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- 01/08/2024 16:25
- 01/08/2024 15:01
Una de las islas del paradisiaco archipiélago de Bocas del Toro se convirtió en el escenario de muerte para la turista española Eneritz Argintxona Fraile, de 30 años.
La última vez que se supo de Argintxona Fraile, quien estudió educación infantil, fue la noche del miércoles 24 de julio en el hostal Aqua Lounge, donde se hospedaba en Bocas del Toro.
Como no tenían noticias del paradero Argintxona Fraile la familia denunció la desaparición en la comisaría de la Ertzaintza, de la policía autonómica del País Vasco, de donde era oriunda.
Dos días después, una caminata por la playa que prometía tranquilidad para una pareja de turistas estadounidenses terminó narrando el triste final de Eneritz, cuyo cadáver fue localizado en la playa de isla Carenero. El viernes 26 de julio se reportó su deceso y la Fiscalía Regional de Bocas del Toro inició las investigaciones, a través del departamento de homicidio y femicidio.
Desde el primer momento en el que se tuvo conocimiento de la denuncia la Policía Vasca se puso ‘’en manos de la justicia y la policía panameñas”, indicó el jefe de la Ertzaintza, Josu Bujanda, en una conferencia de prensa que cubrió el medio español Telecinco.
Argintxona Fraile murió a consecuencia de un traumatismo craneoencefálico, de acuerdo con la necropsia que realizó el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
Su cuerpo fue reconocido por su madre, quien desesperada viajó a Panamá a buscar a su hija. Mediante una prueba de extracción de ADN se confirmó la tragedia para la familia.
El cruel homicidio de Argintxona Fraile fue con la intención de robarle, de acuerdo con las señales que arrojan las primeras investigaciones, por lo que ya se han identificado algunos sospechosos.
Durante la mañana de este viernes primero de agosto el cuerpo de Argintxona Fraile fue trasladado a la ciudad de Panamá en una aeronave del Servicio Nacional Aeronaval (Senan), gestionado por el Ministerio de la Mujer y el Ministerio Público, para coordinar posteriormente su repatriación a España.
La tragedia persigue a los turistas
No es la primera vez que Bocas del Toro deja de ser un destino paradisíaco para convertirse en una auténtica pesadilla. Entre los años 2007 y 2010, el asesino en serie Wild Bill mató a cinco turistas, tres de ellos de nacionalidad estadounidense, incluido un menor de 16 años.
En 2017 la joven neerlandesa Catherine Johannet fue violada y estrangulada en isla Bastimentos de Bocas del Toro. Cuando caminaba sola por un sendero que une dos playas de isla Bastimentos fue asesinada por un menor de edad.
En aquella ocasión La Estrella de Panamá contó el dolor de la madre de Catherine, quien expresó su profunda tristeza por la pena que se le impuso al asesino: 12 años de prisión.
Crímenes atroces contra los turistas han consternado a la sociedad panameña, que clama por mayor certeza del castigo y penas severas para los criminales.