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Entre la meritocracia y las oportunidades: dilemas burocráticos de la equidad
- 02/12/2018 01:00
- 02/12/2018 01:00
Meritocracia. Durante el Siglo XX, las asistencias económicas fueron parte de los mecanismos que utilizaron los gobiernos para promover la movilidad social. Asimismo, las ayudas económicas y los incentivos ocuparon un sitial importante en los esquemas para fomentar la eficiencia institucional en la gestión pública y privada en América latina.
En el caso de Panamá, las asistencias y los auxilios económicos asumen diversas formas, tanto en lo presupuestal, como en lo meritocrático. Esta visión ganó espacio hasta adquirir una dimensión institucional capaz de manejar al mismo tiempo programas de becas por mérito académico, programas de asistencia educativa para la población en situación de vulnerabilidad y riesgo, programas de auxilios económicos y programas de protección social, entre otros. No obstante, hasta el momento no se conocen ni las evaluaciones sobre la efectividad de los programas ni los logros de sus beneficiarios.
La diversidad de programas muestra los distintos objetivos de la institucionalidad pública y con ello la necesidad de establecer un esquema diferenciado de fomento de capacidades y oportunidades que mejoren los estándares educativos y sociales, además de la eficiencia terminal en las instituciones públicas y privadas de educación y formación académica.
IGUALDAD DE OPORTUNIDADES
En el presupuesto nacional se reconocen cinco tipo de asistencias y ayudas económicas: Programa de asistencia para la población en situación de vulnerabilidad y riesgo, Programa de Becas por mérito, Otros Programas Mixtos financiados por donaciones y/o exoneraciones, Programa de auxilios económicos para funcionarios públicos, Programa Beca Universal. Del total de asistencias y ayudas económicas, el 31.6% se otorgan por condición de vulnerabilidad y riesgo, el 26.3% se otorgan por méritos académicos, el 26.3% para especialización, el 10.5% para perfeccionamiento, el 5.3% por protección social.
A lo largo de los últimos años, las asistencias y los auxilios económicos se han incrementado. De los cinco programas en el año 2013, el 88.8% del presupuesto se dirigía hacia programas de aseguramiento de condiciones para la educación: Beca Universal, Vulnerabilidad y riesgo, Auxilios económicos. Sólo el 11.2% se dedicó a programas por méritos académicos: Becas por méritos, otros fondos mixtos. Para el año 2017, 89.45 del presupuesto se orientó hacia programas que aseguran condiciones para la educación, mientras que el 10.6% a programas por méritos académicos.
Entre los años 2013 y 2017 el programa de auxilios económicos fue el que presupuestalmente creció más. De manera subsiguiente crecieron los programas de Becas por mérito, Beca Universal. El programa que asistencia para la población en situación de vulnerabilidad y riesgo decreció.
Por su parte, el programa de auxilios económicos fue el que creció más en cobertura de población. Asimismo crecieron los programas de Beca Universal y Becas por méritos. Mientras que el programa de asistencia para la población en situación de vulnerabilidad y riesgo decreció en cobertura. En el año 2013 el 84.7% de los beneficiarios de las asistencias y ayudas económica eran parte de los programas de aseguramiento de condiciones para la educación: Beca Universal, Vulnerabilidad y Riesgo, Auxilios económicos. Mientras que el 5.0% de los beneficiarios estaban vinculados con los programas por méritos académicos: Becas por méritos, otros fondos mixtos. Para el año 2017, el 94.1% de los beneficiarios de las asistencias y ayudas económica estaban vinculados con los programas de aseguramiento de condiciones para la educación: Beca Universal, Vulnerabilidad y riesgo, Auxilios económicos. El resto, el 5.9% tienen relación con los programas por méritos académicos: Becas por méritos, otros fondos mixtos.
Sin embargo, el 58.4% del total de los beneficiarios de las asistencias y ayudas económicas pertenecen a los quintiles más pobres (Q1 y Q2). Asimismo, sólo el 20% pertenece a los quintiles más ricos (Q4 yQ5). Desde esa perspectiva la asistencia y ayuda educativa es pro pobre y pro-equidad en tanto la misma se incrementa de manera más dinámica en las comarcas indígenas. La inversión en asistencias y ayudas pasa de B/. 253.7 en el 2013 a B/. 309.7 en 2017 por beneficiario. Por su parte, la inversión en asistencia asistencias y ayudas provincial pasó de B/. 261.3 en el 2013 a B/. 309.6 en 2017. Sin embargo, en las comarcas indígenas paso de B/. 197.0 en el año 2013 a B/. 310.8 en 2017. Es decir, la asistencia y ayuda aumentó 1.6 veces en las comarca indígenas, mientras que en las provincias aumentó sólo 1.2 veces más en cuatro años. Esto hecho dimensiona claramente hacia dónde se orientan los recursos según el tipo de programas y las formas como la redistribución genera un escenario distinto de movilidad social.
PARIDAD DE CAPACIDADES
MISIÓN Y VISIÓN DE FLACSO
La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) es un organismo regional, instituido por la UNESCO para impulsar y satisfacer necesidades en el conocimiento de las Ciencias Sociales.
El Programa FLACSO-Panamá busca dotar a la población de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.
Para garantizar los impactos y resultados de las asistencias y ayudas es necesario el seguimiento tanto en el cobro y uso, como en el aprovechamiento. Para ello resulta imperativo identificar en qué y por qué se incrementó la cobertura y en su caso, la retención, la deserción y el abandono escolar. Al mismo tiempo que se conoce si en el caso educativo, el aprovechamiento incluye el desarrollo de capacidades cognitivas y socioemocionales. Teniendo en cuenta que diversos tipos de desigualdades inciden en el acceso, en los aprendizajes, en el espacio escolar y por consiguiente reducen los resultados y retornos.
Las desigualdades de género, las étnico-raciales, las relacionadas con las diferentes etapas del ciclo de vida de las personas y las territoriales inciden en los desempeños escolares y ciudadanos. La confluencia de múltiples desigualdades caracteriza a los núcleos duros de la pobreza y la exclusión social, al mismo tiempo que los hace persistentes en el tiempo. Las asistencias y ayudas económicas para la educación no escapan a esa dinámica cíclica y continua.