Informe revela alta tecnología de proyecto de aeródromo en Coiba

Actualizado
  • 18/09/2018 22:14
Creado
  • 18/09/2018 22:14
El Estudio de Impacto Ambiental expone nuevos detalles del proyecto que se planea construir en zona de Patrimonio Natural. Hoy los ambientalistas convocan a una concentración en el Parque Catedral

Una terminal aérea con recepción, oficinas y sala de espera. En el exterior, además de jardines y estacionamientos, estará la pista con 3024.1 metros cuadrados y con una longitud de mil metros. El edificio, que el Ministerio de la Presidencia planea construir en la zona del campamento central del Parque Nacional Coiba, funcionará con energía limpia. Según consta en el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), al que tuvo acceso “La Estrella de Panamá” y que fue aprobado en junio por MiAmbiente, la nueva terminal dispondrá de un sistema de energía solar, con 32 paneles fotovoltaicos.

Las especificaciones incluyen un sistema de captación de aguas pluviales y otro para el tratamiento de aguas residuales. Después de su tratamiento, el líquido será destinado a regar las zonas verdes. La terminal aérea, cuya licitación fue adjudicada a Constructora Cumo S.A. en mayo pasado, dispondrá de tecnología de vanguardia.

La semana pasada, durante una comparecencia en la Asamblea de Diputados, el ministro Emilio Sempris insistió en los trabajos proyectados en el EIA se limitan a la rehabilitación de una pista área ya existente, alegando que se busca garantizar la seguridad de los visitantes que arriban, ya sea por motivos turísticos o científicos, a la isla que forma parte del Corredor Marino del Pacífico Este Tropical y del listado del Patrimonio Natural de la Humanidad. “Con relación a la rehabilitación de la pista de aterrizaje del campamento central, es importante resaltar que actualmente dicha infraestructura representa un peligro inminente para las operaciones, ya que no cumple con el reglamento de de aviación civil de Panamá”, manifestó Sempris al ser cuestionado por los diputados.

El ministro afirmó que la rehabilitación de la pista principal está contemplada en el plan de manejo de 2009, “sin embargo, no había sido ejecutado hasta la fecha, representando un peligro inminente para la vida de los funcionarios y la seguridad”, y también para los ecosistemas marinos, ya que “la sedimentación durante la estación lluviosa afecta los corales que ya están ubicados en la zona baja y media”.

Precisamente el tema de la carga de visitantes uno de los que más oposición ha encontrado entre los movimientos ambientalistas, que incluso han presentado recursos legales contra funcionarios de MiAmbiente y el presidente Juan Carlos Varela. Según la Dirección Nacional de Áreas Protegidas de MiAmbiente, la entidad está realizando un estudio del flujo de visitante en relación a este proyecto.

De acuerdo con un informe realizado en el 2016 durante la última visita de un equipo del Centro del Patrimonio Mundial, el turismo en la isla se incrementó en un 42% entre los años 2014-2015. Dado que, como afirma Ricardo Wong, presidente del Comité Panameño de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, por sus siglas en inglés) el turismo en Coiba genera aproximadamente medio millón de dólares al año, es vital que asegurar un manejo razonable de carga turística, con planes de mitigación en caso de ser requeridos.

En el EIA se justifica la intervención en la zona que ocupa actualmente la pista aérea aduciendo que durante inspección de campo no se detectaron especies de flora y fauna que deberían ser rescatados. Un informe del Centro Mundial de Patrimonio que data del año pasado revela la presencia de especies endémicas en la isla, como Coiba Spinetail, Coiba Agouti y Coiba Howler Monkey.

“El estudio fue aprobado sin un plan de rescate de fauna y flora, vital en un área protegida como el Parque Nacional Coiba”, destacada un comunicado del Centro de Incidencia Ambiental (CIAM), que la semana pasada interpuso una denuncia ante la fiscalía de circuito de Veraguas en contra de Miguel Flores, consultor principal del EIA. Asimismo, en una serie de denuncias penales interpuestas por el abogado Donaldo Sousa Guevara se hace mención de la zona del antiguo penal de Coiba, próximo al área de intervención, sitio de paso para las Guacamayas Rojas, además de las especies de coral que se encuentran en Bahía Damas, y que también podría verse afectadas por el proyecto.

Entre las recomendaciones del EIA se hace alusión a la necesidad de garantizar una divulgación adecuada del proyecto en las comunidades aledañas, en la zona costera de la provincia de Veraguas, y entre las oenegés ambientales. No obstante, han sido estos mismos grupos los que han reclamado una mayor transparencia por parte del Gobierno en cuanto al manejo de un sitio patrimonial como Coiba.
A solicitud de UNESCO
Ante la polémica generada por el proyecto, la arquitecta Katti Osorio, presidenta del Comité Nacional Panameño del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), recomendó la implementación del párrafo 172 de las directrices prácticas para la aplicación la Convención del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de UNESCO, que “se refiere al apoyo que pueda recibir Panamá como estado parte para que el Comité de Patrimonio Mundial pueda participar en la búsqueda de soluciones adecuadas para garantizar la plena conservación del valor universal excepcional de la humanidad”. “Esta participación del Comité, con la asesoría del UICN, ayudará a prevenir y mitigar impactos negativos sobre el valor universal excepcional del patrimonio natural ‘Parque Nacional Coiba y su Zona Especial de Protección Marina’ desde los contenidos del Plan de Uso Público, y especialmente sobre intervención a la estructura aeroportuaria proyectada”.

Osorio hizo referencia a la decisión 42 COM 7B.87, adoptada este año por el Comité de Patrimonio Mundial, y que, entre otras consideraciones, urge al estado panameño a garantizar que el EIA para el proyecto de infraestructura del aeropuerto sea elaborado en línea con las recomendaciones de la UICN, que es el brazo técnico de UNESCO para los sitios que conforman el Patrimonio Mundial Natural. De acuerdo con Ricardo Wong, presidente del comité panameño, la UNESCO mandó a revisar el tema de la pista. “Panamá ha estado cumpliendo con la entrega de documentación que solicita UNESCO, pero que adolece de cierta información que es vital para el análisis”, comentó el ingeniero industrial.

A solicitud de UNESCO, el estado panameño deberá entregar una evaluación de los posibles impactos negativos en la zona del proyecto, basada en datos científicos rigurosos y que deberá ser sometida a la revisión del Centro Mundial de Patrimonio a más tardar el primero de diciembre de 2019. Hasta que dicho estudio sea entregado, se recomienda la suspensión implementación del Plan de Uso Público del Parque Nacional Coiba, que, de acuerdo con Wong, se contradice en algunos aspectos.

Wong subrayó la disposición del capítulo panameño de UICN a participar en el proceso de elaboración del informe solicitado por UNESCO. Eso sí, sin dejar de solicitar a Presidencia que revele la justificación técnica y demás detalles relacionados con la aprobación del proyecto en Coiba, cuyo rechazo congregará hoy a ambientalistas y miembros de las comunidades aledañas a la isla en la Plaza Catedral, a partir de la 1:00 p.m.

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