El Cangrejo, un desarrollo de historia y colores

Si bien La Exposición es el barrio que ilustra la entrada de nuestra ciudad al siglo XX, El Cangrejo marca nuestra llegada a la mitad de ese siglo. Después de haberse trasladado de Panamá Viejo unos 8 km hacia el oeste a San Felipe, la ciudad creció principalmente hacia el este: primero por el eje de la avenida Central hacia Santa Ana y después, La Exposición. El Cangrejo fue uno de los principales barrios de este crecimiento hacia el este, a mediados del siglo XX. Pero, a diferencia de los desarrollos en cuadrícula, organizados alrededor de importantes plazas urbanas como Panamá Viejo, San Felipe y La Exposición, El Cangrejo tiene un diseño de calles curvas, que se adaptan a las pendientes y tiene un parque, no una plaza, que está integrado a la manzana en dos costados, mientras que las grandes plazas anteriores estaban aisladas por calles.

Más al norte de este barrio, o al este, no encontramos plazas urbanas; el espacio público se volvió menos importante y menos frecuente.

En muchos desarrollos posteriores no hubo un espacio público abierto en condiciones para la recreación. En ese sentido, su diseño implicó un cambio, uno de esos momentos a partir del cual la ciudad ya no volvió a ser la misma.

El Cangrejo es hoy un barrio dinámico en el corregimiento de Bella Vista, que es parte del centro de la ciudad de Panamá. Allí hay restaurantes, hoteles, panaderías, cafeterías con terraza, bares, barberías, lavanderías, farmacias, el parque Andrés Bello; y también oferta comercial y de servicios públicos, como por ejemplo el correo. También hay colegios, universidades, y al menos una clínica.

Muchos de los edificios son de apartamentos de baja o mediana altura, de la segunda mitad del siglo pasado, y con locales en planta baja para el comercio u oficinas. También es un lugar bastante caminable, sobre todo comparado con el resto de la ciudad.

El estilo de vida en vecindarios compactos y con 'usos mixtos', como este, se reconoce hoy por su sostenibilidad. Por todas estas razones, los que viven en el barrio, trabajan allí o van de paso, pueden hacer gran parte de su actividad cotidiana sin necesidad de alejarse. También se ha encontrado que vivir en lugares así favorece un estilo de vida activo y resulta en mejores indicadores de salud y bienestar físico en la población.

Dos importantes desarrollos del diseño urbano en Panamá están estrechamente vinculados a la urbanización El Cangrejo: el campus Octavio Méndez Pereira que se desarrolló en parte de un predio de 60 hectáreas, en La Cresta, y el hotel El Panamá, en una manzana de 6 hectáreas.

La arquitectura de El Cangrejo presenta distintos estilos: pequeñas casas, chalets o casas de apartamento bellavistinas; edificios de importantes arquitectos que destacan por sus diseños de arquitectura moderna tropical, con aleros, quiebrasoles y balcones; otros edificios que resultan atractivos no por señas conocidas de algún período o tendencia, sino por los colores, acabados y jardines, con una arquitectura muy práctica donde se vive muy bien; y algunos proyectos más recientes de gran altura.

El Cangrejo siempre ha sido un vecindario céntrico. Está flanqueado por la vía España, que lo separa del barrio de Campo Alegre hacia el sureste; al noroeste la avenida Transístmica lo divide de Los Ángeles, en el corregimiento de Betania; al oeste está Curundú; al suroeste, la avenida Manuel Espinosa Batista, que es una prolongación de la Ricardo J. Alfaro hasta la avenida Federico Boyd que lo delimita del barrio de La Cresta; al este la quebrada Iguana lo separa de El Carmen y de Nuevo Reparto El Carmen, al norte. Dos manzanas más allá está avenida Ramón Arias. Es decir, que está comprendido entre cuatro de las principales vías estructurantes de nuestra ciudad.

Desde el 5 de abril de 2014, cuando inauguró la línea 1 del Metro de Panamá, dos estaciones llegan a la Caja de Ahorros e iglesia del Carmen; ambas cuentan con gran afluencia de usuarios que se dirigen allí en las mañanas. Dos importantes proyectos de regeneración urbana se desarrollaron en El Cangrejo y culminaron en 2019: las mejoras de las aceras de vía España y vía Argentina; esta última incluye también una renovación al parque Andrés Bello.

Esto hace un importante complemento a la presencia de las estaciones del Metro y favorece la movilidad peatonal y el parque, más allá de su equipamiento físico concentra actividades deportivas y culturales que atraen a una comunidad de usarios más allá del barrio.

Estos proyectos incluyeron la nueva pavimentación de vías y aceras; el soterramiento de cables eléctricos y de comunicaciones; rotura y restablecimiento de instalaciones subterráneas varias de acueducto y alcantarillado; instalación de nuevas bancas; y nuevo paisajismo y vegetación tanto en las aceras como en el parque.

Hoy las aceras están mucho mejores y el parque es frecuentado muchísimo, además de ser más agradable desde que eliminaron la reja, aunque hoy por hoy hay unas barandas que han quedado desde que hubo medidas de bioseguridad en el parque, por la pandemia.

Sin embargo muchos vecinos no se alegran por estos cambios. Por una parte recuerdan lo demorado y problemático del período de construcción; por otra, han experimentado inundaciones después de la inauguración; y, finalmente, hace poco grupos de vecinos denunció que se realizó una inauguración formal de las obras y se recibió el proyecto al contratista, cuando ellos han señalado varios aspectos que no encuentran que estén correctos o completos.

Entre la arquitectura moderna destacada del vecindario se encuentran: Apartamentos I.L. Maduro Hermanos, de 1949 diseño de De Roux, Bermúdez y Brenes; edificio Esses, de 1963, de Schay y Holzer, con sus balcones curvos desde los que se enfila la vista de la calle José Martí; el edificio Grimaldo, de 1972 diseño de René Brenes, con sus amplios balcones triangulares, con aleros; más reciente, el condominio Asturias, de 1984, de Mallol y Wolfschoon.

La escultura de Einstein, de Carlos Arboleda (q.e.p.d.) es un importante referente para direcciones, así como también, la casa de Roberto Durán, no muy lejos del monumento en su honor en vía Argentina. Tan interesante es caminar por el barrio que muchos vecinos, arquitectos y otros usuarios de Instagram comparten fotos de sus edificios frecuentemente, y @modernpty organiza paseos para apreciar su arquitectura. Uno de los detalles que me gusta personalmente en el barrio es encontrar los trencadís (decoraciones hechas con mosaicos rotos) y bajorrelieve, particularmente en edificios que diseñó mi profesor y amigo Javier Erroz, que en paz descanse, y que decoró con estos aplicados. Para conocer más sobre los edificios que menciono y más, la Guía de arquitectura y paisaje, escrita por Eduardo Tejeira Davis (2007) está disponible en línea.

En El Cangrejo la vida es activa y variada, menos dependiente del automóvil. Esto es saludable para nosotros y para la ciudad en su conjunto.