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Censos de población y vivienda en el contexto pospandemia: el caso de Panamá y América Latina
- 01/10/2022 00:00
- 01/10/2022 00:00
La realización del próximo censo de población y vivienda en Panamá fue anunciada el pasado 16 de agosto. El Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec) indicó que este censo se realizará entre los días 8 de enero y 4 de marzo de 2023, en horario de 8:00 de la mañana a 8:00 de la noche, siendo este un censo catalogado como de jure o de derecho.
La realización de un censo de jure, o de derecho, resulta un caso anecdótico para Panamá, ya que el último censo de este tipo fue realizado en 1930, hace 90 años. Durante las tres primeras décadas del siglo XX, el censo se hacía de esta forma, durante los meses de verano, y en estos censos se empadronaba a “toda la población residente en la República, incluyéndose, naturalmente, tanto a los individuos que estaban entonces en el país en calidad de residentes, como a los que lo habían abandonado temporalmente, como estudiantes en el exterior, comerciantes en viaje de negocios, personas en viajes de recreo y otros en igualdad de circunstancias”, según lo reseña el 'Compendio General' publicado por la Oficina del Censo en 1940.
A partir del censo de población de 1940, y hasta el último realizado en 2010, los censos realizados han sido de facto o, de hecho, lo que ha implicado que el empadronamiento se realiza durante un solo día, durante el cual se inmoviliza a la población con el fin de lograr que los encuestadores puedan hacer las visitas a las viviendas y entrevistar a todas las personas “que la noche anterior del censo hubiesen pernoctado en la República de Panamá”.
La declaración de la pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en marzo de 2020 obligó al Inec a posponer la realización del censo de población y vivienda, que estaba previsto para ese año, tal como se ha acostumbrado a hacer en el país, en los años terminados en '0', desde 1920.
Pero, ¿cuál es la situación de los censos en otros países de la región?, ¿qué desafíos han enfrentado para su realización luego de la pandemia?, y, sobre todo, ¿cuáles han sido los ajustes e innovaciones que han surgido a partir de las limitaciones que se dieron con la covid-19? El reporte, 'Los censos de población y vivienda de la ronda de 2020 en América Latina y el Caribe en el contexto de la pandemia' (2022), publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), nos servirá como referencia para explorar algunas respuestas a estas preguntas.
El cierre de las operaciones y las restricciones de movilidad y sanitarias obligaron a la postergación de las actividades preparativas de los censos en los diferentes países. Fases como la actualización cartográfica, el precenso –o conteo de la población en las viviendas–, la realización de pilotos, capacitación de personal e inspecciones de campo se vieron postergadas. En la región, de ocho censos previstos para 2021, tres se tenía la expectativa de que serían realizados en el mismo año, cuatro se reprogramaron para 2022, y uno no tenía fecha prevista, según el informe de la Cepal.
Estos ajustes en la logística y las fechas para la realización de los censos han obligado a la incorporación de innovaciones metodológicas y tecnológicas. En lo que respecta a la metodología, en los censos de la ronda 2020 la principal innovación está relacionada con el cambio que han hecho algunos países en cuanto a la forma de llevar a cabo el empadronamiento. Este es el caso de países como Panamá y Argentina, donde el censo pasó de hacerse en un solo día, a realizarse en el transcurso de dos o tres meses. Desde el punto de vista tecnológico, algunas innovaciones incluyen la realización del levantamiento con dispositivos móviles, el uso de cartografía digital y registro de coordenadas mediante GPS, y la autodeclaración por internet o asistida por teléfono (eCenso).
Dos experiencias pospandemia en la realización de los censos, que nos podrían ayudar a visualizar cómo será esta nueva experiencia en Panamá, han sido los censos de México y Argentina. En el caso de México, el censo de población fue hecho entre el 2 y el 27 de marzo de 2020. En este censo, el cuestionario estuvo en formato tanto digital como impreso, y se podían utilizar métodos complementarios, como la autodeclaración por internet y la entrevista asistida por teléfono.
En el caso de Argentina, el censo se realizó entre el 16 de marzo y el 18 de mayo de 2022. El censo en Argentina pasó a la modalidad de censo de derecho. Para esto se utilizó una plataforma en línea (eCenso), en el que los argentinos debían llenar los datos del cuestionario. El día del censo los encuestadores hicieron un barrido a nivel nacional para validar la información proporcionada por los hogares en el eCenso y hacer la georreferenciación de la vivienda. Si la información no se podía verificar, se procedía a hacer el empadronamiento en un cuestionario en papel.
Tanto en el caso de México como en el de Argentina se presentaron controversias con los resultados. En Argentina, los datos del censo reflejaron un incremento de la población mayor que el pronóstico del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), que señalaba que el crecimiento de la población entre 2010 a 2012 sería de un 13%, pero que con el censo superó esa estimación llegando al 18%. Entre las causas de este incremento se señala la migración, aunque aún es un tema en revisión por parte del Indec en Argentina.
En México, la controversia que ha surgido a partir de los datos reportados en el censo ha sido la demanda presentada en la Corte Suprema por parte del gobierno del estado de México en contra del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), por considerar que los datos de población referentes a este estado están equivocados. La discusión se centra en que el estado de México considera que los datos tienen un subregistro en la población reportada, lo que podría afectar las asignaciones presupuestarias que le corresponden, y que están basadas en las estimaciones que se realizan a partir del censo.
En Panamá, el Inec ha anunciado la incorporación de dispositivos móviles para la recolección de datos en áreas urbanas, además del tradicional cuestionario en papel, para las áreas rurales de difícil acceso, como una de las innovaciones. Otra novedad será la inclusión de preguntas que no aparecían en censos anteriores. Una de estas preguntas está relacionada con lo señalado en la Ley 291 del 31 de marzo de 2022, que adopta medidas de concienciación nacional sobre el 20 de diciembre de 1989, y en la que se indica que el Inec debe levantar “la estadística de cuántos panameños perecieron en la invasión estadounidense”.
El censo es la principal herramienta para la planificación del territorio, las políticas relacionadas con los servicios públicos, y las prioridades económicas. Es la base para la reorganización político-administrativa del país. En un mundo donde la información sobre la población es un insumo clave para orientar las inversiones, planes y programas, tanto del sector público como privado, la realización del censo es una operación vital para la sociedad en su conjunto, debido a sus implicaciones e impacto en las decisiones que se tomen con miras a la próxima década.