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¿Los gerentes pueden ser 'coaches'?
- 24/11/2019 00:00
- 24/11/2019 00:00
El coaching es un continuo, que va desde haberse entrenado para aplicar herramientas de coaching en la gestión como gerente o supervisor, hasta haberse entrenado extensamente para ser un coach profesional y tener muchas “horas de vuelo”. Por esto es importante distinguir en qué punto del continuo está un profesional y cuál es su nivel de capacitación y experiencia. Igualmente es importante saber a qué me habilita una formación, dependiendo del contenido, horas, prácticas y supervisión.
En un extremo del continuo están aquellas personas que han tomado algún entrenamiento en sus empresas, o por su cuenta, que aplican herramientas de coaching con sus equipos para crear diálogos de crecimiento y desarrollo. Les llamaremos gerentes-coach. Estas habilidades incluyen la escucha activa, la comunicación directa (otras veces llamado feedback), el apoyar a sus reportes directos y equipos a establecer, para sí mismos, objetivos de desarrollo y crear planes de acción.
Estos gerentes-coach tienen conversaciones regulares, a veces programadas, a veces espontáneas, en las que no dan directrices, consejos, mandatos o instrucciones. Por el contrario, exploran, preguntan, comparten ideas sin imponerlas, y permiten que fluya el potencial de las personas. Los gerentes-coach saben que la gente tiene muchas veces las respuestas, pero que no se quieren arriesgar, prefiriendo la seguridad de “hacer lo que dice el jefe”, por lo que estimulan a las personas a atreverse a salir de su zona de confort.
La habilidad o competencia de escuchar que debe tener un gerente-coach, no es tan fácil cómo parece. La tendencia natural del jefe es dar las respuestas e instrucciones acerca de lo que hay que hacer. Así economiza tiempo y asegura los resultados. El camino del gerente-coach es más largo: debe procurar ayudar a sus subalternos a encontrar por ellos mismos las repuestas, animándolos a arriesgarse, a ensayar, lo que les ayuda a desarrollar habilidades y capacidades. Esto lo hace preguntándoles qué piensan o sugieren ellos, qué les ha funcionado anteriormente, obligándoles a buscar ellos mismos las respuestas. Esto crea un círculo virtuoso en el que el subalterno aprende, gana confianza en sí mismo, y se atreve a proponer, sugerir en lugar de recurrir al jefe para que “solucione”.
Los gerentes-coaches también tienen la capacidad de comunicar de manera directa a su equipo y subalternos lo que ve que pueda estar afectando su desempeño. Esto, comúnmente llamado “feedback”, es una habilidad que también se aprende y se practica. Puede comunicar lo que ve en la conducta del otro, de manera directa, sin lastimar, pero tampoco evadiendo temas delicados, y relacionándolo al impacto que tiene en los demás y en el negocio. Todas las personas tienen áreas ciegas y necesitan y agradecen que, con respeto, se las hagan ver. Sólo así se puede crecer.
Establecer objetivos y planes de acción es vital para desarrollar el potencial de las personas. Esto lo hace el gerente-coach con su equipo o reportes directos, ayudándoles a ver las áreas que necesitan desarrollar y cómo se beneficiarán ellos y la empresa si lo hacen. A la vez dan acompañamiento a lo largo de este desarrollo, animando, retroalimentando y reuniéndose periódicamente para conversar sobre avances, dificultades y ajustes al plan de acción.
Las empresas se benefician muchísimo de tener gerentes-coaches, pues estos aumentan la satisfacción, compromiso y retención de los empleados, que ven en sus jefes a un aliado para su desarrollo. Además, crean un flujo interno de talento que les habilita a crecer y desarrollarse como organización.
La autora es Coach Ejecutiva, PCC (ICF Professional Certified Coach), Presidenta y miembro de ICF Panamá.