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- 28/07/2013 02:00
- 28/07/2013 02:00
PANAMÁ. En Panamá una mujer embarazada podría, sin mayor complicación, transmitirle el virus de la hepatitis B a su vástago.
Un informe global reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la hepatitis revela que los ser vicios de salud locales no informan ni orientan a las madres sobre la enfermedad potencialmente mortal.
La hepatitis es un padecimiento inflamatorio que afecta al hígado. Produce cáncer y cirrosis. La tipo B, la más común en el país, se transmite vía parenteral (transfusiones, heridas, je ringas contaminadas y contacto sexual). El hijo de una mujer embarazada infectada tiene 95% de probabilidades de desarrollarla.
En este caso, resalta el informe, Panamá sólo cumple con inyectar la dosis antihepatitis en el primer día de nacimiento del niño.
Las autoridades de salud solicitaron a la OMS asistencia para desarrollar un plan nacional de prevención y vigilancia de la enfermedad, los cuales no posee.
Panamá, sin embargo, no ha aportado cifras sobre cuánto la enfermedad afecta a la sociedad. El último balance es de 2009 (70 personas fallecidas).
Pese a la dejazón oficial local, en el mundo sí hay balances que allanan la solidez: 424 millones de personas padecen cualquier tipo de hepatitis, de las cuales 1,4 millón fallece anualmente.
Lo hacen a un ritmo sorprendente: una persona cada 30 segundos. Cerca de 3 mil al día. Al cabo de un mes, fallece el equivalente a toda la población de Juan Díaz, el corregimiento más poblado del país.
‘Las personas tienen muy poco conocimiento acerca de la hepatitis, su potencial gravedad y sus serias consecuencias en la salud y calidad de la vida’, sostiene la directora de la OMS, Carissa Etienne, al filo de la conmemoración, hoy, del día mundial contra la enfermedad.