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- 14/12/2009 01:00
- 14/12/2009 01:00
PANAMÁ. Desde finales de octubre cuando el laboratorio Sanofi-Aventis puso a disposición la vacuna de protección contra el virus A/H1N1, el primer país en América que recibió dosis fue los Estados Unidos.
Y a partir de esta semana cuando se prevé la llegada de las primeras 300 mil dosis, Panamá se convertiría entonces en el segundo país del continente en recibirlas y ya las autoridades del Ministerio de Salud han establecido las prioridades para aplicar el medicamento.
En total, el gobierno ha invertido a través del Ministerio de Salud $19,950,000 millones para comprar 2 millones de dosis al laboratorio Sanofi-Aventis, uno de los cuatro distribuidores de la vacuna antipandémica junto a Roche, Baxter y Novartis. Es decir que el costo de una sola dosis podría estar entre los nueve y diez dólares, sin embargo, el proceso de vacunación es completamente gratis.
Las autoridades han dividido el proceso de vacunación en dos fases. La primera que está por comenzar esta misma semana o la próxima abastece al país con 300 mil dosis con una inversión de $2.1 millones.
En la segunda fase, Panamá obtendría 1.7 millones de dosis más por el precio de $17,850,000 millones para aplicar durante el año entrante.
El ministro de Salud, Franklin Vergara asegura a La Estrella que se tiene previsto que el primer paquete de dosis sea de 150 mil para aplicar antes que termine el año y “en las primeras semanas de enero llegarían 150 mil más”.
La promotora de salud del ministerio, Carolina Freire explica que son 2 millones de dosis que ya “están priorizadas”.
En la primera fase a desarrollar entre diciembre de 2009 y febrero del 2010 se aplicarían las 300 mil vacunas “pandémicas”al primer grupo vulnerable conformado por mujeres embarazadas, personal de salud, personas con enfermedades crónicas (diabetes, asma, fallas cardíacas) y a grupos indígenas. Mientras que la segunda etapa en la que se aplicará la vacuna estacional más la pandémica, se aplicará a “grupos esenciales” que Freire aclara se trata de paramédicos, bomberos y policías, además para niños entre los 6 meses y 4 años e individuos mayores de 60 años.
“Es importante que las personas con enfermedades crónicas lleven una de sus recetas porque es la única forma que el personal puede confirmar que padecen una enfermedad”, advierte Freire.
La aplicación de la vacuna se hará únicamente en las policlínicas de la Caja de Seguro, en los Centros de Atención para la Promoción y Prevención en Salud Social (CAPPS), en la Unidad Local de Atención Primaria de Salud (ULAPS), hospitales estatales y los centros de salud.
Sobre esto, la coordinadora de nebulización del Ministerio de Salud, Itzel Hewitt manifestó, por ejemplo que una mujer embarazada sería vacunada en el centro donde se atiende.
El ministro Vergara además explica que no hay cabida para fraudes, pues la aplicación de la vacuna sólo la hace el gobierno y las empresas privadas “no están en condiciones de comprarla”. El titular hace referencia al caso de otros países donde se han distribuido medicamentos por parte de empresas privadas, las cuales han dejado reacciones “especialmente en Canadá”, comenta.
Según Freire, la vacuna que ha comprado Panamá a la divisionaria de Sanofi-Aventis, Sanofi Pasteur, es “inocua”, es decir que no causa ningún daño a la salud. “Como otras vacunas quizás lo que pueda dar es una fiebre, más nada” dice Freire.
¿Y qué medidas siguen después ?...la prevención, responde Freire. Se refiere al lavado de manos, a taparse la boca al toser y la nariz al estornudar a evitar los saludos de besos y apretones de manos. En Panamá se han detectado unos 800 casos y 11 defunciones de la enfermedad que es pandemia actualmente.