capital del país, tales como San Miguelito, Alcalde Díaz, Curundú, Chepo, Pedregal, Mañanitas, entre otros, los cuales mantuvieron problemas y se desplazaron a este sector para ocultarse de sus victimarios y de las autoridades competentes, y así se asocian de manera habitual y mancomunada para cometer estos actos delictivos.

Esto conllevó a constantes hechos delictivos en el sector este del distrito de Panamá, tales como el consumo y venta de droga, intercambio de disparos, lesiones personales y homicidios; esto debido a rivalidades entre grupos que se disputaban el territorio por la compra y venta de sustancias ilícitas.

Espere 'Dineros ilícitos para la política', tercera y última entrega.

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