Corrupción, el talón de Aquiles que persiste en Panamá

Actualizado
  • 01/03/2021 19:30
Creado
  • 01/03/2021 19:30
El rol de los fiscales en casos de alto perfil y las prácticas del MP, fueron temas del webinar 'Corrupción. Soluciones para cerrar brechas'

La corrupción sigue empañando la imagen de Panamá a nivel nacional e internacional, así quedo en evidencia el pasado jueves en el webinar del Pacto del Bicentenario Cerrando Brechas, donde se analizaron algunos indicadores que demuestran la afirmación inicial.

Carlos Barsallo, fundador y actual presidente del Instituto Gobierno Corporativo-Panamá, expuso que durante los 31 años de democracia el país debió de tener apenas tres procuradores, ya que por Constitución deben ocupar el cargo por 10 años; sin embargo, hasta este miércoles ha tenido nueve procuradores, considerando la renuncia que presentó el 24 de febrero, el ahora exprocurador, Eduardo Ulloa.

El Ministerio Público y el Órgano Judicial no es lo mismo, pero uno es el complemento del otro, debido a que se requiere la certeza del castigo, afirmó Barsallo.

El abogado explicó durante su ponencia que hay casos donde los procuradores han manejado los mal llamados casos de alto perfil en cero, lo que es antinatural aunque otros han tenido un número mayor.

El experto se centró en el presupuesto anual que reciben ambas entidades, pero el cual no les alcanza para trabajar, pues los juzgados carecen de los recursos económicos y tienen muchas limitaciones.

Según el orden de importancia Barsallo mostró los casos de alto perfil investigados por los procuradores al estar relacionados con corrupción, entre ellos están: Kenia Porcell, con 91 casos; José A. Sosa y Ana Matilde Gómez, con siete casos cada uno; José Ayú Prado, con tres casos y Rogelio Cruz, con uno.

El experto sugiere:

Entre los datos relevantes divulgados en el webinar por parte de Enrique de Obarrio, quien fungió como moderador, está el Índice de Percepción de Corrupción 2020 de Transparencia Internacional, el cual fue publicado a finales de enero de 2021, donde Panamá obtuvo 35 puntos de 100 (Dinamarca, que está en la posición número 1, obtuvo 88 puntos); Panamá ocupa la posición 111 de 180 países medidos. En los últimos seis años, Panamá ha desmejorado 39 posiciones. En el informe, mientras más baja es la posición del Estado, es menos corrupto. Lo anterior es el peor puntaje que ha recibido el país desde 2013.

Además, el último estudio preparado por el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (CIEPS), como resultado de encuesta realizada entre el 11 y el 15 de enero de 2021, arrojó que un 46% de la población sostiene que el principal problema de Panamá es la corrupción; le siguen la desigualdad (24.5%) y la educación (13.2%). Con base en este estudio, "para detener la corrupción se sugiere fortalecer las instituciones y preservar la división de poderes; cerrar la brecha de implementación entre la legislación anticorrupción, su práctica y cumplimiento; empoderar a la ciudadanía para que exijan rendición de cuentas y proteger las libertades de prensa para que ningún periodista tema por su vida al reportar sobre la corrupción".

En el período de preguntas y respuestas, el moderador de la ponencia, De Obarrio, le preguntó a Barsallo sobre el rol de Singapur, como uno de los países donde no hay corrupción, a lo que el experto respondió con una comparación.

"Singapur ocupa la posición número #1 en Protección de los accionistas minoritarios; mientras que Panamá está muy lejos de eso. Así que no solo podemos traer o tomar la parte bonita sino también lo feo y compararlo todo, pues el éxito de ese país es el empresarial, la protección de los accionistas minoritarios, ese es su éxito", destacó el también presidente de Transparencia Internacional, capítulo de Panamá.

Barsallo aclaró que no idealiza ningún lugar, pero sí considera saludable tomar lo mejor de cada uno sin volverlo disfuncional, es decir imitar lo bueno sin discriminar lo que represente el deber. "La contrapartida de los derechos son los deberes, uno tiene que cumplir para exigir, es una moneda de dos caras y donde se necesita dar ambas", indicó.

Y agregó: "En Panamá no podemos esperar que el Ministerio Público resuelva, cuando no se ha cumplido con los códigos de ética profesionales. Es iluso pensar que habrán condenas ejemplares de sanción de privativa, cuando no podemos ni quitarle la idoneidad a alguien ni expulsarlo de un club".

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