Educación nocturna reclama ayuda oficial con urgencia

El Ministerio de Educación (Meduca) prepara un estudio sobre cómo encauzar el sistema escolar nocturno, que agoniza entre limitaciones evidentes: estructuras fantasmas, métodos de enseñanza obsoletos y pocas herramientas de trabajo.

Carlos Staff, viceministro de Educación, aseguró que han pedido a la Dirección de Educación de Jóvenes y Adultos un informe del sistema nocturno.

En Chiriquí estos centros educativos parecen ser el examen pendiente del sistema. Los propios estudiantes denuncian que no tienen equipos informáticos adecuados y los laboratorios científicos son una utopía.

El martes 17 de diciembre pasado, Guillermo Gutiérrez, a sus 36 años de edad, recibió su diploma de bachiller en comercio con énfasis en contabilidad, en el Colegio Oficial Nocturno de La Concepción.

Ese día, Gutiérrez —quien reside en La Mata de Bugaba—, se graduó con altos honores al ocupar el primer puesto de su promoción. Desde la gloria del momento contó a La Estrella de Panamá las desigualdades o diferencias que marcan distancia entre los centros escolares diurnos y las escuelas nocturnas.

El exestudiante considera que hace falta ‘mucho respaldo del gobierno’.

Guillermo Gutiérrez plantea que básicamente en lo primero que se debe invertir es en equipos de informáticas e infraestructuras adecuadas, ventajas con las que no cuentan los colegios nocturnos por el poco respaldo que se les brinda.

DESERCIÓN

La deserción o abandono de las aulas en las escuelas nocturnas se convierte en otro problema. Con Gutiérrez, al bachillerato en comercio del Colegio Oficial Nocturno de La Concepción ingresaron 18 estudiantes, y de ellos, solo tres lograron terminar sus estudios.

En el acto de graduación participaron, sin embargo, otras 57 personas, entre quienes cursaron los bachilleratos de ciencias y letras, y quienes acabaron sus estudios de básica general (premedia).

‘La deserción en las escuelas nocturnas se da por el factor económico, otros estudiantes viven lejos y la falta de transporte les impide trasladarse a sus casas cuando termina la jornada, algunos trabajan’, apuntó.

Gutiérrez recordó que hace algún tiempo el Colegio Oficial Nocturno de La Concepción que hoy opera en las instalaciones del Colegio Daniel Octavio Crespo, estaba equipado y hasta se impartían clases de electricidad y soldadura. Acotó que esos equipos se fueron deteriorando, y se dejaron de dictar esas cátedras.

Héctor Contreras es el director del Colegio Oficial Nocturno de La Concepción, y ha laborado en escuelas nocturnas durante 32 años, tiempo en el que, dice, ha observado cómo la afluencia a los planteles ha ido disminuyendo con la misma velocidad con la que merma el respaldo de las autoridades.

Según Contreras, en su colegio se matricularon 225 personas en 2014, pero está seguro, por la experiencia, que la generación irá reduciéndose paulatinamente

SIN ESTRUCTURAS PROPIAS

Según Contreras, la mayoría de las escuelas nocturnas funcionan dentro de un colegio diurno, que es el titular de las infraestructuras. Eso, insiste, les limita dado que no hay acceso a toda la instalación y, en algunos casos, genera fricciones con el plantel matutino-vespertino que la ocupa.

El docente consideró la necesidad de crear colegios nocturnos organizados, y que los docentes tengan acceso a metodologías de educación nuevas. Insistió en que se debe cambiar el sistema pedagógico por uno andragógico.

Según el viceministro Staff, se deben adecuar los programas de enseñanza en los colegios nocturnos, porque el modelo inicial estaba orientado a contribuir con el programa de alfabetización, ‘pero hoy tiene que ser un programa de actualización y de complementación, trabajo que hacen las escuelas de modelo formal’.

EL BALANCE FINAL

El director de Educación de Jóvenes y Adultos del Meduca, Carlos Montenegro, afirmó que en Chiriquí se matricularon 1,700 adultos en escuelas oficiales nocturnas.

En la provincia, expuso el funcionario, operan escuelas de este tipo en los distritos de Alanje, Bugaba, David, Dolega, Tierras Altas, Tolé y Renacimiento, al igual que en la comarca Ngäbé Buglé, bajo la regional chiricana.