El cerro Ancón requiere de nuevas banderas y asta

El último y único reacondicionamiento que ha recibido el asta sobre el cerro Ancón, en sus 37 años de vida, ha determinado que el emblemático mástil deberá ser reemplazado eventualmente por otra estructura que enfrente de ‘mejor manera' los difíciles y diversos fenómenos que afectan al principal otero de la capital panameña.

La bandera y el asta sobre el cerro Ancón, inaugurados en 1977 con la entrada en vigencia de los nuevos Tratados del Canal de Panamá, son responsabilidad del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), cuya Dirección de Administración y Finanzas, a cargo de Víctor Medina González, se percató de que las banderas se deterioraban muy rápido: un promedio de entre seis y ocho días de uso.

Las obras para reacondicionar el asta se iniciaron el pasado 20 diciembre, y se calculó un periodo de 15 días para terminarlas, tiempo más que suficiente para que el pabellón nacional ondeara normalmente durante la conmemoración del Día de los Mártires.

Las tareas más significativas eran el cambio del cable de acero que permite izar y arriar la bandera, la instalación de un nuevo motor para deslizar el cordón metálico, y el montaje de modernos eslabones, los cuales permiten sujetar la bandera con el cable ya mencionado.

Sin embargo, los técnicos de la empresa Herrería Económica, contratada para estos fines, se percataron de que dentro del asta había bolsones con agua, sedimentación por doquier y óxido en diversas partes.

El MEF convocó a Camilo Amado, ingeniero de Industrias Amado, empresa que en 1977 estuvo encargada de construir el asta sobre el cerro Ancón.

En vista de que las labores sobrepasarían la fecha del 9 de Enero, los expertos del MEF y de Herrería Económica, al igual que Amado, acordaron que era ‘impostergable' reacondicionar el mástil con ‘faenas más profundas', aun cuando la bandera ondeara a medias el día de los mártires.

El asta fue rodeado, desde el suelo hasta la punta, con andamios para que los técnicos trabajaran con mayor seguridad, toda vez que sobre la cima de la elevación geográfica, venerada por los versos de la poetisa Amelia Denis de Icaza, los vientos superan los 60 kilómetros por hora.

Las rajaduras de la funda externa fueron selladas, una por una, con el mismo material de origen: aluminio.

PROBLEMAS DE ÚLTIMO MINUTO

Durante los trabajos, la polea superior se rompió y hubo que reemplazarla, explican desde el MEF.

También se descubrió que la lámpara roja, que sirve de advertencia para el tráfico de las aeronaves, estaba partida en varios pedazos e inservible, y resultó infructuoso conseguir el repuesto.

La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) entró a jugar un papel de primer orden con la donación de una lámpara de última generación, similar a las que se utilizan en las riberas de la vía interoceánica para guiar a los barcos.

Cada una de estas lámparas, cuyo costo es cercano a los $5 mil, funciona con energía fotovoltaica —por ende no requiere conexión eléctrica—.

En efecto, el 9 de Enero la bandera tricolor sobre el Ancón flameó a media asta sin ningún problema. Los técnicos del MEF y los expertos de Herrería Económica improvisaron un mástil corto anexado a los andamios.

En adición a la bandera, el MEF ordenó la instalación de una nueva bomba para subir el agua desde la turística atracción Mi Pueblito, ubicada en las faldas del cerro, la poda general de árboles y limpieza de monumentos y placas, trabajos generales de pintura, arreglo de resaltos para controlar la velocidad de los vehículos; edificación de dos nuevas garitas y un sanitario.

Las labores de reacondicionamiento finalizaron este 17 días y la inauguración se observó hace poco menos de dos semanas. En el acto, participó el ministro Dulcidio De La Guardia.

Al principio se calculaba una inversión por $15 mil, pero, debido a los daños no previstos, la erogación subió hasta los $38 mil.

Según De La Guardia, se estudia la reubicación de las varias antenas (cuyos propietarios son la ACP, Aeronáutica Civil y varios medios de comunicación) que funcionan sobre la cima del Ancón, con la finalidad de ofrecer mayor espacio de esparcimiento y facilidades para los visitantes.

Cada bandera que se iza sobre el cerro Ancón mide 10 metros por otros 15, tamaño similar al de una cancha de baloncesto. Su costo por unidad es alrededor de $5 mil.

Anteriormente eran confeccionadas por Deportes Jimmy, pero los diez últimos pabellones han sido fabricados por la empresa Panama Flag.

Cada inversión incluye la bandera nueva y cuatro reparaciones. Cada pabellón —nuevo o reparado— solamente soporta, en conjunto, unos 18 días de uso, debido a las inclemencias del tiempo y, sobre todo, por los efectos de los poderosos vientos.

Con la reparación del asta se estima ahora que cada enseña pueda soportar entre seis y ocho meses de uso.

El titular del MEF reconoció que, con la ayuda de Camilo Amado, se analiza eventualmente la fabricación de un asta nueva con tecnología que no existía en 1977. Se piensa en diseñar un nuevo mástil con 50 metros de altura (actualmente es de 45 metros) que, unido con la elevación natural del cerro Ancón, llevaría a la nueva estructura medir unos 250 metros de altura, hecho que la convertiría en una de las más elevadas en Latinoamérica.

De la misma manera, se investiga si sería una mejor inversión confeccionar nuevas banderas con tela de paracaídas, que es muy reconocida por su resistencia contra los vientos y goza de cero porosidad.

De La Guardia ordenó que, para beneficio de los visitantes, se abra la valla de seguridad que impedía estar cerca del pabellón.

‘Es el lugar que permite la mejor vista desde el cerro Ancón', subrayó el ministro.

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LEGADOS DEL TORRIJOS CARTER

La bandera y el asta del cerro Ancón fueron instaladas en 1977

el mástil fue construido por la compañía Industrias Amado.

la enseña, que mide 10x15 metros, era confeccionada por Deportes Jimmy, a $5 mil cada una.