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Mirador del Pacífico abre al público; temen que trastoque historia de zona
- 15/05/2013 14:50
Un mirador costero sobre la bahía del Pacífico de la capital panameña, desde donde se puede apreciar el Casco Antiguo, abrió al público el miércoles como parte de un multimillonario proyecto vial que muchos temen podría trastocar la historia de esa zona colonial y su patrimonio.
El gobierno del presidente Ricardo Martinelli inauguró la víspera con fuegos artificiales el rompeolas turístico sobre la bahía del Pacífico, cerca del muelle y mercado de mariscos en la capital, donde los pescadores descargan y venden sus productos.
La obra es uno de los componentes de la tercera fase de ampliación vial de la cinta costera por un costo de 782 millones de dólares y que construye la brasileña Odebrecht.
"Verdaderamente va a seguir embelleciendo a esta gran ciudad", dijo el gobernante.
El rompeolas, con un costo de casi 40 millones de dólares y que requirió un relleno de 6,86 hectáreas de fondo de mar, busca proteger el muelle y brindar un espacio para el esparcimiento con áreas verdes, canchas de fútbol y básquetbol, restaurantes y juegos infantiles. Cuenta asimismo con un anfiteatro, un jardín y un mirador para el deleite de los turistas que quieren apreciar las aguas del Océano Pacífico.
"Es un avance para la ciudad y atraerá más turistas", afirmó a The Associated Press Miguel Muñoz, un pescador de 50 años y que limpiaba su puesto en el mercado por la noche al final de la jornada.
Muchos residentes del Casco Antiguo y activistas del patrimonio colonial en Panamá no comparten, sin embargo, la alegría por la apertura del rompeolas, a pesar de que éste se suma a las zonas para correr, manejar bicicletas y hacer deportes establecidas a lo largo de la cinta costera.
La desazón tiene que ver con el rechazo a la decisión del gobierno de Martinelli de incluir en la tercera fase del proyecto la construcción de un viaducto marino que pasará frente al amurallado Casco Antiguo y que conectará esta zona del mercado de mariscos con una renovada avenida en una zona de barrios de emergencia que conduce al puente de las Américas.
El plan del gobierno es reordenar y oxigenar el tráfico en esa zona costera, intercomunicándola mejor con el lado oeste a través del puente.
Los críticos al viaducto aseguran que esta carretera sobre el mar le quita la esencia de ciudad amurallada y marítima al Casco Antiguo y puede poner a la larga en peligro su declaración como Monumento Histórico de la Humanidad.
"El mar forma parte del contexto de la historia del Casco Antiguo", aseguró a la AP Pitu Jaén, una activista opuesta al viaducto y que reside en la zona colonial. "Va contra la historia del lugar", agregó.
Carlos Hernández, un estudiante universitario que asistió a la inauguración del rompeolas, señaló que le encanta el mirador aunque no le agrada el viaducto.
"Se ve muy bien desde aquí el Casco Antiguo y los barcos navegando al Canal de Panamá (por la entrada del Pacífico), pero el viaducto es contraproducente", estimó el joven de 22 años, quien vive en un barrio cercano al Casco Antiguo.
El Casco Antiguo fue la segunda ciudad fundada en Panamá en 1673 tras la destrucción de Panamá la Vieja por el pirata Henry Morgan en 1671. Hoy se lo considera uno de los mayores puntos de atracción turística del país.
Martinelli ensalzó el hecho de que a través del rompeolas se podrá disfrutar visualmente la ciudad amurallada desde lejos. "Ningún gobierno ha invertido tanto en protección y en favor del patrimonio nacional como nosotros", aseguró.
De acuerdo con el gobierno, la mayor parte del viaducto estará a más de 400 metros de distancia de los límites del Casco Antiguo, los pilotes permitirán el flujo marino y las tortugas seguirán llegando a sectores de playa de la zona colonial. Sostiene que también se construye lo más ligero posible y lo más bajo sobre el nivel del mar para no impedir la vista hacia el horizonte desde el sitio histórico.
El gobierno cambió sobre la marcha los planes originales de construir un túnel, que incluso fue lo que licitó con la empresa brasileña, para inclinarse finalmente por el viaducto marino.
Su argumento fue que el viaducto era menos costoso, facilitaba el mantenimiento y no afectaba propiedades privadas, lo que rebatieron los críticos del plan.
Los pilotes que sostendrán las losas del viaducto ya fueron colocados. El gobierno asegura que la empresa retirará los rellenos que se han hecho para ayudar a poner esas estructuras y facilitar el flujo de las mareas.