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- 17/09/2020 00:00
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La pandemia ha cambiado los tiempos de los científicos. La mayoría ha dejado a un lado las investigaciones que durante años venía desarrollando, para responder oportunamente a la sociedad en medio de la urgencia provocada por la covid-19. Las madres y mujeres científicas han tenido que sacrificar horas con sus hijos para entregarlas a los laboratorios. Mairim Solís Tejada, del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), esposa y madre de cinco niños, es una de ellas.
Recientemente ganó el Premio Nacional L'Oréal, una iniciativa apoyada por la Secretaría de Ciencias y Tecnología, que busca fomentar el desarrollo de las mujeres que han dedicado su trabajo y estudios a la ciencia. En Panamá, tres mujeres han sido galardonadas con este premio.
Solís, quien cuenta con un doctorado en filosofía en biotecnología, conversó con La Estrella de Panamá sobre el papel de las mujeres científicas en pandemia y el premio de $10 mil que recibió para desarrollar una investigación relacionada con el potencial terapéutico de células madre de las placentas positivas con covid-19.
A nosotros se nos evalúa por nuestros conocimientos y productos. Pienso que hombres y mujeres tenemos equidad porque se nos mide por los productos que vienen de nuestros conocimientos en la investigación. ¡Claro!, los roles familiares son distintos.
Las mujeres somos muy pacientes, muy dedicadas, muy precisas y muy perseverantes en lo que hacemos. Y eso se refleja en nuestros trabajos de investigación.
No lo veo solo en las mujeres. Los científicos hemos tenido que hacer una pausa en lo que teníamos años investigando para poder responder oportunamente a la pandemia. Ambos lo hemos hecho para responder con nuestras experticias a interrogantes que atañen a la población y que están relacionadas con la pandemia. De igual forma, se ha tenido que sacrificar tiempo para poder responder diariamente a la demanda de los casos. Yo he intentado atender las muestras de las placentas de las embarazadas. Esto involucra que esté más tiempo en el laboratorio, pero ha sido para beneficio de la población.
Para mí es un reconocimiento a la labor que están haciendo las mujeres en la ciencia, en medio de la pandemia. Mi proyecto está totalmente enfocado en la covid-19. Desde marzo hemos intentando sacarlo adelante, sin ningún tipo de financiamiento. Sabíamos que seis meses después la población necesitaría respuestas oportunas. A pesar de no tener financiamiento, seguimos avanzando. Este premio es un reconocimiento a ese esfuerzo. Aunque el Gorgas nos estuvo apoyando con sus recursos. Para mí es finalmente reconocer ese esfuerzo que se hizo para seguir adelante con el proyecto a pesar de los pocos recursos. Y, no solo a mí, sino a todo el grupo de investigación, a todas las mujeres que están tratando de dar una respuesta a la pandemia de la covid-19.
Es un proyecto que busca conocer si las células madre tienen la capacidad para atenuar la inflamación causada por la enfermedad covid-19, en pacientes que tienen una neumonía avanzada. Lo queremos hacer a nivel preclínico, es decir, de laboratorio. Queremos conocer lo que todavía no se ha descrito en la literatura científica, que es el mecanismo que la célula madre podría utilizar para atenuar la inflamación que causa la enfermedad de la covid-19, para la recuperación de los pacientes.
A nivel molecular no se conoce el mecanismo que las células madre utilizan para atacar el virus. Entonces se quiere conocer ese mecanismo y si realmente hay interacción. Quisiéramos aportar esto a la literatura para mejorar los ensayos clínicos, porque así entenderíamos a nivel molecular lo que está pasando a través de nuestros resultados, lo que ayudaría a mejorar los ensayos con pacientes a nivel mundial.
Lo otro: como nosotros estamos usando células madre de la placenta, también queremos tratar de entender si el virus, en pacientes embarazadas, logra penetrar la placenta y penetrar al bebé. Es decir, si existe trasmisión vertical del virus, de la paciente positiva al bebé.
A finales de marzo teníamos el protocolo de investigación elaborado. En ese momento estábamos buscando financiamiento, pero no fue exitoso. Pero, a pesar de ello, seguimos avanzando. En mayo logramos la aprobación del protocolo de investigación por el Comité Nacional de Bioética. Así que a partir de esa fecha hemos pasado cuatro meses reclutando embarazadas positivas en los hospitales para que donen sus placentas, que luego traemos al laboratorio. Allí pasamos de seis a ocho horas procesando la placenta para enviar las muestras a virología, para que determine si el virus penetró la placenta y realizar la extracción de células madres para los análisis regenerativos. Estamos en la parte analítica del estudio y esperamos que para mayo 2021 tengamos conclusiones definitivas de los dos objetivos y hacer los reportes que requiera el Ministerio de Salud.
Hacer ciencia en el país conlleva obstáculos que debemos superar. Lo primero es la infraestructura limitada. Somos tantos los que estudiamos en el extranjero... Y es necesario que estemos aquí, pero se necesita la infraestructura suficiente. En el Gorgas tenemos los equipos necesarios y la prueba de ello ha sido la pandemia. Aquí tenemos tecnología de punta, pero la infraestructura es muy limitada. Entonces no son muchos los investigadores que podemos estar en un mismo laboratorio por el límite de espacio. Eso es una limitante.
Lo otro es la burocracia para las compras. En un instituto de investigación las compras deben ir de la mano de las ideas que surgen, es decir, muy rápidas. En investigación se requiere responder muy rápido. Pero a la hora de hacer las compras, el proceso es igual al de otros ministerios, donde se hace pausadamente. Por ejemplo, si me surge una idea, en tres días tendría que tener los activos disponibles en el laboratorio. Pero acá no funciona así. Yo tengo que contemplar seis meses antes lo que estoy diseñando, por lo que demora el proceso de compra.
Desde julio nosotros tenemos un hallazgo importante y estamos en septiembre y no lo podemos divulgar por eso, porque las compras son muy lentas. Hay que sacar rápido la información porque puede ser muy valiosa a nivel internacional. Pero la parte burocrática nos frena mucho. Pienso que tenemos muchos investigadores, muy valiosos, muy inteligentes, que tienen toda la capacidad, pero la parte administrativa muchas veces no nos deja sacar el producto rápidamente, como debe ser la ciencia.
Primero queremos publicarlo.
Hemos encontrado casos muy peculiares en placentas secuenciadas. Hemos hecho análisis muy profundos de lo que hemos encontrado en algunas placentas. Eso es lo que vamos a reportar. Ya estamos en la parte final.
Para nosotros es importante que se valide lo que hemos encontrado, que nuestros pares puedan corroborar el trabajo. Y, después, de una manera responsable divulgarlo. Queremos ser responsables como científicos.