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- 16/04/2021 15:09
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Los delincuentes han puesto a trabajar la creatividad para tratar de introducir sustancias ilícitas en las diferentes cárceles del país. Desde drones hasta animales como gatos y palomas han empleado para intentar lograr su objetivo.
Este viernes se conoció la captura de un gato cuando intentaba ingresar a la cárcel de Nueva Esperanza en Colón. El felino tenía amarrado en su cuerpo un rollo de tela, lo que llamó la atención de los custodios del penal. Tras verificar se percataron que se trataba de sustancia ilícita.
La Fiscalía de Drogas de Colón y Guna Yala, inició investigaciones "por la utilización de animales para el traspaso de sustancias ilícitas al Centro Penitenciario Nueva Esperanza luego del hallazgo de esta modalidad", confirmó el Ministerio Público en su cuenta de Twitter.
El pasado 7 de marzo, en este mismo penal unidades policiales capturaron a una paloma que se había introducido al lugar. El ave llevaba varios envoltorios de marihuana.
Mientras que en la ciudad de Panamá, La Nueva Joya y La Joya, los delincuentes utilizan drones para intentar introducir, drogas, armas de fuegos y celulares. Ante esto, la Autoridad de Aeronáutica Civil prohibió volar estos aparatos cerca de los penales.
El sistema penitenciario de Panamá cuenta con una veintena de cárceles, incluidos los centros para menores, y alberga a una población que ronda las 17,000 personas, con una hacinamiento que superaba en 2017 el 115 % en promedio, según la información disponible.
En las requisas que se realizan en estos penales se suele decomisar armas de fuego, armas de fabricación casera, teléfonos y drogas.